**Una noche más para vivir** Poemas por Hard Candy

Colores Sonoros

a gris,
e púrpura,
i amarillo
u negro,
o café;

Vocales, la gracia de la palabra puede brindarles un nuevo y candente significado:

a, gris amanecer manchado de duda, viento que corres con palabras vanas a destrozar mi alma; e, choque de las potentes naciones del frío y el calor, el mundo puede arder bajo el flujo constante de ambos: i, tormenta solar, mirada enceguecida, iris quemado, derroche de un girasol malgastando sus semillas; u, alfombra de terciopelo negro, descanso del cansado, ruina del mentiroso, orquesta demoledora del débil espíritu; o, llanto de los árboles, la historia grabada con las uñas sobre una corteza, sabiduría esparcida en las ramas del saber.

"Las Vocales"

"A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: vocales,
diré algún día vuestros nacimientos latentes:
A, negro corsé velludo de las moscas brillantes
que zumban alrededor de hedores crueles,
golfos de sombra; E, candor de los vapores y las tiendas,
lanzas de los glaciares orgullosos, reyes blancos, escalofríos de umbelas;
I, púrpura, sangre escupida, risa de labios bellos
en la cólera o en las borracheras penitentes;
U, ciclos, vibraciones divinas de los mares verdosos,
paz de las dehesas sembradas de animales, paz de las arrugas
que la alquimia imprime en las grandes frentes estudiosas;
O, supremo clarín lleno de estridencias extrañas,
silencios atravesados por mundos y por ángeles:
-O, el Omega, ¡rayo violeta de tus ojos!".

Circus

Marioneta bailando en llamas,
Sobre la incesante figura
Se posan misteriosas y seguras
Las miradas de mil máscaras.

Espectáculo segador de luciérnagas
Hacen del movimiento silencio quebrado
Terciopelo negro como cabello derramado
En formas onduladas que ocultan la miseria.

Voz de ángeles heridos por la belleza del arpa
Vibrando las cuerdas del destino serpenteante
En un acto decidido, eufórico y cortante
Enamorando mil figuras de grandes ojos ambulantes.

Como la lluvia de otoño
El telón se ha derramado
Pobre infeliz que ha sido hipnotizado
Por el rasgar caduco de una buena tela.

De ancianos vientos y un recorrido nocturno

Lampo, Faetón, cabalgando sobre las alas de Nix
Iluminadores de más allá del mar
Cubriendo los cielos delante de la aurora

El palacio secreto de oriente
Encerrando entre velos la magia de fantasmas
Recorrido nocturno
Marchando firme contra las tinieblas

Helios, el alto, conductor del sol
Regresándole a Tánato vestigios de su madre
Su voluntad es la luz y su carruaje majestuoso
Precedido el alto viaje con palabras de la aurora

Lampo, Faetón, alzándose como manzana en campo Elíseos
Salve a la reina de la mañana en la cruzada olímpica
En cuya túnica vive el reinado del sol ascendente
Sus palabras en el pabellón celeste hacen eco como risas en el Lete

Desde Cólquida al remoto occidente
Llevando la cambiante mañana sobre las alas de cuatro bestias de blanco
En la isla de los bienaventurados
Ha de recibirse al dios de oriente

Odiseo que tentaste la ira del dios sol
Que no descanse tu mirada en los rebaños sagrados
Helios el indiferente, sepulta en su memoria
Recuerdos de los viajes en las naves de Hefesto

Lampo, Faetón, corriendo bajo los reflejos de Calisto
Como Acteón escapando de la muerte venidera
Del alto Helios, de la brillante Selene y de la hija de mañana
Hijos de Tea e Hiperión, cabalgando con los designios del sol