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Problemas de una novata
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Problemas de una novata
¿Cómo había llegado a esa Situación? De ser una chica normal, con una familia normal-pequeña pero sin nada en especial-amigos normales-si se les puede decir normal a los locos de sus amigos-y ahora estaba presa de un tipo loco que no estaba segura si fuera humano. Todavía recordaba claramente la sonrisa odiosa-siempre que lo veía estaba sonriendo-esos profundos y temibles ojos rojos acompañados por ese extraño brillo en su mirar.
Sus cortos cabellos de color rojo oscuro e intenso ahora estaban sucios y enmarañados llegándose a ver casi negro, su piel antes blanca y delicada como la porcelana estaba cubierta por tierra y sangre coagulada. Su ropa, ni hablar de ella, ahora solo eran harapos llenos de sangre. Sus extraños ojos turquesas estaban apagados y sin vida, como si ya no quedara rastro de vitalidad en aquel delgado y pequeño cuerpo.
Su estómago gruñó y recordó que hacía mucho que no comía o bebía algo, eso la estaba matando al igual que la pérdida de sangre. Supuso que no fue tan buena idea eso de mover sus muñecas para liberarse hasta llegar al punto en el que quedaron en carne viva. “¿Así que esto es todo? Voy a morir en una asquerosa celda y no podré volver a ver a mi papá…” Ante tal pensamiento sus ojos recobraron ese brillo feroz y ardiente que tanto la caracterizaba. Movió más sus muñecas provocando una mueca de dolor en su demacrado rostro pero finalmente, logró zafarse. Cayó de rodillas y revisó sus muñecas, juró que casi podía ver sus huesos.
Se levantó lentamente y cuando se aseguró de que podía mantenerse en pie, buscó una salida. Tardó unos pocos minutos encontrándola y sospechó de una trampa “Demasiado fácil” pensó pero era la única salida y tenía que irse, ya.
Corrió todo lo que pudo, no paraba a pesar de que sabía que en ese estado no llegaría muy lejos. Al llegar a un bosque pensó que estaría a salvo, si llegaba al río podría confundir su aroma con algo de lodo en caso de que usara a sus perro de cacería y así le costaría más trabajo encontrarla, pero, sus planes se arruinaron cuando de la nada salieron unos monstruos con muchos cañones en su redondo cuerpo y caras de bufón con una estrella en la frente. “¡Maldita sea! ¡¿Qué son esas cosas?!” Dio vuelta a la derecha y corrió hasta llegar a un viejo granero en donde se escondió, esas cosas la habían seguido así que se ocultó entre la paja y se aseguró de guardar silencio.
A lo lejos, en una esquina alejada del granero vio unos guantes de cuero, uno blanco y otro negro, tenían una cruz verde, si los veías no tenían nada de raro, lo extraño era que la cruz titilaba y como si una fuerza extraña la llamara, se acercó a ellos y la misma fuerza la incitó a ponérselos, el blanco en la derecha y el negro en la izquierda, no tenían dedos y le quedaban a la perfección. Un dolor agudo recorrió sus manos y tuvo que reprimir un grito. Los guantes titilaron con más fuerza, a tal grado que atrajeron a los monstruos como moscas a la miel, ahora sí no tenía esperanza. Deseó tener un escudo que la protegiera y como por arte de magia, del guante blanco salieron unas especies de hilos que crearon un bello escudo delante de ella que impidió que las balas de los monstruos impactaran contra ella. Luego, el guante negro soltó también unos hilos pero estos eran filosos y atravesaron a las extrañas criaturas como si fueran de mantequilla. Hubo una explosión y ella cayó inconsciente, esperando que ese no fuera su final.
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Yo: ¡Hola! Soy nueva en este foro y este es de los pocos fanfics que he publicado. Ya llevo algo de tiempo escribiendo fanfics pero las únicas personas que los han leído son mis amigas más cercanas así que... pues no sean duros conmigo si algo salió mal, si bien he escrito varios fanfics no soy tan buena escritora como podría ser. ¡Acepto tomatasos! Este fue solo el prólogo, espero poder subir pronto el primer capítulo que ya tengo listo pero lo subiré hasta que tenga el dos. Eso es todo. ¡Gracias por leer!
Sus cortos cabellos de color rojo oscuro e intenso ahora estaban sucios y enmarañados llegándose a ver casi negro, su piel antes blanca y delicada como la porcelana estaba cubierta por tierra y sangre coagulada. Su ropa, ni hablar de ella, ahora solo eran harapos llenos de sangre. Sus extraños ojos turquesas estaban apagados y sin vida, como si ya no quedara rastro de vitalidad en aquel delgado y pequeño cuerpo.
Su estómago gruñó y recordó que hacía mucho que no comía o bebía algo, eso la estaba matando al igual que la pérdida de sangre. Supuso que no fue tan buena idea eso de mover sus muñecas para liberarse hasta llegar al punto en el que quedaron en carne viva. “¿Así que esto es todo? Voy a morir en una asquerosa celda y no podré volver a ver a mi papá…” Ante tal pensamiento sus ojos recobraron ese brillo feroz y ardiente que tanto la caracterizaba. Movió más sus muñecas provocando una mueca de dolor en su demacrado rostro pero finalmente, logró zafarse. Cayó de rodillas y revisó sus muñecas, juró que casi podía ver sus huesos.
Se levantó lentamente y cuando se aseguró de que podía mantenerse en pie, buscó una salida. Tardó unos pocos minutos encontrándola y sospechó de una trampa “Demasiado fácil” pensó pero era la única salida y tenía que irse, ya.
Corrió todo lo que pudo, no paraba a pesar de que sabía que en ese estado no llegaría muy lejos. Al llegar a un bosque pensó que estaría a salvo, si llegaba al río podría confundir su aroma con algo de lodo en caso de que usara a sus perro de cacería y así le costaría más trabajo encontrarla, pero, sus planes se arruinaron cuando de la nada salieron unos monstruos con muchos cañones en su redondo cuerpo y caras de bufón con una estrella en la frente. “¡Maldita sea! ¡¿Qué son esas cosas?!” Dio vuelta a la derecha y corrió hasta llegar a un viejo granero en donde se escondió, esas cosas la habían seguido así que se ocultó entre la paja y se aseguró de guardar silencio.
A lo lejos, en una esquina alejada del granero vio unos guantes de cuero, uno blanco y otro negro, tenían una cruz verde, si los veías no tenían nada de raro, lo extraño era que la cruz titilaba y como si una fuerza extraña la llamara, se acercó a ellos y la misma fuerza la incitó a ponérselos, el blanco en la derecha y el negro en la izquierda, no tenían dedos y le quedaban a la perfección. Un dolor agudo recorrió sus manos y tuvo que reprimir un grito. Los guantes titilaron con más fuerza, a tal grado que atrajeron a los monstruos como moscas a la miel, ahora sí no tenía esperanza. Deseó tener un escudo que la protegiera y como por arte de magia, del guante blanco salieron unas especies de hilos que crearon un bello escudo delante de ella que impidió que las balas de los monstruos impactaran contra ella. Luego, el guante negro soltó también unos hilos pero estos eran filosos y atravesaron a las extrañas criaturas como si fueran de mantequilla. Hubo una explosión y ella cayó inconsciente, esperando que ese no fuera su final.
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Yo: ¡Hola! Soy nueva en este foro y este es de los pocos fanfics que he publicado. Ya llevo algo de tiempo escribiendo fanfics pero las únicas personas que los han leído son mis amigas más cercanas así que... pues no sean duros conmigo si algo salió mal, si bien he escrito varios fanfics no soy tan buena escritora como podría ser. ¡Acepto tomatasos! Este fue solo el prólogo, espero poder subir pronto el primer capítulo que ya tengo listo pero lo subiré hasta que tenga el dos. Eso es todo. ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
- Cantidad de envíos : 32
Edad : 30
Empleo /Ocio : Escribir, escuchar música y leer
Fecha de inscripción : 16/07/2010
Re: Problemas de una novata
WOOOOOOOOOOOOOW
increible. me encanta la forma en que escribes. Lo expilcas todo super bien. te sabes extpresar con las palabras, sabes describir un ambiente a la perfecion. me encanto las primeras lineas del pricipio. como describias a los amigos, y a los demas. me encantan esas partes, en que explicas el pelo, los ojos, la ropa, todo. y lo describes.
WOOOOOOOOOOOOOOOOOOW me encanta la forma en que esta escrita. y ademas como no hay dialogo, lo narras como poema. narrador omnisciente. me encanta.
PORFI SACA EL CAPITULO 1 !!!!!!!!!!!!!!!!!¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
me morire!¡ eres genial.
animos
increible. me encanta la forma en que escribes. Lo expilcas todo super bien. te sabes extpresar con las palabras, sabes describir un ambiente a la perfecion. me encanto las primeras lineas del pricipio. como describias a los amigos, y a los demas. me encantan esas partes, en que explicas el pelo, los ojos, la ropa, todo. y lo describes.
WOOOOOOOOOOOOOOOOOOW me encanta la forma en que esta escrita. y ademas como no hay dialogo, lo narras como poema. narrador omnisciente. me encanta.
PORFI SACA EL CAPITULO 1 !!!!!!!!!!!!!!!!!¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
me morire!¡ eres genial.
animos
estrella roja- Miranda
- Cantidad de envíos : 480
Edad : 29
Localización : en una isla maldita
Empleo /Ocio : aprendiz de bruja
Humor : ¡¡¡¡¡quiero una guadaña!!!! XD
Fecha de inscripción : 05/07/2010
Re: Problemas de una novata
valla me gusto mucho el prologo
me encanta tu forma de escribir
esperare para que subas el capitulo uno
me encanta tu forma de escribir
esperare para que subas el capitulo uno
Re: Problemas de una novata
Cap. 1”Llegando a la Orden negra”
La joven seguía dormida, ya habían pasado 4 días desde que un buscador la encontró y al ver que era compatible con la Inocencia la llevó a la Orden negra, por sus heridas y por los cadáveres de los Akumas supuso que había peleado con ellos y vencido.
La mayoría en la Orden tenía curiosidad por esa chica. Las enfermeras estaban preocupadas, por el aspecto de la joven, se notaba que no se había alimentado desde hacía mucho tiempo y las marcas en sus muñecas-de las cuales se dieron cuenta cuando le quitaron los guantes-demostraban que había estado encadenada pero gracias a la Inocencia estas habían curado casi del todo, aunque las cicatrices quedarían ahí.
-Enfermera-dijo una chica de 16 años, cabellos cortos y verdosos atados en dos coletas, ojos violetas y usando el uniforme de la Orden que era un vestido negro con detalles rojos de manga larga, medias negras hasta el muslo, zapatillas también negras y unos extraños brazaletes al rededor de sus tobillos-¿Cómo está?-preguntó algo preocupada por la chica.
-Mejor, no tardará en despertar.
-Es muy linda-mencionó viendo las finos y angelicales rasgos de la chica que se veía como un pequeño ángel con sus rojos cabellos-ahora limpios y brillantes-esparcidos por la almohada.
-Sí, pobre, debió haberla pasado muy mal.
-Seguramente. Causó mucho revuelo, incluso Kanda parece tener curiosidad por…-no pudo terminar porque la nueva habitante de la orden abrió los ojos de color azul verdoso-más verdes que azules-has despertado.
-Sí, yo… ¿En dónde estoy?-la joven se incorporó lentamente sabiendo que podía tener una recaída.
-En la Orden Negra. Soy Lenalee Lee y ella es la Jefa de Enfermeras.
-Daphne Amy Black, dime Amy. Disculpa ¿Qué es eso de la Orden Negra?
-La Orden Negra es una organización religiosa que se encarga de exterminar Akumas y recolectar fragmentos de Inocencia, una sustancia que es compatible con algunos humanos. Al parecer tú eres una de esas personas al igual que yo.
-¿Akumas? ¿Así se llaman los monstruos que me atacaron?
-Así es.
-Entiendo. Los guantes, tienen esa sustancia ¿Verdad?
-Sí, ahora tú serás una exorcista. Claro, si aceptas.
-Sí, acepto-dijo luego de pensar un rato pero luego-… mi padre me matará cuando se entere de esto-comentó en su forma chibi-sus amigos le decían así cuando tomaba un aspecto tierno, sus ojos se hacían enormes y vidriosos, ponía su puño derecho en su boca y le salían orejas y cola de gato negros ¿Por qué tomaba esa forma? No lo sabía pero sus amigos lo hacían a cada rato.
-Oye-comenzó Lenalee-te encogiste.
-¿Enserio?-tomó su forma original nuevamente y se sonrojó nuevamente-suele pasarme cuando me exalto, me enojo o estoy segura que mi padre me encerrará en mi cuarto con sus amigos-que son militares, por cierto-y no me dejará salir hasta asegurarse de que no lo dejaré.
-Eso me recuerda lo que hace mi hermano.
-¿Tu hermano hace eso? Vaya, que mala suerte tenemos pero, mi padre es la única familia que me queda y comprendo porque hace eso.
-Puedo decir lo mismo de mi hermano-ambas se sonrieron con algo de complicidad.
-Enfermera, ¿Cuándo podré salir?
-Puedes salir ahora, lo más preocupante era tu desnutrición pero, ya estás mejor, te recomiendo que vayas al comedor e ingieras algo. Si tienes cualquier molestia ven a verme.
-Claro… etto… Lenalee ¿Me puedes prestar algo de ropa?
-Por supuesto, en un momento regreso Amy-la joven de cabellos verdosos salió saludando a un chico de cabellos blancos y ojos grises que entró a la enfermería, en ese momento se dio cuenta de algunas heridas que tenía el joven aunque nada precupante, a decir verdad. Usaba un uniforme negro con rojo.
-Hola enfermera, ¿Podría curarme mis heridas, si no es molestia?
-Claro que no, Walker-san-la mujer fue por las cosas que iba a necesitar y el tal Walker se dio cuenta de la presencia de la chica que lo miraba con gran curiosidad.
-Veo que has despertado. Soy Allen Walker-le tendió la mano-mucho gusto.
-Amy Black, el gusto es mío-correspondió el gesto y ambos sonrieron amablemente.
-¿Lenalee te ha explicado lo de la Orden?
-Sí, imagino que cuando recupere mi salud me integraré bien a la Orden.
-En ese caso, bienvenida.
-Gracias Walker-san.
-Dime solo Allen, me molesta un poco que me digan Walker-san es algo… incómodo.
-Entiendo. ¿Me podrías decir cómo van las cosas en la Orden?
-¿Ah?-preguntó el albino algo sorprendido por la repentina pregunta de la pelirroja.
-Sí voy a participar en una Organización religiosa que está en guerra con un psicópata, debo estar informada sobre lo que sucede aquí, además aprovechando que tengo un exorcista en frente me podrías informar más acerca de la Inocencia y los Akumas de los cuales no se mucho.
-Bien. En estos momentos la Orden se encuentra algo… tensa-se sonrojó un poco al ver como la joven lo miraba intensa y concentradamente, como analizando sus palabras, gestos y su alma. Era una mirada bastante… intimidadora, “Casi tanto como la de Kanda” Pensó el albino-hace poco fuimos atacados por los Akuma y los Noah.
-¿Noah?
-La familia que sirve al Conde-esperó a que la chica hiciera otra pregunta pero esta le hizo un gesto para que continuara-Por lo que estamos algo nerviosos y hasta un poquito paranoicos…-un joven mayor que ellos entró por la puerta, de facciones afiladas, cabellos rubios atados en una coleta, ojos rasgados y dos extraños puntos en la frente-Link te puede explicar mejor que yo. Link-san, ¿Le explicarías a Amy todo lo referente a la Orden, por favor?
-Amy Black-se presentó la joven al ver el breve destello de duda en los ojos del inspector-pronto me integraré a la Orden.
-Entiendo, Black-san. ¿Qué es lo que sabe?
-Allen me explicaba que hace poco fueron atacados por los Noah y los Akumas.
-No hubo bajas significativas en nuestras filas aunque el ambiente está tenso y nuestros superiores están tomando medidas para prevenir otro ataque de los Akuma. Para esto, me han asignado a vigilar a Walker-san, que se cree es el sucesor del catorceavo Noah, conocido como el músico.
-Ajá. ¿Quiénes son con exactitud los Noah?
-Los Noah son los que sirven fielmente al Conde del Milenio. Poseen los genes de Noé siendo así, humanos con características que otros no tienen. Representan también los sentimientos de Noé. Su líder, como ya se ha dicho, es el Conde del Milenio, creador de los Akumas y principal enemigo de la Orden la cual ha peleado contra él durante siglos.
-¿Cómo se crean los Akumas y que son?
-Los Akumas son criaturas que son creadas para matar. El fabricante-El Conde, en otras palabras-crea un esqueleto que cobra vida cuando un humano sumergido en la tristeza llama a un alma que queda encerrada en el cuerpo del Akuma, este Akuma Nivel cero asesina al humano y se mete en su cuerpo matando a las personas hasta llegar a Nivel 1. En esta forma los Akumas no tienen pensamientos o sentimientos, solo obedecen a su instinto de matar, cuando llegan a matar a las suficientes personas, llegan a Nivel 2, en este nivel ya poseen conciencia y personalidad. Hasta ahora los Akumas han llegado al cuarto Nivel.
-Las cosas están algo feas. Muchas gracias Link-san.
-Por nada, bienvenida a la Orden.
-Gracias-dijo la chica con una amable sonrisa logrando que el inspector, se sonrojara un poco. En ese momento entró Lenalee con un vestido chinesco color verde esmeralda.
-Hola Allen-kun, Link-san, veo que ya conocen a Amy.
-Sí, Link le estaba informando sobre la Orden.
-Ya veo, Amy, aquí tienes-le pasó el vestido y la chica se encerró en el baño, al salir se sonrojó un poco, el vestido era algo corto para su gusto-le llegaba a medio muslo-y un poquito ajustado marcando así su delgada figura. Pero no negaba que el vestido era precioso, verde esmeralda con adornos en un verde más claro, de manga corta y una pequeña abertura en la pierna izquierda y usaba unas zapatillas negras-ese vestido te queda bien.
-Gracias-cuando iba a decir algo más, un estridente sonido resonó en toda la enfermería. Como resultado, la pelirroja adoptó su forma chibi totalmente avergonzada-lo siento, hace mucho que no me alimento-la enfermera le pasó sus guantes que ella se puso, al instante el mismo agonizante dolor que sintió cuando se los puso por primera vez le atacó logrando que ella pusiera una pequeña mueca de dolor que fue sustituida por una de relajación cuando ese dolor agudo fue cambiado por un agradable frío. La cruz verde de los guantes titiló con fuerza para luego irse apagando hasta que solo se vieron leves destellos, como si las cruces fueran esmeraldas expuestas a la luz solar. “Al blanco le diré Light y al negro Dark” pensó para sí mientras los miraba fijamente.
-¿Esas son tus armas?-escuchó la voz de Allen-¿Cómo las conseguiste?
-Estaba corriendo por el bosque tratando de escapar de mi captor. Pero unos Akumas-creo que Nivel 1-me comenzaron a perseguir, me escondí en un granero y los vi. Estaban titilando cada vez con más fuerza y como si una fuerza magnética me atrajera, fui hacia ellos y me los puse, esa vez brillaron con mucha fuerza, los Akumas llegaron y pensé: “Estoy muerta”. Desee tener un escudo y como por arte de magia, el guante blanco desprendió unos hilos que crearon un escudo que me protegió de las balas y luego desee unos hilos filosos que los atravesara, cosa que cumplió mi guante negro. Después de eso, perdí el conocimiento. Mi padre me va a matar-recordó en modo chibi. Lenalee rió y comenzó a guiarla al comedor luego de despedirse de Allen y Link pero al llegar a la puerta, un buscador le dijo a Lenalee que Komui la llamaba.
-Lo siento Amy.
-Descuida, ve con tu hermano antes de que se ponga como mi padre.
-Sí. Pídele a Jerry lo que quieras ¿Sí?-y la china se fue acompañada del buscador, la pelirroja se despidió de ella con la mano hasta que su amiga desapareció por un pasillo. Se giró para abrir la puerta y chocar contra alguien. Levantó la mirada encontrándose con un apuesto joven de unos 18 años, piel blanca, cabello azulado y largo atado en una coleta alta, ojos oscuros, fieros y profundos, alto y fornido aunque sin exagerar y su complexión resaltaba gracias a la camisa negra de cuello alto y sin mangas que se pegaba a su pecho marcando los músculos, “Hermoso” pensó la pelirroja.
-Fíjate por dónde vas, enana-una vena saltó en la frente de la chica a la vez que apretaba su puño “Retiro lo dicho”.
************************************************************************************************************************
Yo: Primer capítulo, espero les guste y con eso, se habrán dado cuenta cual será la pareja principal, jeje n//n bueno, eso es todo, prometo subir rápido el segundo capítulo. Sayonara y ¡Gracias por leer!
La joven seguía dormida, ya habían pasado 4 días desde que un buscador la encontró y al ver que era compatible con la Inocencia la llevó a la Orden negra, por sus heridas y por los cadáveres de los Akumas supuso que había peleado con ellos y vencido.
La mayoría en la Orden tenía curiosidad por esa chica. Las enfermeras estaban preocupadas, por el aspecto de la joven, se notaba que no se había alimentado desde hacía mucho tiempo y las marcas en sus muñecas-de las cuales se dieron cuenta cuando le quitaron los guantes-demostraban que había estado encadenada pero gracias a la Inocencia estas habían curado casi del todo, aunque las cicatrices quedarían ahí.
-Enfermera-dijo una chica de 16 años, cabellos cortos y verdosos atados en dos coletas, ojos violetas y usando el uniforme de la Orden que era un vestido negro con detalles rojos de manga larga, medias negras hasta el muslo, zapatillas también negras y unos extraños brazaletes al rededor de sus tobillos-¿Cómo está?-preguntó algo preocupada por la chica.
-Mejor, no tardará en despertar.
-Es muy linda-mencionó viendo las finos y angelicales rasgos de la chica que se veía como un pequeño ángel con sus rojos cabellos-ahora limpios y brillantes-esparcidos por la almohada.
-Sí, pobre, debió haberla pasado muy mal.
-Seguramente. Causó mucho revuelo, incluso Kanda parece tener curiosidad por…-no pudo terminar porque la nueva habitante de la orden abrió los ojos de color azul verdoso-más verdes que azules-has despertado.
-Sí, yo… ¿En dónde estoy?-la joven se incorporó lentamente sabiendo que podía tener una recaída.
-En la Orden Negra. Soy Lenalee Lee y ella es la Jefa de Enfermeras.
-Daphne Amy Black, dime Amy. Disculpa ¿Qué es eso de la Orden Negra?
-La Orden Negra es una organización religiosa que se encarga de exterminar Akumas y recolectar fragmentos de Inocencia, una sustancia que es compatible con algunos humanos. Al parecer tú eres una de esas personas al igual que yo.
-¿Akumas? ¿Así se llaman los monstruos que me atacaron?
-Así es.
-Entiendo. Los guantes, tienen esa sustancia ¿Verdad?
-Sí, ahora tú serás una exorcista. Claro, si aceptas.
-Sí, acepto-dijo luego de pensar un rato pero luego-… mi padre me matará cuando se entere de esto-comentó en su forma chibi-sus amigos le decían así cuando tomaba un aspecto tierno, sus ojos se hacían enormes y vidriosos, ponía su puño derecho en su boca y le salían orejas y cola de gato negros ¿Por qué tomaba esa forma? No lo sabía pero sus amigos lo hacían a cada rato.
-Oye-comenzó Lenalee-te encogiste.
-¿Enserio?-tomó su forma original nuevamente y se sonrojó nuevamente-suele pasarme cuando me exalto, me enojo o estoy segura que mi padre me encerrará en mi cuarto con sus amigos-que son militares, por cierto-y no me dejará salir hasta asegurarse de que no lo dejaré.
-Eso me recuerda lo que hace mi hermano.
-¿Tu hermano hace eso? Vaya, que mala suerte tenemos pero, mi padre es la única familia que me queda y comprendo porque hace eso.
-Puedo decir lo mismo de mi hermano-ambas se sonrieron con algo de complicidad.
-Enfermera, ¿Cuándo podré salir?
-Puedes salir ahora, lo más preocupante era tu desnutrición pero, ya estás mejor, te recomiendo que vayas al comedor e ingieras algo. Si tienes cualquier molestia ven a verme.
-Claro… etto… Lenalee ¿Me puedes prestar algo de ropa?
-Por supuesto, en un momento regreso Amy-la joven de cabellos verdosos salió saludando a un chico de cabellos blancos y ojos grises que entró a la enfermería, en ese momento se dio cuenta de algunas heridas que tenía el joven aunque nada precupante, a decir verdad. Usaba un uniforme negro con rojo.
-Hola enfermera, ¿Podría curarme mis heridas, si no es molestia?
-Claro que no, Walker-san-la mujer fue por las cosas que iba a necesitar y el tal Walker se dio cuenta de la presencia de la chica que lo miraba con gran curiosidad.
-Veo que has despertado. Soy Allen Walker-le tendió la mano-mucho gusto.
-Amy Black, el gusto es mío-correspondió el gesto y ambos sonrieron amablemente.
-¿Lenalee te ha explicado lo de la Orden?
-Sí, imagino que cuando recupere mi salud me integraré bien a la Orden.
-En ese caso, bienvenida.
-Gracias Walker-san.
-Dime solo Allen, me molesta un poco que me digan Walker-san es algo… incómodo.
-Entiendo. ¿Me podrías decir cómo van las cosas en la Orden?
-¿Ah?-preguntó el albino algo sorprendido por la repentina pregunta de la pelirroja.
-Sí voy a participar en una Organización religiosa que está en guerra con un psicópata, debo estar informada sobre lo que sucede aquí, además aprovechando que tengo un exorcista en frente me podrías informar más acerca de la Inocencia y los Akumas de los cuales no se mucho.
-Bien. En estos momentos la Orden se encuentra algo… tensa-se sonrojó un poco al ver como la joven lo miraba intensa y concentradamente, como analizando sus palabras, gestos y su alma. Era una mirada bastante… intimidadora, “Casi tanto como la de Kanda” Pensó el albino-hace poco fuimos atacados por los Akuma y los Noah.
-¿Noah?
-La familia que sirve al Conde-esperó a que la chica hiciera otra pregunta pero esta le hizo un gesto para que continuara-Por lo que estamos algo nerviosos y hasta un poquito paranoicos…-un joven mayor que ellos entró por la puerta, de facciones afiladas, cabellos rubios atados en una coleta, ojos rasgados y dos extraños puntos en la frente-Link te puede explicar mejor que yo. Link-san, ¿Le explicarías a Amy todo lo referente a la Orden, por favor?
-Amy Black-se presentó la joven al ver el breve destello de duda en los ojos del inspector-pronto me integraré a la Orden.
-Entiendo, Black-san. ¿Qué es lo que sabe?
-Allen me explicaba que hace poco fueron atacados por los Noah y los Akumas.
-No hubo bajas significativas en nuestras filas aunque el ambiente está tenso y nuestros superiores están tomando medidas para prevenir otro ataque de los Akuma. Para esto, me han asignado a vigilar a Walker-san, que se cree es el sucesor del catorceavo Noah, conocido como el músico.
-Ajá. ¿Quiénes son con exactitud los Noah?
-Los Noah son los que sirven fielmente al Conde del Milenio. Poseen los genes de Noé siendo así, humanos con características que otros no tienen. Representan también los sentimientos de Noé. Su líder, como ya se ha dicho, es el Conde del Milenio, creador de los Akumas y principal enemigo de la Orden la cual ha peleado contra él durante siglos.
-¿Cómo se crean los Akumas y que son?
-Los Akumas son criaturas que son creadas para matar. El fabricante-El Conde, en otras palabras-crea un esqueleto que cobra vida cuando un humano sumergido en la tristeza llama a un alma que queda encerrada en el cuerpo del Akuma, este Akuma Nivel cero asesina al humano y se mete en su cuerpo matando a las personas hasta llegar a Nivel 1. En esta forma los Akumas no tienen pensamientos o sentimientos, solo obedecen a su instinto de matar, cuando llegan a matar a las suficientes personas, llegan a Nivel 2, en este nivel ya poseen conciencia y personalidad. Hasta ahora los Akumas han llegado al cuarto Nivel.
-Las cosas están algo feas. Muchas gracias Link-san.
-Por nada, bienvenida a la Orden.
-Gracias-dijo la chica con una amable sonrisa logrando que el inspector, se sonrojara un poco. En ese momento entró Lenalee con un vestido chinesco color verde esmeralda.
-Hola Allen-kun, Link-san, veo que ya conocen a Amy.
-Sí, Link le estaba informando sobre la Orden.
-Ya veo, Amy, aquí tienes-le pasó el vestido y la chica se encerró en el baño, al salir se sonrojó un poco, el vestido era algo corto para su gusto-le llegaba a medio muslo-y un poquito ajustado marcando así su delgada figura. Pero no negaba que el vestido era precioso, verde esmeralda con adornos en un verde más claro, de manga corta y una pequeña abertura en la pierna izquierda y usaba unas zapatillas negras-ese vestido te queda bien.
-Gracias-cuando iba a decir algo más, un estridente sonido resonó en toda la enfermería. Como resultado, la pelirroja adoptó su forma chibi totalmente avergonzada-lo siento, hace mucho que no me alimento-la enfermera le pasó sus guantes que ella se puso, al instante el mismo agonizante dolor que sintió cuando se los puso por primera vez le atacó logrando que ella pusiera una pequeña mueca de dolor que fue sustituida por una de relajación cuando ese dolor agudo fue cambiado por un agradable frío. La cruz verde de los guantes titiló con fuerza para luego irse apagando hasta que solo se vieron leves destellos, como si las cruces fueran esmeraldas expuestas a la luz solar. “Al blanco le diré Light y al negro Dark” pensó para sí mientras los miraba fijamente.
-¿Esas son tus armas?-escuchó la voz de Allen-¿Cómo las conseguiste?
-Estaba corriendo por el bosque tratando de escapar de mi captor. Pero unos Akumas-creo que Nivel 1-me comenzaron a perseguir, me escondí en un granero y los vi. Estaban titilando cada vez con más fuerza y como si una fuerza magnética me atrajera, fui hacia ellos y me los puse, esa vez brillaron con mucha fuerza, los Akumas llegaron y pensé: “Estoy muerta”. Desee tener un escudo y como por arte de magia, el guante blanco desprendió unos hilos que crearon un escudo que me protegió de las balas y luego desee unos hilos filosos que los atravesara, cosa que cumplió mi guante negro. Después de eso, perdí el conocimiento. Mi padre me va a matar-recordó en modo chibi. Lenalee rió y comenzó a guiarla al comedor luego de despedirse de Allen y Link pero al llegar a la puerta, un buscador le dijo a Lenalee que Komui la llamaba.
-Lo siento Amy.
-Descuida, ve con tu hermano antes de que se ponga como mi padre.
-Sí. Pídele a Jerry lo que quieras ¿Sí?-y la china se fue acompañada del buscador, la pelirroja se despidió de ella con la mano hasta que su amiga desapareció por un pasillo. Se giró para abrir la puerta y chocar contra alguien. Levantó la mirada encontrándose con un apuesto joven de unos 18 años, piel blanca, cabello azulado y largo atado en una coleta alta, ojos oscuros, fieros y profundos, alto y fornido aunque sin exagerar y su complexión resaltaba gracias a la camisa negra de cuello alto y sin mangas que se pegaba a su pecho marcando los músculos, “Hermoso” pensó la pelirroja.
-Fíjate por dónde vas, enana-una vena saltó en la frente de la chica a la vez que apretaba su puño “Retiro lo dicho”.
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Yo: Primer capítulo, espero les guste y con eso, se habrán dado cuenta cual será la pareja principal, jeje n//n bueno, eso es todo, prometo subir rápido el segundo capítulo. Sayonara y ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
- Cantidad de envíos : 32
Edad : 30
Empleo /Ocio : Escribir, escuchar música y leer
Fecha de inscripción : 16/07/2010
Re: Problemas de una novata
aaaaaaaaaaa
esta increible me encanto este primer capirulo me gusto mucho
esperare el segundo
esta increible me encanto este primer capirulo me gusto mucho
esperare el segundo
Re: Problemas de una novata
WOOOOOOOOOOOOOOOO!¡
es increible. me encanta el primer capitulo, y aun mas por que salen los protagonistas de la serie eso me encanta. escribes de _ _ _ _ madre, me encanta. sigue asi.
espero con inpazenzia el cap 2.
es increible. me encanta el primer capitulo, y aun mas por que salen los protagonistas de la serie eso me encanta. escribes de _ _ _ _ madre, me encanta. sigue asi.
espero con inpazenzia el cap 2.
estrella roja- Miranda
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Humor : ¡¡¡¡¡quiero una guadaña!!!! XD
Fecha de inscripción : 05/07/2010
Re: Problemas de una novata
Cap. 2 “¡Cierra la boca estúpido arándano con patas!”
La pelirroja contenía las ganas de soltarle un puñetazo al idiota que tenía enfrente con su legendario “Puño de fuego”-nombre con el que sus amigos bautizaron a su puño izquierdo cuando ella noqueó al brabucón de su escuela-pero, era nueva en la orden y no quería problemas con un exorcista-supuso ella al instante-ya experimentado. No, primero ganaría terreno y como todavía estaba desnutrida eso disminuía sus posibilidades de que el Puño de fuego le saliera bien-así es, ese puño se había vuelto un ataque certero para ella-lo miró con sus profundos ojos brillando de ira, sin doblegarse ante la profunda, aguijoneante (nota de la autora: no sé si exista la palabra y si no, pues ya la inventé) penetrante, hermosa, hechizante y como ya había dicho, profunda como el mar “Luna*: ¿Cómo que profunda? ¡Amy, reacciona!” La mirada de la chica, que se había suavizado mientras miraba al japonés volvió a flamear como el fuego.
-¡Fíjate tu, idiota!-exclamó la chica mirando desafiante al japonés que le regresó la mirada. Ninguno desistía del intento por conseguir la victoria, al parecer los dos eran demasiado tercos y orgullosos para eso. Los buscadores y uno que otro exorcista los miraba. Esa pelea distaba mucho de ser como las del joven albino y el japonés. En este encuentro, el chico y la chica estaban, al parecer, escarbando en el alma del otro, buscando debilidades y fortalezas, desesperándose los dos por no poder ver nada excepto la competitividad y la desesperación que encontraban en los ojos del otro. La pelirroja logró ver algo, muy leve, no supo que era y el mayor también vio algo parecido que no supo identificar, desesperándolos más. Finalmente y contra todo pronóstico, ambos desviaron la mirada enojados al no poder atacar. El mayor se hizo a un lado comenzando a caminar y la pelirroja caminó entrando a la cafetería. Se acercó hacia un hombre moreno con un aspecto bastante afeminado-Disculpe-habló con voz tímida llamando así la atención del hombre-Me llamo Amy Black soy nueva en la Orden y yo, me preguntaba si… ¿Podría darme Lasaña, algo de paella, jugo de naranja y una rebanada de pastel de chocolate?-preguntó mientras se sonrojaba.
-Por supuesto que sí cariño-respondió el hombre bastante enternecido por la imagen que daba la pelirroja-Por cierto, soy Jerry. Le diste buena pelea a Kanda.
-¿El tonto descortés con pelos de arándano?-Jerry rió ante la forma en que la pelirroja llamó al exorcista.
-Sí, ese es Kanda.
-No lo conozco pero intuyo que es un gruñón.
-Algo pero es buen guerrero.
-Bien, eso es bueno. ¿Es un samurái?
-Sí, ¿Cómo lo notaste?
-Uno de los amigos de mi padre también es un samurái y el arándano parlante-otra risa por parte de Jerry-me recordó bastante a Kamui. A parte de que vi su katana.
-Sí, es un samurái y tengo entendido que uno muy bueno-puso una charola con la comida de Amy en la barra-aquí tienes Amy, bienvenida a la Orden.
-Muchas gracias, Jerry-san-la joven tomó su charola y se fijó en unos buscadores que estaban algo solo así que fue a sentarse con ellos-hola, me llamo Amy Black, soy nueva en la Orden, espero que seamos amigos.
-Mucho gusto, soy Douglas-contestó un hombre de 20 años, aproximadamente, alto y bastante fornido, cabello corto color negro y ondulado con un fleco que cubría parte de sus ojos color esmeralda que resaltaban gracias a la bronceada piel-¿Eres buscadora o exorcista?
-Exorcista. ¿Puedo sentarme?
-¡Adelante!-exclamó un chico de 14 años, piel blanca y pecosa, enormes ojos color chocolate y cabello naranja atado en una coleta alta, su sonrisa era amable y algo traviesa. Un encanto de niño, al parecer-soy Mickey y el es Blake-señaló a otro joven de 17 años, piel muy blanca, cabello negro azabache y ojos color miel que eran cubiertos por su fleco. Tenía un aura algo aterradora.
-Hola-daba miedo y más con esa voz sombría y un poquito rasposa.
-…-entre todos hubo un silencio muy incómodo.
-No le hagas caso, el es así-respondió Douglas mientras que su compañero destilaba depresión por cada poro-te acostumbrarás.
-Sí es que no se va con los exorcistas antes de eso. Sería normal, solo somos buscadores, la escoria de la Orden-dijo Blake con voz de ultratumba.
-¡Diablos! Gracias, me has puesto deprimido-respondió el mayor con una voz y un aura parecida a la de su amigo.
-Ignóralos y estarás bien-se limitó a decir el chico.
-Me parece bien-en cuanto su lengua sintió el delicioso sabor de la lasaña explotando en su boca, comenzó a comer desesperada-claro, sin olvidar sus modales conservando el tenedor-para cuando se dio cuenta, su plato estaba vacío.
-Tenías hambre-dijeron asombrados los chicos viendo con ojos como platos a la chica.
-Etto… es que no pruebo bocado desde que un psicópata me secuestró.
-¿Te secuestraron?
-Sí-por alguna extraña razón, se sinceró con los chicos enfrente de ella-fue como hace un mes, poco después de mi cumpleaños. Yo regresaba a mi casa para celebrarlo con mi padre y unos amigos. Alguien me atacó por la espalda dejándome inconsciente, cuando desperté estaba en una fría y sucia celda, encadenada. El hombre que me secuestró dijo algo así como: “Por fin estamos solos mi pequeña mariposa, nadie nos separará”. Yo estaba muy asustada y medio inconsciente, hace poco que logré escapar y fue cuando unos Akumas me atacaron, conseguí mi arma anti-akuma y llegué a la Orden.
-Eso sí que es trágico-se limitó a decir Blake.
-Algo. Ustedes son las primeras personas a las que les cuento esto.
-¡¿Enserio?!
-Sí, Mickey, no sé porque pero creo que seremos muy buenos amigos.
-¿Eso significa que no nos vas a dejar de hablar?-preguntó Douglas algo sorprendido.
-Nop, de ahora en adelante ustedes son mis mejores amigos aquí en la Orden-sintió como algo se abrazaba a su cintura y se sorprendió al descubrir que era Blake que se aferraba a ella como si de eso dependiera su vida-¿Blake?
-Eres un ángel-lloriqueó el buscador conmovido.
-Oye, no es para tanto-pero el chico seguía aferrado a ella-emm, ayuda por favor.
El azabache separó a Blake de la cintura de la pelirroja después de mucho esfuerzo por parte del hombre que explicó a Amy que Blake estaba medio traumado luego de que su novia lo dejara por un exorcista americano y desde entonces se había vuelto algo sobreprotector y paranoico con sus amigos.
Al cabo de unos minutos entraron Lenalee, Allen y un pelirrojo cuya sonrisa parecía la de un niño que tiene un nuevo juguete. La china al divisar a Amy se acercó a ella llevando consigo al albino y al pelirrojo. Amy iba a saludarlos cuando de repente, sintió de nuevo un peso en su cintura. Blake se aferraba a ella como un chicle pero no solo era él, también era Douglas que se aferraba a sus piernas.
-Amy, ¿Qué hacen ellos abrazándote?-preguntó Lenalee.
-Eeehhh…
-Protegen su territorio-explicó el más joven del grupo mirando fijamente a sus amigos-dan pena
ajena.
-Sí. Oigan, chicos, suéltenme, se me corta la circulación.
-¡No! ¡Te irás con ellos y jamás nos hablarás!-exclamó Douglas llorando como niño chiquito.
-¡No queremos eso! ¡Amy es nuestra!
-Esto es ridículo, no haré eso. Blake, Doug, ¡No sean ridículos y su-el-ten-me!-la chica golpeó a ambos buscadores con su puño izquierdo mandándolos a estrellarse contra una pared-y ese fue El Puño de fuego-susurró mientras un ligero humo salía de su puño.
-Que fuerza-musitó el pelirrojo.
-Etto… perdón-rió nerviosamente la albina-soy Amy Black, encantada-extendió su mano hacia el pelirrojo el cual le dio un ligero apretón.
-Lavi, igualmente.
-Amy-chan-dijo Lenalee captando la atención de la joven-mi hermano quiere verte, para saber cuál
es el porcentaje de la sincronización con tu Inocencia y asignarte un maestro.
-Bien-la chica comenzó a caminar siendo guiada por los exorcistas, pero cuando estaba a punto de salir, se giró mirando a sus nuevos amigos-¿Vienen o qué?-ante esto, los tres sonrieron alegremente y corrieron hasta llegar al lado de la joven. Al llegar a la oficina del supervisor, una gran gota recorrió la nuca de Amy al ver el desorden de la habitación “Es igualita a la habitación de papá” El supervisor, un hombre de cabellos azulados, ojos oscuros y con cierto parecido con Lenalee, la miró.
-Tú debes ser Amy-chan. Soy Komui Lee, Supervisor de este cuartel y hermano mayor de Lenalee.
-Mucho gusto.
-Pasaremos con Hevlaska para evaluar tu nivel de sincronización, ¿Te parece?
-Sí, claro-se limitó a responder algo nerviosa cuando vio a la extraña criatura que la rodeó con sus tentáculos, intentó relajarse pero no podía, odiaba admitirlo pero hubiera deseado que sus nuevos amigos estuvieran con ella. Estaba demasiado tensa y luego de unos minutos, Hevlaska la dejó en el piso.
-Su sincronización es del 56%
-Nada mal. ¿Cuántas veces has utilizado tu arma anti-akuma?-preguntó Komui claramente curioso.
-Una vez.
-¡¿Una vez?!
-Sí. ¿Por qué?-el supervisor no contestó, estaba en shock, esa chica, solo había utilizado una vez su inocencia y ya tenía el 56% era extraño, nunca había visto algo parecido. Con el debido entrenamiento, esa joven podría llegar a ser un General. Trató de recomponerse y la dirigió a su oficina donde sus amigos la esperaban.
-¡Amy! ¿Cómo te fue?-preguntó Allen con una amable sonrisa.
-Bastante bien, supongo-la chica abrió la puerta chocando con alguien, al levantar la mirada, una sensación de ira y tranquilidad-muy contradictorias-la invadieron al ver frente a ella al samurái.
-¿Otra vez tú, enana?-se limitó a decir el japonés.
-¡Cierra la boca, estúpido arándano con patas!-exclamó la joven. Otras tres personas entraron pero ella solo miraba enojada al chico frente a ella.
-Amy-chan-dijo Komui viendo divertido la escena-este hombre es tu maestro, el General Froi Tiedoll y ellos son tu equipo: Chaoji, Noise Marie y Kanda Yu.
-¡¿Cómo que en el mismo equipo?!-gritaron los dos.
-Parece que ustedes dos se llevarán muy bien-comentó el general sonriendo hacia sus alumnos que al escuchar eso, cruzaron sus brazos y se dieron la espalda soltando un bufido seguido de un:
-¿Llevarme bien con este/esta idiota? ¡Sí, claro!-todos miraron la escena entre divertidos y sorprendidos mientras que Froi Tiedoll, con una leve sonrisa en su rostro pensó “Del odio al amor, hay un solo paso” Tenía el presentimiento de que algo bueno pasaría entre esos dos.
*********************************************************************************************************************
Luna*: Es algo así como el inner de Amy.
Yo: espero les haya gustado y muchísimas gracias por leer, eso me pone realmente feliz-con lágrimas en los ojos y de fondo una playa en el atardecer-mañana subo el siguiente capítulo, sayonara.
La pelirroja contenía las ganas de soltarle un puñetazo al idiota que tenía enfrente con su legendario “Puño de fuego”-nombre con el que sus amigos bautizaron a su puño izquierdo cuando ella noqueó al brabucón de su escuela-pero, era nueva en la orden y no quería problemas con un exorcista-supuso ella al instante-ya experimentado. No, primero ganaría terreno y como todavía estaba desnutrida eso disminuía sus posibilidades de que el Puño de fuego le saliera bien-así es, ese puño se había vuelto un ataque certero para ella-lo miró con sus profundos ojos brillando de ira, sin doblegarse ante la profunda, aguijoneante (nota de la autora: no sé si exista la palabra y si no, pues ya la inventé) penetrante, hermosa, hechizante y como ya había dicho, profunda como el mar “Luna*: ¿Cómo que profunda? ¡Amy, reacciona!” La mirada de la chica, que se había suavizado mientras miraba al japonés volvió a flamear como el fuego.
-¡Fíjate tu, idiota!-exclamó la chica mirando desafiante al japonés que le regresó la mirada. Ninguno desistía del intento por conseguir la victoria, al parecer los dos eran demasiado tercos y orgullosos para eso. Los buscadores y uno que otro exorcista los miraba. Esa pelea distaba mucho de ser como las del joven albino y el japonés. En este encuentro, el chico y la chica estaban, al parecer, escarbando en el alma del otro, buscando debilidades y fortalezas, desesperándose los dos por no poder ver nada excepto la competitividad y la desesperación que encontraban en los ojos del otro. La pelirroja logró ver algo, muy leve, no supo que era y el mayor también vio algo parecido que no supo identificar, desesperándolos más. Finalmente y contra todo pronóstico, ambos desviaron la mirada enojados al no poder atacar. El mayor se hizo a un lado comenzando a caminar y la pelirroja caminó entrando a la cafetería. Se acercó hacia un hombre moreno con un aspecto bastante afeminado-Disculpe-habló con voz tímida llamando así la atención del hombre-Me llamo Amy Black soy nueva en la Orden y yo, me preguntaba si… ¿Podría darme Lasaña, algo de paella, jugo de naranja y una rebanada de pastel de chocolate?-preguntó mientras se sonrojaba.
-Por supuesto que sí cariño-respondió el hombre bastante enternecido por la imagen que daba la pelirroja-Por cierto, soy Jerry. Le diste buena pelea a Kanda.
-¿El tonto descortés con pelos de arándano?-Jerry rió ante la forma en que la pelirroja llamó al exorcista.
-Sí, ese es Kanda.
-No lo conozco pero intuyo que es un gruñón.
-Algo pero es buen guerrero.
-Bien, eso es bueno. ¿Es un samurái?
-Sí, ¿Cómo lo notaste?
-Uno de los amigos de mi padre también es un samurái y el arándano parlante-otra risa por parte de Jerry-me recordó bastante a Kamui. A parte de que vi su katana.
-Sí, es un samurái y tengo entendido que uno muy bueno-puso una charola con la comida de Amy en la barra-aquí tienes Amy, bienvenida a la Orden.
-Muchas gracias, Jerry-san-la joven tomó su charola y se fijó en unos buscadores que estaban algo solo así que fue a sentarse con ellos-hola, me llamo Amy Black, soy nueva en la Orden, espero que seamos amigos.
-Mucho gusto, soy Douglas-contestó un hombre de 20 años, aproximadamente, alto y bastante fornido, cabello corto color negro y ondulado con un fleco que cubría parte de sus ojos color esmeralda que resaltaban gracias a la bronceada piel-¿Eres buscadora o exorcista?
-Exorcista. ¿Puedo sentarme?
-¡Adelante!-exclamó un chico de 14 años, piel blanca y pecosa, enormes ojos color chocolate y cabello naranja atado en una coleta alta, su sonrisa era amable y algo traviesa. Un encanto de niño, al parecer-soy Mickey y el es Blake-señaló a otro joven de 17 años, piel muy blanca, cabello negro azabache y ojos color miel que eran cubiertos por su fleco. Tenía un aura algo aterradora.
-Hola-daba miedo y más con esa voz sombría y un poquito rasposa.
-…-entre todos hubo un silencio muy incómodo.
-No le hagas caso, el es así-respondió Douglas mientras que su compañero destilaba depresión por cada poro-te acostumbrarás.
-Sí es que no se va con los exorcistas antes de eso. Sería normal, solo somos buscadores, la escoria de la Orden-dijo Blake con voz de ultratumba.
-¡Diablos! Gracias, me has puesto deprimido-respondió el mayor con una voz y un aura parecida a la de su amigo.
-Ignóralos y estarás bien-se limitó a decir el chico.
-Me parece bien-en cuanto su lengua sintió el delicioso sabor de la lasaña explotando en su boca, comenzó a comer desesperada-claro, sin olvidar sus modales conservando el tenedor-para cuando se dio cuenta, su plato estaba vacío.
-Tenías hambre-dijeron asombrados los chicos viendo con ojos como platos a la chica.
-Etto… es que no pruebo bocado desde que un psicópata me secuestró.
-¿Te secuestraron?
-Sí-por alguna extraña razón, se sinceró con los chicos enfrente de ella-fue como hace un mes, poco después de mi cumpleaños. Yo regresaba a mi casa para celebrarlo con mi padre y unos amigos. Alguien me atacó por la espalda dejándome inconsciente, cuando desperté estaba en una fría y sucia celda, encadenada. El hombre que me secuestró dijo algo así como: “Por fin estamos solos mi pequeña mariposa, nadie nos separará”. Yo estaba muy asustada y medio inconsciente, hace poco que logré escapar y fue cuando unos Akumas me atacaron, conseguí mi arma anti-akuma y llegué a la Orden.
-Eso sí que es trágico-se limitó a decir Blake.
-Algo. Ustedes son las primeras personas a las que les cuento esto.
-¡¿Enserio?!
-Sí, Mickey, no sé porque pero creo que seremos muy buenos amigos.
-¿Eso significa que no nos vas a dejar de hablar?-preguntó Douglas algo sorprendido.
-Nop, de ahora en adelante ustedes son mis mejores amigos aquí en la Orden-sintió como algo se abrazaba a su cintura y se sorprendió al descubrir que era Blake que se aferraba a ella como si de eso dependiera su vida-¿Blake?
-Eres un ángel-lloriqueó el buscador conmovido.
-Oye, no es para tanto-pero el chico seguía aferrado a ella-emm, ayuda por favor.
El azabache separó a Blake de la cintura de la pelirroja después de mucho esfuerzo por parte del hombre que explicó a Amy que Blake estaba medio traumado luego de que su novia lo dejara por un exorcista americano y desde entonces se había vuelto algo sobreprotector y paranoico con sus amigos.
Al cabo de unos minutos entraron Lenalee, Allen y un pelirrojo cuya sonrisa parecía la de un niño que tiene un nuevo juguete. La china al divisar a Amy se acercó a ella llevando consigo al albino y al pelirrojo. Amy iba a saludarlos cuando de repente, sintió de nuevo un peso en su cintura. Blake se aferraba a ella como un chicle pero no solo era él, también era Douglas que se aferraba a sus piernas.
-Amy, ¿Qué hacen ellos abrazándote?-preguntó Lenalee.
-Eeehhh…
-Protegen su territorio-explicó el más joven del grupo mirando fijamente a sus amigos-dan pena
ajena.
-Sí. Oigan, chicos, suéltenme, se me corta la circulación.
-¡No! ¡Te irás con ellos y jamás nos hablarás!-exclamó Douglas llorando como niño chiquito.
-¡No queremos eso! ¡Amy es nuestra!
-Esto es ridículo, no haré eso. Blake, Doug, ¡No sean ridículos y su-el-ten-me!-la chica golpeó a ambos buscadores con su puño izquierdo mandándolos a estrellarse contra una pared-y ese fue El Puño de fuego-susurró mientras un ligero humo salía de su puño.
-Que fuerza-musitó el pelirrojo.
-Etto… perdón-rió nerviosamente la albina-soy Amy Black, encantada-extendió su mano hacia el pelirrojo el cual le dio un ligero apretón.
-Lavi, igualmente.
-Amy-chan-dijo Lenalee captando la atención de la joven-mi hermano quiere verte, para saber cuál
es el porcentaje de la sincronización con tu Inocencia y asignarte un maestro.
-Bien-la chica comenzó a caminar siendo guiada por los exorcistas, pero cuando estaba a punto de salir, se giró mirando a sus nuevos amigos-¿Vienen o qué?-ante esto, los tres sonrieron alegremente y corrieron hasta llegar al lado de la joven. Al llegar a la oficina del supervisor, una gran gota recorrió la nuca de Amy al ver el desorden de la habitación “Es igualita a la habitación de papá” El supervisor, un hombre de cabellos azulados, ojos oscuros y con cierto parecido con Lenalee, la miró.
-Tú debes ser Amy-chan. Soy Komui Lee, Supervisor de este cuartel y hermano mayor de Lenalee.
-Mucho gusto.
-Pasaremos con Hevlaska para evaluar tu nivel de sincronización, ¿Te parece?
-Sí, claro-se limitó a responder algo nerviosa cuando vio a la extraña criatura que la rodeó con sus tentáculos, intentó relajarse pero no podía, odiaba admitirlo pero hubiera deseado que sus nuevos amigos estuvieran con ella. Estaba demasiado tensa y luego de unos minutos, Hevlaska la dejó en el piso.
-Su sincronización es del 56%
-Nada mal. ¿Cuántas veces has utilizado tu arma anti-akuma?-preguntó Komui claramente curioso.
-Una vez.
-¡¿Una vez?!
-Sí. ¿Por qué?-el supervisor no contestó, estaba en shock, esa chica, solo había utilizado una vez su inocencia y ya tenía el 56% era extraño, nunca había visto algo parecido. Con el debido entrenamiento, esa joven podría llegar a ser un General. Trató de recomponerse y la dirigió a su oficina donde sus amigos la esperaban.
-¡Amy! ¿Cómo te fue?-preguntó Allen con una amable sonrisa.
-Bastante bien, supongo-la chica abrió la puerta chocando con alguien, al levantar la mirada, una sensación de ira y tranquilidad-muy contradictorias-la invadieron al ver frente a ella al samurái.
-¿Otra vez tú, enana?-se limitó a decir el japonés.
-¡Cierra la boca, estúpido arándano con patas!-exclamó la joven. Otras tres personas entraron pero ella solo miraba enojada al chico frente a ella.
-Amy-chan-dijo Komui viendo divertido la escena-este hombre es tu maestro, el General Froi Tiedoll y ellos son tu equipo: Chaoji, Noise Marie y Kanda Yu.
-¡¿Cómo que en el mismo equipo?!-gritaron los dos.
-Parece que ustedes dos se llevarán muy bien-comentó el general sonriendo hacia sus alumnos que al escuchar eso, cruzaron sus brazos y se dieron la espalda soltando un bufido seguido de un:
-¿Llevarme bien con este/esta idiota? ¡Sí, claro!-todos miraron la escena entre divertidos y sorprendidos mientras que Froi Tiedoll, con una leve sonrisa en su rostro pensó “Del odio al amor, hay un solo paso” Tenía el presentimiento de que algo bueno pasaría entre esos dos.
*********************************************************************************************************************
Luna*: Es algo así como el inner de Amy.
Yo: espero les haya gustado y muchísimas gracias por leer, eso me pone realmente feliz-con lágrimas en los ojos y de fondo una playa en el atardecer-mañana subo el siguiente capítulo, sayonara.
Amy Black- Buscador
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Re: Problemas de una novata
wooooooooooow inpresionante. me encantacada vez te superas mas.
me encanta tu forma de escribir es clara y a la vez dejas suficiente
espacio para la imaginacion del lector. eso es lo que mas me gusta de los
libros y de todos lo que este escrito en general. escribes genial.
animo!!!!
espero el cap 3 aun con mas inpacencia.
gracias. muchas gracias
me encanta tu forma de escribir es clara y a la vez dejas suficiente
espacio para la imaginacion del lector. eso es lo que mas me gusta de los
libros y de todos lo que este escrito en general. escribes genial.
animo!!!!
espero el cap 3 aun con mas inpacencia.
gracias. muchas gracias
estrella roja- Miranda
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Re: Problemas de una novata
Consejitos:
Los guiones se usan asì:
-blablabla -susurrò- blaba
-BbBbB -dijo
Cuando hay un signo de exclamaciòn o interrogaciòn, se pone separado del guiòn: - ¿? -
No hagas esto: blabaa ¿Bblala? No va mayùsucula, a menos que valla precedido de un punto.
Espero no te tomes a mal la recomendaciòn, es para que mejores
Los guiones se usan asì:
-blablabla -susurrò- blaba
-BbBbB -dijo
Cuando hay un signo de exclamaciòn o interrogaciòn, se pone separado del guiòn: - ¿? -
No hagas esto: blabaa ¿Bblala? No va mayùsucula, a menos que valla precedido de un punto.
Espero no te tomes a mal la recomendaciòn, es para que mejores
RoadNoé- Timcampy
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Re: Problemas de una novata
me gusto mucho este capitulo me rei en algunas partes
bien esperare el tercer capitulo
bien esperare el tercer capitulo
Re: Problemas de una novata
Cap. 3 “Mi primera misión con… ¡¿El arándano parlante?!”
Ya habían pasado unos cuantos meses desde que se integró al equipo de Froi Tiedoll, su uniforme de exorcista era parecido al de Lenalee, un vestido negro con rojo pero sin mangas, sus ahora inseparables-excepto cuando se duchaba y se dormía-guantes y unas extrañas botas que le llegaban arriba de la rodilla, ambas color negras pero con la peculiaridad de que una-la izquierda-tenía algunas costuras con hilo rojo y la derecha tenía cierres.
Había avanzado considerablemente gracias a-por mucho que odiara admitirlo-Kanda que fue asignado como su compañero de entrenamientos. Se podría decir que cuando peleaban, lo hacían a muerte, ninguno quería dejar el entrenamiento que solo era detenido cuando el general los obligaba. Entonces se miraban con desprecio y se iban en direcciones separadas.
Pero algo ocurría con la pelirroja, comenzaba a disfrutar los entrenamientos con el arándano parlante, mucho. Le comenzaba a gustar tenerlo cerca de ella, sentir como sus pieles se rozaban cuando atacaban, ver el brillo fiero de sus ojos cuando blandía su katana “Luna: ¡Deja de pensar en eso y concéntrate Amy!” Le reprochó su “otro yo” se preguntó porque le pedía que se concentrara si solo estaba caminando pero pronto lo descubrió cuando chocó contra un poste. Se separó y sobó su frente ahora roja por el gran golpe.
-¿Quién demonios puso ese poste ahí?-lanzó al aire poniendo ambas manos en su frente, que comenzaba a sangrar-lo que me faltaba.
-¡Amy-chan!-escuchó una voz gruesa y varonil antes de caer al piso con el hombre encima de ella.
-¡Doug! ¡Quítate, me aplastas!-exclamó la joven para mandar a su amigo a volar de una sola patada para luego levantarse y sacudirse su vestido.
-Antes no pateabas tan fuerte. Kanda-san debe entrenarte duro-musitó el buscador con el poco aire que le quedaba.
-Sí, bueno, será un idiota pero es un gran contrincante y uno muy difícil de vencer, por cierto. Siempre me gana pero algún día, algún día probaré el sabor de la victoria y me regodearé de su derrota-comenzó a divagar.
-¿Ya comenzó de nuevo?
-Al parecer si, Mickey-se escuchó una voz de ultratumba.
-¡No me espantes así Blake!-saltó la pelirroja con sus orejas y cola de gato.
-Lo siento. Venía a avisarte que el Supervisor te manda a llamar.
-¿Komui? Bueno, gracias por avisarme, ¡Nos vemos luego chicos!-se despidió Amy con una gran sonrisa y limpiando un poco su manchada frente. Corrió hasta llegar a la oficina de Komui-¡Hola Komui! ¿Para qué me necesitas?
-Amy-chan, te asignaré tu primera misión como exorcista-anunció Komui.
-¿Tan pronto? Pero solo llevo dos meses entrenado.
-Sí, por eso mismo, has mejorado increíblemente. Incluso Kanda lo ha admitido-esto último sorprendió a la joven que abrió los ojos como platos y su boca estaba abierta.
-¿Kanda dijo que yo había mejorado?
-Sí, no sé porque te sorprendes, creo que le agradas.
-Sí, claro, por eso se la pasa molestándome cada vez que tiene la oportunidad-replicó con sarcasmo.
-Así es él. Y admítelo, también te agrada, aunque sea un poquito.
-… Puede ser, tal vez, a lo mejor, quizá.
-Como sea, regresando al asunto de tu misión. En Bucarest hay actividad extraña y según los
informes de los buscadores hay gran posibilidad de que sea un fragmento de Inocencia. Tu misión es recuperarla.
-¿En Bucarest?-susurró la joven algo ausente.
-¿Algún problema?
-No, es solo que… Bucarest es mi antiguo hogar. Eso es todo, será fácil encontrar la inocencia, conozco Bucarest como la palma de mi mano y tal vez pueda visitar a mi papá-respondió la chica con una radiante sonrisa.
-Sí, por eso te doy esta misión a ti.
-¡Cuenta conmigo, Komui!
-Otra cosa, Amy. Te acompañará otro exorcista.
-¿Sí? ¿Quién?
-El exorcista que mejor te conoce, el que es parte de tu equipo, el que siempre pelea contigo.
-No, Komui, no me hagas esto-suplicaba la joven.
-No creas que a mí me agrada mucho la idea, enana.
-¡Cállate, cabeza de arándano!
-¡¿A quién le dices cabeza de arándano, enana del demonio?!
-¡Eres el único que veo por aquí, idiota!
-Etto, chicos-dijo débilmente Komui claramente intimidado por las miradas asesinas y el aura asesina que habían adquirido ambos exorcista-creo que será mejor que lean el informe. Partirán en dos horas.
Ambos jóvenes tomaron su informe y se marcharon en direcciones contrarias farfullando maldiciones en contra del otro aunque otros pensamientos los atacaban interiormente. Por parte de Amy, ella se encontraba hasta cierto punto feliz de que su primera misión fuera con Kanda, el conocía mejor que nadie sus técnicas y su estilo de pelea por lo que quizá fueran un buen equipo y además… podría pasar más tiempo con el japonés.
Por otro lado, Kanda tenía una leve sonrisa que solo podía ser percibida por un ojo bien entrenado. Aunque solo lo admitiera en su subconsciente, le agradaba ver enojada a su compañera, los ojos de Amy brillaban mucho cuando peleaba con él y debía admitirlo, se veía linda. A parte de que sería una “Oportunidad perfecta para que ambos se conozcan mejor y congenien más” Recordó las palabras del General Tiedoll y soltó un pequeño “Tsk” Esa misión podría ser… interesante.
Al pasar las dos horas ambos se encontraron en el túnel del cual partía todos los exorcistas a sus misiones. Kanda portaba su mugen y usaba una capa café con capucha, en cambio, Amy llevaba una mochila negra y usaba una capa roja con capucha-La capa fue regalo de sus tres mejores amigos por su cumpleaños-regalo atrasado pero en su cumpleaños todavía no los conocía. Subieron a la balsa y el buscador que los acompañaba comenzó a llevarlos hacia la estación de trenes.
Para cuando subieron al vagón, la chica estaba bastante inquieta y nerviosa, después de tres largos meses volvería a ver a su padre. ¿Cómo le explicaría que era una exorcista y se había unido a una guerra de miles de años? Su padre era un militar-coronel para ser más exactos-y sabía en carne propia lo que era la guerra, de seguro no querría que su única hija, su única familia, estuviera en el campo de batalla dispuesta a morir. Soltó un suave suspiro mientras releía el informe.
-¿Qué te pasa, enana?-preguntó de repente Kanda sacándola de sus pensamientos.
-Nada-para sorpresa del japonés, esta vez Amy no le había insultado.
-Algo te pasa y será mejor que me lo digas, si sigues con esa actitud pondrás en peligro la misión.
-Es que… Bucarest era mi hogar, ahí vive mi padre.
-¿Y?
-El es militar, cuando se entere que soy parte de una guerra se enojará mucho conmigo. Tengo miedo a como vaya a reaccionar. Soy su única familia.
-¿Y tu madre?
-Murió al darme a luz. Mi padre-cuyo nombre es Roger-, en aquellos días, me dejaba en casa de una tía, la única vez que me cargó en brazos fue cuando me llevó a la casa de su hermana… nunca lo volvió a hacer, no pedía información sobre mí, se limitaba a mandar dinero para mi comida, ropa y posteriormente mis estudios. No se dignó a verme hasta que sufrí un serio accidente a los 8 años. Creo que fue ahí cuando le cayó el 20 y comenzó a cuidarme-rió la joven sin ninguna alegría-al principio yo lo detestaba, nunca estuvo conmigo, nunca me cuidó ni protegió. Pero comencé a acostumbrarme a su presencia, para cuando me di cuenta, mi padre ya era parte importante de mi vida.
-¿Cómo es?-la chica levantó la mirada y miró sorprendida a su compañero que se limitó a desviar la mirada ocasionando una pequeña sonrisa en la joven.
-Físicamente pues… es bastante intimidante, es muy alto y bastante musculoso, su cabello es rojo, como el mío y lo lleva corto, su piel está bronceada, imagino que por las misiones a las que fue cuando recién ingresaba al ejército, sus ojos son color chocolates, muy cálidos-ella miró soñadoramente al cielo, olvidando sus preocupaciones momentáneamente. Kanda no pudo evitar mirarla fijamente-en fin, su apariencia es toda la que se espera de un coronel. De carácter, bueno, depende si está en el trabajo o en la casa. Cuando está trabajando es bastante frío y serio, piensa las cosas con meticulosidad, analizando la situación tranquilamente, es un hábito que yo también adquirí con el pasar de los años-sonrió la joven y Kanda comprendió porque a veces miraba fijamente algunas conductas de los miembros de la orden-pero en la casa, es harina de otro costal, es una versión militarizada de Komui.
-Vaya, tu padre parece ser todo un personaje.
-Y en verdad lo es-la chica le sonrió pero luego se volvió a poner seria. Kanda interpretó que le volvía la preocupación sobre su padre pero la realidad era otra, Amy quería saber más sobre Kanda así que le preguntó a su maestro que le contó sobre el nacimiento de Kanda. Quería preguntarle al exorcista pero temía que fuera a reaccionar mal, decidió no preguntar nada y esperar a que se tuvieran más confianza-Kanda…
-Hm.
-Gracias, por escucharme.
-Tsk.
No volvieron a hablar durante todo el viaje pero en el vagón se respiraba un aire pacífico, las tensiones se habían eliminado con el relato de la pelirroja y solo esperaban silenciosamente a llegar a Bucarest.
No pasó mucho tiempo para que llegaran, los nervios de Amy regresaron e inconscientemente se
aferró al brazo de Kanda, al principio esperó que este la apartara bruscamente. Pero el japonés no hizo nada, solo comenzó a caminar con la chica aferrada a su brazo como si de eso dependiera su vida.
Notó como temblaba ligeramente, la piel de porcelana de su compañera estaba perlada por el sudor frío, respiraba entrecortadamente y se aferraba con más fuerza a su brazo. “Vaya que tiene nervios” Pensó el japonés para sí. Nunca había visto así a su compañera, esta por lo general se mostraba desafiante ante cualquier obstáculo pero ahora, se mostraba vacilante y frágil.
A lo lejos divisaron una silueta masculina, todas las características de la silueta concordaban con la descripción que le había dado su compañera. Frente a ellos estaba el Coronel Roger Black que miraba asesinamente al japonés por estar tan cerca de su adorada hijita.
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Yo: sin muchas cosas que decir, ¡Gracias por leer!
Ya habían pasado unos cuantos meses desde que se integró al equipo de Froi Tiedoll, su uniforme de exorcista era parecido al de Lenalee, un vestido negro con rojo pero sin mangas, sus ahora inseparables-excepto cuando se duchaba y se dormía-guantes y unas extrañas botas que le llegaban arriba de la rodilla, ambas color negras pero con la peculiaridad de que una-la izquierda-tenía algunas costuras con hilo rojo y la derecha tenía cierres.
Había avanzado considerablemente gracias a-por mucho que odiara admitirlo-Kanda que fue asignado como su compañero de entrenamientos. Se podría decir que cuando peleaban, lo hacían a muerte, ninguno quería dejar el entrenamiento que solo era detenido cuando el general los obligaba. Entonces se miraban con desprecio y se iban en direcciones separadas.
Pero algo ocurría con la pelirroja, comenzaba a disfrutar los entrenamientos con el arándano parlante, mucho. Le comenzaba a gustar tenerlo cerca de ella, sentir como sus pieles se rozaban cuando atacaban, ver el brillo fiero de sus ojos cuando blandía su katana “Luna: ¡Deja de pensar en eso y concéntrate Amy!” Le reprochó su “otro yo” se preguntó porque le pedía que se concentrara si solo estaba caminando pero pronto lo descubrió cuando chocó contra un poste. Se separó y sobó su frente ahora roja por el gran golpe.
-¿Quién demonios puso ese poste ahí?-lanzó al aire poniendo ambas manos en su frente, que comenzaba a sangrar-lo que me faltaba.
-¡Amy-chan!-escuchó una voz gruesa y varonil antes de caer al piso con el hombre encima de ella.
-¡Doug! ¡Quítate, me aplastas!-exclamó la joven para mandar a su amigo a volar de una sola patada para luego levantarse y sacudirse su vestido.
-Antes no pateabas tan fuerte. Kanda-san debe entrenarte duro-musitó el buscador con el poco aire que le quedaba.
-Sí, bueno, será un idiota pero es un gran contrincante y uno muy difícil de vencer, por cierto. Siempre me gana pero algún día, algún día probaré el sabor de la victoria y me regodearé de su derrota-comenzó a divagar.
-¿Ya comenzó de nuevo?
-Al parecer si, Mickey-se escuchó una voz de ultratumba.
-¡No me espantes así Blake!-saltó la pelirroja con sus orejas y cola de gato.
-Lo siento. Venía a avisarte que el Supervisor te manda a llamar.
-¿Komui? Bueno, gracias por avisarme, ¡Nos vemos luego chicos!-se despidió Amy con una gran sonrisa y limpiando un poco su manchada frente. Corrió hasta llegar a la oficina de Komui-¡Hola Komui! ¿Para qué me necesitas?
-Amy-chan, te asignaré tu primera misión como exorcista-anunció Komui.
-¿Tan pronto? Pero solo llevo dos meses entrenado.
-Sí, por eso mismo, has mejorado increíblemente. Incluso Kanda lo ha admitido-esto último sorprendió a la joven que abrió los ojos como platos y su boca estaba abierta.
-¿Kanda dijo que yo había mejorado?
-Sí, no sé porque te sorprendes, creo que le agradas.
-Sí, claro, por eso se la pasa molestándome cada vez que tiene la oportunidad-replicó con sarcasmo.
-Así es él. Y admítelo, también te agrada, aunque sea un poquito.
-… Puede ser, tal vez, a lo mejor, quizá.
-Como sea, regresando al asunto de tu misión. En Bucarest hay actividad extraña y según los
informes de los buscadores hay gran posibilidad de que sea un fragmento de Inocencia. Tu misión es recuperarla.
-¿En Bucarest?-susurró la joven algo ausente.
-¿Algún problema?
-No, es solo que… Bucarest es mi antiguo hogar. Eso es todo, será fácil encontrar la inocencia, conozco Bucarest como la palma de mi mano y tal vez pueda visitar a mi papá-respondió la chica con una radiante sonrisa.
-Sí, por eso te doy esta misión a ti.
-¡Cuenta conmigo, Komui!
-Otra cosa, Amy. Te acompañará otro exorcista.
-¿Sí? ¿Quién?
-El exorcista que mejor te conoce, el que es parte de tu equipo, el que siempre pelea contigo.
-No, Komui, no me hagas esto-suplicaba la joven.
-No creas que a mí me agrada mucho la idea, enana.
-¡Cállate, cabeza de arándano!
-¡¿A quién le dices cabeza de arándano, enana del demonio?!
-¡Eres el único que veo por aquí, idiota!
-Etto, chicos-dijo débilmente Komui claramente intimidado por las miradas asesinas y el aura asesina que habían adquirido ambos exorcista-creo que será mejor que lean el informe. Partirán en dos horas.
Ambos jóvenes tomaron su informe y se marcharon en direcciones contrarias farfullando maldiciones en contra del otro aunque otros pensamientos los atacaban interiormente. Por parte de Amy, ella se encontraba hasta cierto punto feliz de que su primera misión fuera con Kanda, el conocía mejor que nadie sus técnicas y su estilo de pelea por lo que quizá fueran un buen equipo y además… podría pasar más tiempo con el japonés.
Por otro lado, Kanda tenía una leve sonrisa que solo podía ser percibida por un ojo bien entrenado. Aunque solo lo admitiera en su subconsciente, le agradaba ver enojada a su compañera, los ojos de Amy brillaban mucho cuando peleaba con él y debía admitirlo, se veía linda. A parte de que sería una “Oportunidad perfecta para que ambos se conozcan mejor y congenien más” Recordó las palabras del General Tiedoll y soltó un pequeño “Tsk” Esa misión podría ser… interesante.
Al pasar las dos horas ambos se encontraron en el túnel del cual partía todos los exorcistas a sus misiones. Kanda portaba su mugen y usaba una capa café con capucha, en cambio, Amy llevaba una mochila negra y usaba una capa roja con capucha-La capa fue regalo de sus tres mejores amigos por su cumpleaños-regalo atrasado pero en su cumpleaños todavía no los conocía. Subieron a la balsa y el buscador que los acompañaba comenzó a llevarlos hacia la estación de trenes.
Para cuando subieron al vagón, la chica estaba bastante inquieta y nerviosa, después de tres largos meses volvería a ver a su padre. ¿Cómo le explicaría que era una exorcista y se había unido a una guerra de miles de años? Su padre era un militar-coronel para ser más exactos-y sabía en carne propia lo que era la guerra, de seguro no querría que su única hija, su única familia, estuviera en el campo de batalla dispuesta a morir. Soltó un suave suspiro mientras releía el informe.
-¿Qué te pasa, enana?-preguntó de repente Kanda sacándola de sus pensamientos.
-Nada-para sorpresa del japonés, esta vez Amy no le había insultado.
-Algo te pasa y será mejor que me lo digas, si sigues con esa actitud pondrás en peligro la misión.
-Es que… Bucarest era mi hogar, ahí vive mi padre.
-¿Y?
-El es militar, cuando se entere que soy parte de una guerra se enojará mucho conmigo. Tengo miedo a como vaya a reaccionar. Soy su única familia.
-¿Y tu madre?
-Murió al darme a luz. Mi padre-cuyo nombre es Roger-, en aquellos días, me dejaba en casa de una tía, la única vez que me cargó en brazos fue cuando me llevó a la casa de su hermana… nunca lo volvió a hacer, no pedía información sobre mí, se limitaba a mandar dinero para mi comida, ropa y posteriormente mis estudios. No se dignó a verme hasta que sufrí un serio accidente a los 8 años. Creo que fue ahí cuando le cayó el 20 y comenzó a cuidarme-rió la joven sin ninguna alegría-al principio yo lo detestaba, nunca estuvo conmigo, nunca me cuidó ni protegió. Pero comencé a acostumbrarme a su presencia, para cuando me di cuenta, mi padre ya era parte importante de mi vida.
-¿Cómo es?-la chica levantó la mirada y miró sorprendida a su compañero que se limitó a desviar la mirada ocasionando una pequeña sonrisa en la joven.
-Físicamente pues… es bastante intimidante, es muy alto y bastante musculoso, su cabello es rojo, como el mío y lo lleva corto, su piel está bronceada, imagino que por las misiones a las que fue cuando recién ingresaba al ejército, sus ojos son color chocolates, muy cálidos-ella miró soñadoramente al cielo, olvidando sus preocupaciones momentáneamente. Kanda no pudo evitar mirarla fijamente-en fin, su apariencia es toda la que se espera de un coronel. De carácter, bueno, depende si está en el trabajo o en la casa. Cuando está trabajando es bastante frío y serio, piensa las cosas con meticulosidad, analizando la situación tranquilamente, es un hábito que yo también adquirí con el pasar de los años-sonrió la joven y Kanda comprendió porque a veces miraba fijamente algunas conductas de los miembros de la orden-pero en la casa, es harina de otro costal, es una versión militarizada de Komui.
-Vaya, tu padre parece ser todo un personaje.
-Y en verdad lo es-la chica le sonrió pero luego se volvió a poner seria. Kanda interpretó que le volvía la preocupación sobre su padre pero la realidad era otra, Amy quería saber más sobre Kanda así que le preguntó a su maestro que le contó sobre el nacimiento de Kanda. Quería preguntarle al exorcista pero temía que fuera a reaccionar mal, decidió no preguntar nada y esperar a que se tuvieran más confianza-Kanda…
-Hm.
-Gracias, por escucharme.
-Tsk.
No volvieron a hablar durante todo el viaje pero en el vagón se respiraba un aire pacífico, las tensiones se habían eliminado con el relato de la pelirroja y solo esperaban silenciosamente a llegar a Bucarest.
No pasó mucho tiempo para que llegaran, los nervios de Amy regresaron e inconscientemente se
aferró al brazo de Kanda, al principio esperó que este la apartara bruscamente. Pero el japonés no hizo nada, solo comenzó a caminar con la chica aferrada a su brazo como si de eso dependiera su vida.
Notó como temblaba ligeramente, la piel de porcelana de su compañera estaba perlada por el sudor frío, respiraba entrecortadamente y se aferraba con más fuerza a su brazo. “Vaya que tiene nervios” Pensó el japonés para sí. Nunca había visto así a su compañera, esta por lo general se mostraba desafiante ante cualquier obstáculo pero ahora, se mostraba vacilante y frágil.
A lo lejos divisaron una silueta masculina, todas las características de la silueta concordaban con la descripción que le había dado su compañera. Frente a ellos estaba el Coronel Roger Black que miraba asesinamente al japonés por estar tan cerca de su adorada hijita.
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Yo: sin muchas cosas que decir, ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
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Fecha de inscripción : 16/07/2010
Re: Problemas de una novata
genial. esta muy bueno este capitulo. tambien rei en algunas partes. me gusta como explicas las cosas. Y la pareja principal tambien me gusta jeje
estrella roja- Miranda
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Humor : ¡¡¡¡¡quiero una guadaña!!!! XD
Fecha de inscripción : 05/07/2010
Re: Problemas de una novata
me encanto este capitulo ya quiero que salga el otro
bueno hasta ahora me ve gustando mucho la historia
bueno hasta ahora me ve gustando mucho la historia
Re: Problemas de una novata
Cap. 4 “Papá, soy una exorcista”
El hombre era realmente intimidante, mucho más alto que Kanda que solo le regresó la mirada sin decir nada. Amy miraba a su progenitor con algo de duda, su compañero no hacía nada y el coronel ya lo detestaba. Fue entonces cuando se captó de cómo iba abrazada a su compañero. Inmediatamente se separó del samurái adoptado su forma chibi y comenzando a balbucear claramente más nerviosa.
-Amy-habló el coronel con una voz gruesa y ronca, intimidante y potente, con ese tono de autoridad que tenían muchos militares-Amy-repitió ahora más suavemente abrazando a su hija.
Esta quedó estática unas milésimas de segundo y luego, abrazó de vuelta a su padre, sintiendo un agradable calor en el pecho que se extendía por todo su cuerpo-bienvenida a casa-entonces ella reaccionó separándose lentamente de él, abrió ligeramente la capa mostrando su uniforme de exorcista. El hombre abrió los ojos sorprendido-Tú…
-Papá, soy una exorcista-soltó de golpe, así era mejor con su padre.
-¿Exor-cista?-apenas pudo decir el hombre en estado de shock, comenzó a perder color en el
rostro y sus ojos se hicieron sombríos, Amy abrazó de nuevo a Kanda y le susurró que se
preparara.
-¿Prepararme? ¿Para qué?-cuestionó el exorcista.
-Va a explotar.
-¡Ni hablar Daphne Amy Junet Elizabeth Black! ¡No te meterás en esa estúpida guerra! ¡Te quedarás segura aquí en Bucarest con mis amigos vigilándote las 24 horas del día los 7 días de la semana y los 12 meses del año!-el hombre tomó de la capa a su hija y comenzó a arrastrarla hacia donde
aparentemente estaba su casa, la joven adoptó su forma chibi y miró suplicante a Kanda que tenía una ceja alzada al ver tan graciosa escena.
-Papá, enserio, déjame ir. Tengo una misión importante.
-No me importa, tú, jovencita, vienes conmigo-en esos momentos, cuando el hombre metía a su hija en la vieja casona en la cual vivían seguido del japonés-que aunque no lo admitiera quería saber cuál sería la reacción de la pequeña familia-la chica se escapó del agarre de su padre y lo encaró, con sus labios ligeramente curvados hacia abajo, el ceño fruncido y en sus ojos brillaba el enojo y el valor, desafiando a su padre.
-Roger-llamó Amy a su padre sorprendiendo tanto al hombre como al japonés-no seas infantil y compórtate como el coronel que eres. Tu bien sabes que había posibilidades de que me metiera en algo como esto. Crecí escuchando de tus grandes hazañas en la guerra. Tus amigos me entrenaron y me enseñaron sobre estrategias para la guerra, si no me convertía en exorcista, hubiera fingido ser un hombre para unirme al ejército ya fuera con o sin tu permiso.
-Hija… no quiero perderte como perdí a tu madre-explicó el hombre poniéndose repentinamente serio.
-Papá, no me vas a perder, me asignaron a un buen equipo, tengo como maestro a un general-que es el rango más importante entre los exorcistas-mis compañeros son excelentes exorcistas y tengo como compañero de entrenamiento a uno de los más fuertes de toda la orden-al oír esto, Kanda la miró sorprendido, Amy le dirigió una mirada como diciendo: “No te emociones ¿Sí? Me sigues cayendo de la patada”-no me pasará nada.
-Hija, no me engañas, están en una guerra, las posibilidades de que mueras son…
-Las mismas que tú tienes cuando vas a una misión. Arriesgas tu vida todo el tiempo papá. No somos tan diferentes ¿Sí? Entiende, hay pocas personas que pueden ser exorcistas y uno solo, haría la diferencia.
-Preferiría que te unieras al ejército.
-Militares hay muchos, exorcistas, por desgracia hay pocos.
-… no se qué pensar Amy… ¡No! Tu no serás una exorcista-la chica lo comprendió, su padre jamás aceptaría que ella es una exorcista.
-Como sea. Kanda, vámonos.
-¿A dónde vas Amy? ¿Acaso no me oíste?
-Como dije, tenemos una misión padre y hay que cumplirla antes de que el enemigo se nos adelante-la joven caminó hasta la puerta y volteó, tal vez por última vez-siento que las cosas sean así pero… hay gente a la que quiero proteger, este es el camino que escogí y ni tú podrás hacer algo para cambiarlo, lo siento Padre, pero así son las cosas-la chica se giró y salió por la puerta seguida de su compañero. Lo guió hasta el hotel en donde se iban a hospedar para luego encerrarse en su habitación-Lo siento, realmente lo siento-murmuraba conteniendo las ganas de llorar. Alguien tocó la puerta y con voz algo rasposa dijo-adelante-se sorprendió cuando vio al japonés sentarse junto a ella-en un momento salimos a buscar la inocencia, solo dame unos minutos-se excusó la chica tallando sus ojos-debes pensar que soy una tonta.
-Sí, eres una tonta-ante eso la chica lo miró mal-pero eso ya te lo había dicho cientos de veces-Oye, no es necesario que sigas siendo exorcista, hasta el momento nos las hemos arreglado bien así que puedes continuar tu vida tranquilamente-en ese momento el exorcista sintió un gran dolor situarse en su mejilla y si no cayó de la cama fue porque aguantaba muy bien pero aún así, se vio obligado a voltear el rostro por la fuerza del impacto. Miró a su compañera y estaba mirándolo con gran ira, las lágrimas corrían por sus mejillas y de su puño izquierdo salía algo de humo. “Lavi tenía razón, esta chica si tiene mucha fuerza en su puño izquierdo”
-No vuelvas y óyeme bien, no vuelvas a sugerir que deje esto. Hice un juramento, no a Dios, si no a mi madre de que protegería a todos mis seres queridos, no importa el precio que tenga que pagar, yo siempre, protegeré a mis amigos. Mi padre posiblemente esté furioso conmigo y jamás acepte que soy una exorcista pero sé que él hubiera hecho lo mismo que yo y mi madre igual. Elegí ser una exorcista no por obligación, elegí esto para volverme más fuerte y evitar el sufrimiento de perder a alguien importante-la chica no pudo continuar hablando por que rompió en llanto, seguiría el ejemplo de Allen y seguiría caminando por el sendero que eligió, pero era muy doloroso, demasiado.
-Amy-para sorpresa de ambos, el japonés la abrazó tratando de consolarla, odiaba expresar sus sentimientos pero tenía que admitirlo, esa mocosa descarada se había convertido en su amiga, quizá su mejor amiga-no soy bueno en esto pero, si esto es lo que quieres, adelante, es tu vida y solo tú puedes decidir qué hacer con ella.
-Kanda… -se miraron por unos segundos y luego la chica sonrió, entre tierna y burlonamente-tienes razón, no sirves para esto.
-Tsk-el chico se levantó dispuesto a salir por la puerta pero unos brazos que lo rodearon se lo impidieron. Sintió como la chica recargaba la frente en su espalda y abrió los ojos desmesuradamente.
-Gracias, Kanda, eres un buen amigo.
-Tsk, apúrate, tenemos que encontrar la inocencia y mientras más rápido regresemos al cuartel, mejor-escuchó un: ¡Sí! Por parte de su compañera y salió de la habitación.
Se encontraba muy confundido, ¿Por qué había reaccionado así? Ni si quiera había abrazado a Lenalee y la conocía desde que eran muy jóvenes pero de pronto llegaba esa chica y le cambiaba todo. Una mocosa de 16 años le había vuelto el mundo de cabeza con solo pasar un poquito de tiempo con él.
Caminó hasta la recepción del hotel y se encontró con el padre de su compañera, este se veía muy arrepentido pero en los castaños ojos del hombre pudo divisar que no tenía intención de disculparse con su hija. Se acercó hasta él y lo miró fríamente.
-¿Dónde está Amy?
-En su habitación-al notar como el hombre iba a preguntar cuál era la habitación de su hija lo detuvo-ni si quiera lo intente, se cuáles son sus intenciones y Amy ha tomado una decisión.
-Es mi hija y vendrá conmigo.
-Entonces tendrá que enfrentarse a mí-el samurái sacó su katana y la puso en el cuello del hombre-le advierto que si vuelve a hacer llorar a Amy, me las pagará muy caro, señor.
-¿A ti que te importa mi hija?
-Mucho, es mi amiga, compañera de entrenamiento y mi hermana de armas, no permitiré que sus niñerías la hagan llorar otra vez-con esta advertencia el hombre sonrió por primera vez.
-Cuídala-fue lo único que dijo y se fue con paso calmado y saludando al portero.
-¿Qué quería mi papá?-preguntó Amy llegando a su lado ya con mejor aspecto del que tenía en el cuarto.
-Llevarte con él, le dije que no lo harías y se fue-se limitó a decir el exorcista con su típico tono de voz-solo causas problemas enana.
-¡¿A quién le dices enana, estúpido arándano?!
-Tsk
El exorcista salió con sus aires de grandeza y con cara de: “Soy el mejor y quien diga lo contrario se enfrentará a mi mugen”. La pelirroja sonrió cálidamente pensando “Gracias por enfrentar a mi papá, Yu” Si Kanda se llegase a enterar que en su mente lo llama por su nombre de pila, seguro la mataba.
-¡Oye, enana! ¡¿Te vas a quedar ahí parada o te dignarás a cumplir la misión?!
-Ya voy arándano con patas, no me apresures que soy la que conoce mejor Bucarest-gritó para comenzar a correr llegando al lado de su compañero todavía con una radiante sonrisa en el rostro.
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Yo: espero les guste y ¡Gracias por leer!
El hombre era realmente intimidante, mucho más alto que Kanda que solo le regresó la mirada sin decir nada. Amy miraba a su progenitor con algo de duda, su compañero no hacía nada y el coronel ya lo detestaba. Fue entonces cuando se captó de cómo iba abrazada a su compañero. Inmediatamente se separó del samurái adoptado su forma chibi y comenzando a balbucear claramente más nerviosa.
-Amy-habló el coronel con una voz gruesa y ronca, intimidante y potente, con ese tono de autoridad que tenían muchos militares-Amy-repitió ahora más suavemente abrazando a su hija.
Esta quedó estática unas milésimas de segundo y luego, abrazó de vuelta a su padre, sintiendo un agradable calor en el pecho que se extendía por todo su cuerpo-bienvenida a casa-entonces ella reaccionó separándose lentamente de él, abrió ligeramente la capa mostrando su uniforme de exorcista. El hombre abrió los ojos sorprendido-Tú…
-Papá, soy una exorcista-soltó de golpe, así era mejor con su padre.
-¿Exor-cista?-apenas pudo decir el hombre en estado de shock, comenzó a perder color en el
rostro y sus ojos se hicieron sombríos, Amy abrazó de nuevo a Kanda y le susurró que se
preparara.
-¿Prepararme? ¿Para qué?-cuestionó el exorcista.
-Va a explotar.
-¡Ni hablar Daphne Amy Junet Elizabeth Black! ¡No te meterás en esa estúpida guerra! ¡Te quedarás segura aquí en Bucarest con mis amigos vigilándote las 24 horas del día los 7 días de la semana y los 12 meses del año!-el hombre tomó de la capa a su hija y comenzó a arrastrarla hacia donde
aparentemente estaba su casa, la joven adoptó su forma chibi y miró suplicante a Kanda que tenía una ceja alzada al ver tan graciosa escena.
-Papá, enserio, déjame ir. Tengo una misión importante.
-No me importa, tú, jovencita, vienes conmigo-en esos momentos, cuando el hombre metía a su hija en la vieja casona en la cual vivían seguido del japonés-que aunque no lo admitiera quería saber cuál sería la reacción de la pequeña familia-la chica se escapó del agarre de su padre y lo encaró, con sus labios ligeramente curvados hacia abajo, el ceño fruncido y en sus ojos brillaba el enojo y el valor, desafiando a su padre.
-Roger-llamó Amy a su padre sorprendiendo tanto al hombre como al japonés-no seas infantil y compórtate como el coronel que eres. Tu bien sabes que había posibilidades de que me metiera en algo como esto. Crecí escuchando de tus grandes hazañas en la guerra. Tus amigos me entrenaron y me enseñaron sobre estrategias para la guerra, si no me convertía en exorcista, hubiera fingido ser un hombre para unirme al ejército ya fuera con o sin tu permiso.
-Hija… no quiero perderte como perdí a tu madre-explicó el hombre poniéndose repentinamente serio.
-Papá, no me vas a perder, me asignaron a un buen equipo, tengo como maestro a un general-que es el rango más importante entre los exorcistas-mis compañeros son excelentes exorcistas y tengo como compañero de entrenamiento a uno de los más fuertes de toda la orden-al oír esto, Kanda la miró sorprendido, Amy le dirigió una mirada como diciendo: “No te emociones ¿Sí? Me sigues cayendo de la patada”-no me pasará nada.
-Hija, no me engañas, están en una guerra, las posibilidades de que mueras son…
-Las mismas que tú tienes cuando vas a una misión. Arriesgas tu vida todo el tiempo papá. No somos tan diferentes ¿Sí? Entiende, hay pocas personas que pueden ser exorcistas y uno solo, haría la diferencia.
-Preferiría que te unieras al ejército.
-Militares hay muchos, exorcistas, por desgracia hay pocos.
-… no se qué pensar Amy… ¡No! Tu no serás una exorcista-la chica lo comprendió, su padre jamás aceptaría que ella es una exorcista.
-Como sea. Kanda, vámonos.
-¿A dónde vas Amy? ¿Acaso no me oíste?
-Como dije, tenemos una misión padre y hay que cumplirla antes de que el enemigo se nos adelante-la joven caminó hasta la puerta y volteó, tal vez por última vez-siento que las cosas sean así pero… hay gente a la que quiero proteger, este es el camino que escogí y ni tú podrás hacer algo para cambiarlo, lo siento Padre, pero así son las cosas-la chica se giró y salió por la puerta seguida de su compañero. Lo guió hasta el hotel en donde se iban a hospedar para luego encerrarse en su habitación-Lo siento, realmente lo siento-murmuraba conteniendo las ganas de llorar. Alguien tocó la puerta y con voz algo rasposa dijo-adelante-se sorprendió cuando vio al japonés sentarse junto a ella-en un momento salimos a buscar la inocencia, solo dame unos minutos-se excusó la chica tallando sus ojos-debes pensar que soy una tonta.
-Sí, eres una tonta-ante eso la chica lo miró mal-pero eso ya te lo había dicho cientos de veces-Oye, no es necesario que sigas siendo exorcista, hasta el momento nos las hemos arreglado bien así que puedes continuar tu vida tranquilamente-en ese momento el exorcista sintió un gran dolor situarse en su mejilla y si no cayó de la cama fue porque aguantaba muy bien pero aún así, se vio obligado a voltear el rostro por la fuerza del impacto. Miró a su compañera y estaba mirándolo con gran ira, las lágrimas corrían por sus mejillas y de su puño izquierdo salía algo de humo. “Lavi tenía razón, esta chica si tiene mucha fuerza en su puño izquierdo”
-No vuelvas y óyeme bien, no vuelvas a sugerir que deje esto. Hice un juramento, no a Dios, si no a mi madre de que protegería a todos mis seres queridos, no importa el precio que tenga que pagar, yo siempre, protegeré a mis amigos. Mi padre posiblemente esté furioso conmigo y jamás acepte que soy una exorcista pero sé que él hubiera hecho lo mismo que yo y mi madre igual. Elegí ser una exorcista no por obligación, elegí esto para volverme más fuerte y evitar el sufrimiento de perder a alguien importante-la chica no pudo continuar hablando por que rompió en llanto, seguiría el ejemplo de Allen y seguiría caminando por el sendero que eligió, pero era muy doloroso, demasiado.
-Amy-para sorpresa de ambos, el japonés la abrazó tratando de consolarla, odiaba expresar sus sentimientos pero tenía que admitirlo, esa mocosa descarada se había convertido en su amiga, quizá su mejor amiga-no soy bueno en esto pero, si esto es lo que quieres, adelante, es tu vida y solo tú puedes decidir qué hacer con ella.
-Kanda… -se miraron por unos segundos y luego la chica sonrió, entre tierna y burlonamente-tienes razón, no sirves para esto.
-Tsk-el chico se levantó dispuesto a salir por la puerta pero unos brazos que lo rodearon se lo impidieron. Sintió como la chica recargaba la frente en su espalda y abrió los ojos desmesuradamente.
-Gracias, Kanda, eres un buen amigo.
-Tsk, apúrate, tenemos que encontrar la inocencia y mientras más rápido regresemos al cuartel, mejor-escuchó un: ¡Sí! Por parte de su compañera y salió de la habitación.
Se encontraba muy confundido, ¿Por qué había reaccionado así? Ni si quiera había abrazado a Lenalee y la conocía desde que eran muy jóvenes pero de pronto llegaba esa chica y le cambiaba todo. Una mocosa de 16 años le había vuelto el mundo de cabeza con solo pasar un poquito de tiempo con él.
Caminó hasta la recepción del hotel y se encontró con el padre de su compañera, este se veía muy arrepentido pero en los castaños ojos del hombre pudo divisar que no tenía intención de disculparse con su hija. Se acercó hasta él y lo miró fríamente.
-¿Dónde está Amy?
-En su habitación-al notar como el hombre iba a preguntar cuál era la habitación de su hija lo detuvo-ni si quiera lo intente, se cuáles son sus intenciones y Amy ha tomado una decisión.
-Es mi hija y vendrá conmigo.
-Entonces tendrá que enfrentarse a mí-el samurái sacó su katana y la puso en el cuello del hombre-le advierto que si vuelve a hacer llorar a Amy, me las pagará muy caro, señor.
-¿A ti que te importa mi hija?
-Mucho, es mi amiga, compañera de entrenamiento y mi hermana de armas, no permitiré que sus niñerías la hagan llorar otra vez-con esta advertencia el hombre sonrió por primera vez.
-Cuídala-fue lo único que dijo y se fue con paso calmado y saludando al portero.
-¿Qué quería mi papá?-preguntó Amy llegando a su lado ya con mejor aspecto del que tenía en el cuarto.
-Llevarte con él, le dije que no lo harías y se fue-se limitó a decir el exorcista con su típico tono de voz-solo causas problemas enana.
-¡¿A quién le dices enana, estúpido arándano?!
-Tsk
El exorcista salió con sus aires de grandeza y con cara de: “Soy el mejor y quien diga lo contrario se enfrentará a mi mugen”. La pelirroja sonrió cálidamente pensando “Gracias por enfrentar a mi papá, Yu” Si Kanda se llegase a enterar que en su mente lo llama por su nombre de pila, seguro la mataba.
-¡Oye, enana! ¡¿Te vas a quedar ahí parada o te dignarás a cumplir la misión?!
-Ya voy arándano con patas, no me apresures que soy la que conoce mejor Bucarest-gritó para comenzar a correr llegando al lado de su compañero todavía con una radiante sonrisa en el rostro.
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Yo: espero les guste y ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
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Re: Problemas de una novata
esta genial. me encanta. en algunas partes me eche a reir.
pero en la parte que kanda abraza a amy, eso si que no
es propio de el. pero me gusto. espero el siguiente capitulo con mucha
impacencia. me encanta.
pero en la parte que kanda abraza a amy, eso si que no
es propio de el. pero me gusto. espero el siguiente capitulo con mucha
impacencia. me encanta.
estrella roja- Miranda
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Re: Problemas de una novata
me gusto mucho este capitulo me hiso reir
adoro tu modo de escribir
esperare el siguiente capitulo
adoro tu modo de escribir
esperare el siguiente capitulo
Re: Problemas de una novata
Cap. 5 “Primera misión… ¡Completada! O algo así”
Por lo que decían los informes, se presentaban casos de lobos más grandes e inteligentes que los demás, alzó una ceja, divertida ante la ironía del asunto, Bucarest era conocido por ser el “Hogar” de los hombres lobo y ahora venían a avisarles que había ataques de lobos que presentaban las características normales en los hombres lobo. Incluso los lobos se convertían en humanos, muy salvajes pero humanos al fin y al cabo.
Soltó una ligera risa que llamó la atención de Kanda, ante la mirada interrogante por parte de su compañera ella negó con la cabeza restándole importancia al asunto. ¿Hombres lobo? Interesante.
Al llegar al bosque, leyó de los informes sobre la ubicación de la inocencia y se sorprendió, las coordenadas coincidían con el prado en el que jugaba a las escondidas con sus amigos.
-¿Sabes dónde queda?
-Sí, solía ir mucho con mis amigos en ese lugar. Es por aquí.
La chica saltó un tronco caído y comenzó a caminar siguiendo unas señas en los árboles. Sonrió con nostalgia y diversión ya que las marcas eran en realidad… conejitos. En esos tiempos el que hizo las marcas solo sabía dibujar eso. Kanda alzó una ceja ante las señales.
-El que hizo las marcas solo sabía dibujar eso-explicó la pelirroja entre risas, al parecer ya había pasado su ataque de llanto haciendo brotar una ligera sonrisa en los labios del espadachín.
El bosque comenzó a hacerse más sombrío, los árboles estaban secos y manchados con sangre de las víctimas de los lobos. Amy recordó cuando se encontró en una situación similar, corriendo por su vida para salvarse del psicópata que la secuestró. Siguieron a los conejitos llegando finalmente al prado antes bello y lleno de flores, ahora solo mostraba cadáveres putrefactos y un olor a muerte impregnado en el ambiente.
Amy soltó un gemido al inhalar el asqueroso olor de los muertos, entre ellos reconoció a uno, reciente al ver que no tenía gusanos y las moscas solo volaban sobre él. Ese cadáver era el de su maestro de inglés de la escuela.
-El señor Mackenzie.
-¿Lo conocías?-preguntó Kanda viendo al cadáver.
-Era mi maestro de inglés cuando tenía 9 años. Nunca me agradó pero… pobre.
-Esto está hecho un asco-comentó Kanda mirando la escena.
-Concuerdo contigo, arándano parlante. Pero veo que estos lobos representan bien su papel de
licántropos. Tendremos que esperar a que anochezca-dijo mirando al cielo.
-¿Por qué lo dices?
-En el informe decía que atacaban las noches de luna llena, si queremos encontrar la inocencia…
-Tendremos que esperar a que salgan.
-Exacto, tengo el presentimiento de que si vemos al macho alfa, conseguiremos la Inocencia.
-¿Crees que el macho alfa sea el causante?
-Tal vez… ¡El olor me está matando!-exclamó la chica para girar e internarse más al bosque.
-¿A dónde vas enana?
-Solo iré hasta donde el olor no sea tan penetrante. Sí sigo ahí vomitaré-y la joven tenía razón, no era una bonita vista la que tenían, cadáveres, algunos con gusanos en ellos.
Kanda la acompañó y se sentaron bajo un árbol esperando a que la noche los acogiera. Pasaron unas horas y algunos aullidos inundaron el lugar, ambos se levantaron de sus lugares preparando sus armas. Kanda activó su Mugen y Amy hizo aparecer una katana un tanto parecida a la de su compañero. Decidieron separarse para abarcar más terreno.
Kanda pronto se vio rodeado de lobos que empezaron a atacarlo al mismo tiempo, pero no
contaban con que el joven era tan buen guerrero y cuanto lobo lo atacaba, este lo cortaba con su
mugen.
En cuanto a Amy, ella caminaba tranquilamente, manteniéndose alerta por cualquier señal de movimiento. Estaba algo nerviosa, era su primera misión y no quería fallarle a Kanda ya que si eso pasaba, el espadachín no pararía de restregárselo en la cara.
Un ruido la alertó haciendo que sostuviera su katana con ambas manos y se agazapara, lista para atacar. Para su sorpresa, aparecieron varios hombres, todos con aspecto salvaje y… Desnudos. Cosa que ocasionó que la chica se sonrojara quedando del mismo color de su cabello.
-¡Me lleva!-exclamó cuando uno de los hombres, el de aspecto más feroz se lanzó contra ella con un rugido ensordecedor en la garganta. Amy reaccionó a tiempo logrando esquivar al hombre y golpeándolo en la nuca con el mango de su katana, enseguida otro se lanzó y pronto se vio en una situación bastante peligrosa, cuantos más golpeara más hombres aparecían pero fue capaz de acabar con ellos, claro que con algunas dificultades y terminó con su uniforme bastante rasgado-
¡Tomen eso perros! ¡Nadie puede con Amy Black!
-Ya lo veremos, dulzura-ante sus ojos apareció un apuesto hombre, muy alto, delgado pero con los músculos bien marcados, la piel blanca cubierta por algunas cicatrices y sangre coagulada, rasgos afilados y hermosos, cabello morado oscuro y despeinado cayendo hasta sus muslos, ojos afilados de color amarillo, las pupilas alargadas y una sonrisa arrogante adornando su rostro. Ella lo hubiera visto mal por como la había llamado pero había un pequeño e insignificante problema, lo único que cubría al hombre era un trapo viejo utilizado a modo de taparrabo-increíble que una dama como tú haya vencido a mis guerreros-el hombre aplaudió-impresionante, realmente impresionante.
-…-la chica estaba sin palabras, nunca había visto a un hombre-sobre todo tan guapo como el chico-en esas… condiciones.
-¿Pero qué pasa, dulzura? ¿El lobo te comió la lengua?-dijo el hombre con sorna y burla logrando fastidiar a la exorcista.
-Cierra la boca imbécil. Entrega la inocencia-exigió sabiendo que él era el líder de la manada.
-No lo haré, cariño, disfruto mucho siendo humano y no dejaré esto por nada del mundo.
-Entonces te obligaré.
-Inténtalo si quieres-el hombre apareció detrás de ella logrando paralizarla-dulzura-un dolor agudo recorrió su cuello. La estaba mordiendo. Soltó un grito desgarrador y cayó inconsciente. El hombre la sostuvo antes de que cayera completamente. La cargó entre sus brazos, acunándola como si fuera un bebé y comenzó a caminar con ella en brazos.
Kanda había vencido a todos los lobos que, para su desgracia, le habían causado problemas. Su cabello estaba suelto y algo enmarañado, la parte superior de su traje estaba desgarrada y en su pecho se lucían tres grandes cortadas hechas por uno de los lobos.
De pronto escuchó un grito de Amy cosa que lo alertó. Comenzó a correr hacia donde se había escuchado el grito y cuando llegó vio a muchos hombres desnudos tirados en el piso, inconscientes. Notó que algunos pedazos de tela se encontraban tirados en el piso, pertenecían al uniforme de su compañera pero de ella, no había rastros. Algo muy malo debió pasarle como para que lograran tomarla prisionera. La llamó unas cuantas veces pero nadie respondió logrando
alertarlo.
Por alguna extraña razón la idea de que su compañera estuviera en peligro lo enloquecía de sobre manera. Pensó en la posibilidad de que ella estuviera muerta y eso lo angustió más. Gritó desesperado unas cuantas veces pero de nuevo le respondió un silencio sepulcral.
Notó un ligero rastro de sangre en el piso y decidió seguirlo. Supuso que la sangre era de su compañera y eso le incitó a correr, siguiendo el caminito de sangre que se había formado.
El camino terminaba en una cueva de la cual salía un pequeño resplandor, se adentró en ella y la imagen que vio lo dejó congelado y lleno de ira, odio, sorpresa y de nuevo ira.
Su compañera tirada en el piso, con el cuello vendado por un trapo viejo, encima de ella, un chico semidesnudo que la estaba besando. Lo peor de todo era que su compañera estaba inconsciente por lo que el “tipejo ese” se estaba aprovechando de ella.
-¡Oye tú! ¡Déjala!-gritó el samurái blandiendo su espada. El “tipejo ese” lo miró sin interés levantándose.
-¿Tú quien eres?
-El que va a patearte el trasero.
Ambos se lanzaron a atacar comenzando una sanguinaria pelea. Ninguno se rendía y se podría
decir que peleaban por la pelirroja que estaba tranquilamente dormida encima de una improvisada cama de hojas hecha por el lobo.
Kanda atacaba con su mugen y el otro había sacado sus garras que eran tan fuertes como el acero y filosas como la katana de Kanda. Ambos estaban muy heridos pero se negaban a rendirse.
-El ganador se queda con la dulzura-propuso el lobo con una sonrisa arrogante haciendo enfurecer más a Kanda.
-Su nombre es Amy, no “dulzura”-el espadachín hizo una muy mala imitación de la voz del hombre que se puso serio.
Ambos reanudaron la pelea sin saber que la joven ya había despertado y los miraba entre divertida y enojada. Divertida porque ambos estaban en una nubecita de polvo de la cual solo sobresalían piernas, brazos y la katana de Kanda. Enojada porque se sentía como si fuera un objeto, ¿Qué se creían esos dos como para apostarla? Al cabo de un rato se fastidió y detuvo la pelea adentrándose a la nubecita y golpeando a ambos hombres con su puño izquierdo mandándolos a volar ocasionando que se estrellaran contra las paredes de la cueva.
-Espero que con esto dejen de pelearse como niños pequeños. ¡¿Y quién les dio permiso de apostarme?!
-Dulzura-comenzó el lobo.
-Que se llama Amy, perro sarnoso.
-Como sea niñita.
-Se ve que no te has mirado en un río-masculló Kanda muy indignado.
-Como decía. Dulzura, así son las cosas, un macho tiene que luchar por su hembra.
-1.- No soy de nadie 2.- No soy un animal como para que me digas “hembra” y 3.- No seas animal ¡Oh! Se me olvidaba que en efecto, eres un animal-contra atacó la pelirroja sacándole una sonrisa arrogante a Kanda-no sonrías que también pienso lo mismo de ti, Kanda. Ahora, ya que ustedes dos, par de bestias, se han calmado, ¿Eres compatible con la inocencia verdad?
-En efecto.
-Bien. Tu intelecto es el mismo que el de un humano.
-Así es.
-En ese caso, vendrás con nosotros.
-¡¿Qué?!-exclamaron ambos hombres, aunque con diferentes tonos, el lobo lo decía muy feliz y Kanda, furioso.
-Así es, si manejas bien tu inocencia puedes convertirte en exorcista así que Kanda te prestará algo de su ropa y…
-¿Y porque yo?
-No creo que le queden bien mis vestidos. Como decía, Kanda te “Prestará”-remarcó la palabra-algo de su ropa y vendrás con nosotros para que inicies tu entrenamiento. Pero tienes que volver a la normalidad a los lobos.
-¿No tengo otra opción?-preguntó el lobo.
-No, no tienes-el hombre asintió fingiendo una cara de resignación aunque los dos exorcistas sabía que por dentro estaba brincando de la emoción-ahora nos queda otro asunto. ¿Cuál es tu nombre?
-Firulais o ¡Ya sé! Fido-sugirió Kanda.
-Muy graciosito niña-rió sarcásticamente el lobo-llámenme Wulfgar.
-Que original-dijo sarcásticamente Kanda ganando un zape por parte de su compañera.
-Bueno, Wulfgar. Bienvenido a la guerra-la chica le sonrió animadamente tendiéndole la mano.
Cuando este la tomó dispuesto a besarla, la pelirroja lo lanzó al aire estrellándolo contra el piso-no creas que no me di cuenta de que intentaste aprovecharte de mí, maldito degenerado.
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Yo: eso es todo, al fin subí el quinto cap. Espero les haya gustado y ¡Gracias por leer!
Por lo que decían los informes, se presentaban casos de lobos más grandes e inteligentes que los demás, alzó una ceja, divertida ante la ironía del asunto, Bucarest era conocido por ser el “Hogar” de los hombres lobo y ahora venían a avisarles que había ataques de lobos que presentaban las características normales en los hombres lobo. Incluso los lobos se convertían en humanos, muy salvajes pero humanos al fin y al cabo.
Soltó una ligera risa que llamó la atención de Kanda, ante la mirada interrogante por parte de su compañera ella negó con la cabeza restándole importancia al asunto. ¿Hombres lobo? Interesante.
Al llegar al bosque, leyó de los informes sobre la ubicación de la inocencia y se sorprendió, las coordenadas coincidían con el prado en el que jugaba a las escondidas con sus amigos.
-¿Sabes dónde queda?
-Sí, solía ir mucho con mis amigos en ese lugar. Es por aquí.
La chica saltó un tronco caído y comenzó a caminar siguiendo unas señas en los árboles. Sonrió con nostalgia y diversión ya que las marcas eran en realidad… conejitos. En esos tiempos el que hizo las marcas solo sabía dibujar eso. Kanda alzó una ceja ante las señales.
-El que hizo las marcas solo sabía dibujar eso-explicó la pelirroja entre risas, al parecer ya había pasado su ataque de llanto haciendo brotar una ligera sonrisa en los labios del espadachín.
El bosque comenzó a hacerse más sombrío, los árboles estaban secos y manchados con sangre de las víctimas de los lobos. Amy recordó cuando se encontró en una situación similar, corriendo por su vida para salvarse del psicópata que la secuestró. Siguieron a los conejitos llegando finalmente al prado antes bello y lleno de flores, ahora solo mostraba cadáveres putrefactos y un olor a muerte impregnado en el ambiente.
Amy soltó un gemido al inhalar el asqueroso olor de los muertos, entre ellos reconoció a uno, reciente al ver que no tenía gusanos y las moscas solo volaban sobre él. Ese cadáver era el de su maestro de inglés de la escuela.
-El señor Mackenzie.
-¿Lo conocías?-preguntó Kanda viendo al cadáver.
-Era mi maestro de inglés cuando tenía 9 años. Nunca me agradó pero… pobre.
-Esto está hecho un asco-comentó Kanda mirando la escena.
-Concuerdo contigo, arándano parlante. Pero veo que estos lobos representan bien su papel de
licántropos. Tendremos que esperar a que anochezca-dijo mirando al cielo.
-¿Por qué lo dices?
-En el informe decía que atacaban las noches de luna llena, si queremos encontrar la inocencia…
-Tendremos que esperar a que salgan.
-Exacto, tengo el presentimiento de que si vemos al macho alfa, conseguiremos la Inocencia.
-¿Crees que el macho alfa sea el causante?
-Tal vez… ¡El olor me está matando!-exclamó la chica para girar e internarse más al bosque.
-¿A dónde vas enana?
-Solo iré hasta donde el olor no sea tan penetrante. Sí sigo ahí vomitaré-y la joven tenía razón, no era una bonita vista la que tenían, cadáveres, algunos con gusanos en ellos.
Kanda la acompañó y se sentaron bajo un árbol esperando a que la noche los acogiera. Pasaron unas horas y algunos aullidos inundaron el lugar, ambos se levantaron de sus lugares preparando sus armas. Kanda activó su Mugen y Amy hizo aparecer una katana un tanto parecida a la de su compañero. Decidieron separarse para abarcar más terreno.
Kanda pronto se vio rodeado de lobos que empezaron a atacarlo al mismo tiempo, pero no
contaban con que el joven era tan buen guerrero y cuanto lobo lo atacaba, este lo cortaba con su
mugen.
En cuanto a Amy, ella caminaba tranquilamente, manteniéndose alerta por cualquier señal de movimiento. Estaba algo nerviosa, era su primera misión y no quería fallarle a Kanda ya que si eso pasaba, el espadachín no pararía de restregárselo en la cara.
Un ruido la alertó haciendo que sostuviera su katana con ambas manos y se agazapara, lista para atacar. Para su sorpresa, aparecieron varios hombres, todos con aspecto salvaje y… Desnudos. Cosa que ocasionó que la chica se sonrojara quedando del mismo color de su cabello.
-¡Me lleva!-exclamó cuando uno de los hombres, el de aspecto más feroz se lanzó contra ella con un rugido ensordecedor en la garganta. Amy reaccionó a tiempo logrando esquivar al hombre y golpeándolo en la nuca con el mango de su katana, enseguida otro se lanzó y pronto se vio en una situación bastante peligrosa, cuantos más golpeara más hombres aparecían pero fue capaz de acabar con ellos, claro que con algunas dificultades y terminó con su uniforme bastante rasgado-
¡Tomen eso perros! ¡Nadie puede con Amy Black!
-Ya lo veremos, dulzura-ante sus ojos apareció un apuesto hombre, muy alto, delgado pero con los músculos bien marcados, la piel blanca cubierta por algunas cicatrices y sangre coagulada, rasgos afilados y hermosos, cabello morado oscuro y despeinado cayendo hasta sus muslos, ojos afilados de color amarillo, las pupilas alargadas y una sonrisa arrogante adornando su rostro. Ella lo hubiera visto mal por como la había llamado pero había un pequeño e insignificante problema, lo único que cubría al hombre era un trapo viejo utilizado a modo de taparrabo-increíble que una dama como tú haya vencido a mis guerreros-el hombre aplaudió-impresionante, realmente impresionante.
-…-la chica estaba sin palabras, nunca había visto a un hombre-sobre todo tan guapo como el chico-en esas… condiciones.
-¿Pero qué pasa, dulzura? ¿El lobo te comió la lengua?-dijo el hombre con sorna y burla logrando fastidiar a la exorcista.
-Cierra la boca imbécil. Entrega la inocencia-exigió sabiendo que él era el líder de la manada.
-No lo haré, cariño, disfruto mucho siendo humano y no dejaré esto por nada del mundo.
-Entonces te obligaré.
-Inténtalo si quieres-el hombre apareció detrás de ella logrando paralizarla-dulzura-un dolor agudo recorrió su cuello. La estaba mordiendo. Soltó un grito desgarrador y cayó inconsciente. El hombre la sostuvo antes de que cayera completamente. La cargó entre sus brazos, acunándola como si fuera un bebé y comenzó a caminar con ella en brazos.
Kanda había vencido a todos los lobos que, para su desgracia, le habían causado problemas. Su cabello estaba suelto y algo enmarañado, la parte superior de su traje estaba desgarrada y en su pecho se lucían tres grandes cortadas hechas por uno de los lobos.
De pronto escuchó un grito de Amy cosa que lo alertó. Comenzó a correr hacia donde se había escuchado el grito y cuando llegó vio a muchos hombres desnudos tirados en el piso, inconscientes. Notó que algunos pedazos de tela se encontraban tirados en el piso, pertenecían al uniforme de su compañera pero de ella, no había rastros. Algo muy malo debió pasarle como para que lograran tomarla prisionera. La llamó unas cuantas veces pero nadie respondió logrando
alertarlo.
Por alguna extraña razón la idea de que su compañera estuviera en peligro lo enloquecía de sobre manera. Pensó en la posibilidad de que ella estuviera muerta y eso lo angustió más. Gritó desesperado unas cuantas veces pero de nuevo le respondió un silencio sepulcral.
Notó un ligero rastro de sangre en el piso y decidió seguirlo. Supuso que la sangre era de su compañera y eso le incitó a correr, siguiendo el caminito de sangre que se había formado.
El camino terminaba en una cueva de la cual salía un pequeño resplandor, se adentró en ella y la imagen que vio lo dejó congelado y lleno de ira, odio, sorpresa y de nuevo ira.
Su compañera tirada en el piso, con el cuello vendado por un trapo viejo, encima de ella, un chico semidesnudo que la estaba besando. Lo peor de todo era que su compañera estaba inconsciente por lo que el “tipejo ese” se estaba aprovechando de ella.
-¡Oye tú! ¡Déjala!-gritó el samurái blandiendo su espada. El “tipejo ese” lo miró sin interés levantándose.
-¿Tú quien eres?
-El que va a patearte el trasero.
Ambos se lanzaron a atacar comenzando una sanguinaria pelea. Ninguno se rendía y se podría
decir que peleaban por la pelirroja que estaba tranquilamente dormida encima de una improvisada cama de hojas hecha por el lobo.
Kanda atacaba con su mugen y el otro había sacado sus garras que eran tan fuertes como el acero y filosas como la katana de Kanda. Ambos estaban muy heridos pero se negaban a rendirse.
-El ganador se queda con la dulzura-propuso el lobo con una sonrisa arrogante haciendo enfurecer más a Kanda.
-Su nombre es Amy, no “dulzura”-el espadachín hizo una muy mala imitación de la voz del hombre que se puso serio.
Ambos reanudaron la pelea sin saber que la joven ya había despertado y los miraba entre divertida y enojada. Divertida porque ambos estaban en una nubecita de polvo de la cual solo sobresalían piernas, brazos y la katana de Kanda. Enojada porque se sentía como si fuera un objeto, ¿Qué se creían esos dos como para apostarla? Al cabo de un rato se fastidió y detuvo la pelea adentrándose a la nubecita y golpeando a ambos hombres con su puño izquierdo mandándolos a volar ocasionando que se estrellaran contra las paredes de la cueva.
-Espero que con esto dejen de pelearse como niños pequeños. ¡¿Y quién les dio permiso de apostarme?!
-Dulzura-comenzó el lobo.
-Que se llama Amy, perro sarnoso.
-Como sea niñita.
-Se ve que no te has mirado en un río-masculló Kanda muy indignado.
-Como decía. Dulzura, así son las cosas, un macho tiene que luchar por su hembra.
-1.- No soy de nadie 2.- No soy un animal como para que me digas “hembra” y 3.- No seas animal ¡Oh! Se me olvidaba que en efecto, eres un animal-contra atacó la pelirroja sacándole una sonrisa arrogante a Kanda-no sonrías que también pienso lo mismo de ti, Kanda. Ahora, ya que ustedes dos, par de bestias, se han calmado, ¿Eres compatible con la inocencia verdad?
-En efecto.
-Bien. Tu intelecto es el mismo que el de un humano.
-Así es.
-En ese caso, vendrás con nosotros.
-¡¿Qué?!-exclamaron ambos hombres, aunque con diferentes tonos, el lobo lo decía muy feliz y Kanda, furioso.
-Así es, si manejas bien tu inocencia puedes convertirte en exorcista así que Kanda te prestará algo de su ropa y…
-¿Y porque yo?
-No creo que le queden bien mis vestidos. Como decía, Kanda te “Prestará”-remarcó la palabra-algo de su ropa y vendrás con nosotros para que inicies tu entrenamiento. Pero tienes que volver a la normalidad a los lobos.
-¿No tengo otra opción?-preguntó el lobo.
-No, no tienes-el hombre asintió fingiendo una cara de resignación aunque los dos exorcistas sabía que por dentro estaba brincando de la emoción-ahora nos queda otro asunto. ¿Cuál es tu nombre?
-Firulais o ¡Ya sé! Fido-sugirió Kanda.
-Muy graciosito niña-rió sarcásticamente el lobo-llámenme Wulfgar.
-Que original-dijo sarcásticamente Kanda ganando un zape por parte de su compañera.
-Bueno, Wulfgar. Bienvenido a la guerra-la chica le sonrió animadamente tendiéndole la mano.
Cuando este la tomó dispuesto a besarla, la pelirroja lo lanzó al aire estrellándolo contra el piso-no creas que no me di cuenta de que intentaste aprovecharte de mí, maldito degenerado.
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Yo: eso es todo, al fin subí el quinto cap. Espero les haya gustado y ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
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Re: Problemas de una novata
jeje, esta bueno el cap. XD en algunas partes me hizo reir bien, sobretodo con los insultos de kanda y el lobo. esa parte me recordo a las peleas de kanda y allen y me gusto.
espero con impazencia el cap sexto. eres buena
espero con impazencia el cap sexto. eres buena
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Fecha de inscripción : 05/07/2010
Re: Problemas de una novata
Cap. 6 “Extraños sucesos”
Todos miraron sorprendidos al nuevo integrante de la Orden y era normal, aquél hombre era muy… peculiar. En sus ojos se distinguía un brillo salvaje y despedía un aire salvaje, como si en cualquier momento fuera a soltar un gruñido o a aullar, si tan solo supieran.
Entonces, el nuevo pasó con Komui para analizar su inocencia y asignarle a un equipo. Kanda solo lo miraba con odio, ni si quiera miraba así a Allen, por lo que todos dedujeron que entre ambos exorcistas existía una gran rivalidad. La única que parecía normal era la pelirroja que simplemente ignoraba las miradas que le dedicaba el lupino.
En todo el día no volvieron a ver a Wulfgar para alivio de Kanda y Amy que estaban un poco… nerviosos por el joven, aunque las razones eran muy diferentes y al ver las caras que ponían cuando mencionaban al de ojos amarillos, todos reían. El general deseaba que le asignaran al nuevo pero rápidamente lo callaban un furioso Kanda y una horrorizada Amy que aunque no tenía nada en contra del nuevo, si la ponía nerviosa las constantes miradas que este le dirigía.
-Oye, Amy-preguntó un confundido Mickey-¿Por qué te pones tan nerviosa cuando mencionan al nuevo?
-Algún día, te contaré pero por el momento le rezo a Dios, Buda, Anubis, Zeus y Chuck Norris que no lo asignen al equipo del General Tiedoll.
-¿Chuck Norris?
-No preguntes.
Todos quedaron con la duda sobre ese sujeto que mencionó la pelirroja la cual con una sonrisita nerviosa decidió retirarse a su cuarto. En el camino no dejó de pensar en Kanda y en su cara de enfado cuando peleaba contra Wulfgar, había sido totalmente gracioso pero… “Allen me mencionó que busca a una persona… ¿Me pregunto quién será? ¿Su novia?” Amy sintió algo resquebrajarse ante el pensamiento de que su compañero tuviera novia, era algo que… no soportaba, pero no le extrañaría, Kanda, si bien era un idiota enojón y bruto, era muy apuesto ¡¿Qué demonios?! ¡Kanda no era apuesto! Aunque tenía unos hermosos ojos tan profundos, rasgos tan afilados y hermosos contrastando con su ceño fruncido “Luna: párale ya, Amy, no te puedes enamorar de ese” Su contraparte tenía razón, no debía enamorarse de Kanda, solo saldría herida y no quería eso, no otra vez, sería demasiado para ella.
-Vas muy distraída-una voz resonó en el solitario pasillo, perteneciente al joven albino.
-Allen, sí, vengo un poco distraída.
-¿Es por Kanda?
-¿Qué te hace pensar eso?
-Se te notaba mucho, siempre pones esa mirada cuando peleas con él.
-¿Mirada?
-Sí, tus ojos se suavizan mucho.
-¿Y cómo notas eso, Allen?
-Etto…-el chico comenzó a ponerse nervioso y sudaba frío.
-Tranquilo hombre, no me tienes que decir si no quieres. Aunque supongo que eres muy observador… yo siempre te vi como alguien muy despistado, la verdad.
-Creo que de hecho, si soy despistado. Entonces… si pesabas en Kanda.
-Sí, sobre lo que me dijiste la vez pasada y sobre lo que me contó Tiedoll.
-¿Qué te contó el general?
-Eso creo que es un asunto privado y que prometí guardaría en secreto, lo siento.
-Entiendo, supongo que asuntos de equipo.
-Algo así-ambos se sonrieron amigablemente sintiendo un lazo formarse entre ellos, un sentimiento cálido y fraternal-oye, ¿Y Link? Se me hace raro que no esté contigo.
-Lo mandaron a un asunto extraño, confidencial, según él.
-Lástima, me agrada.
-¿Qué cosa?
-Link, me agrada-al notar la mirada de extrañeza de Allen se sonrojó-¿Qué?
-¿Te agrada Link? ¿Link?
-Sí, se ve que es buena persona aparte de que…
-¿De qué…?
-Es muy apuesto.
-¡¿Qué?! ¡¿Link apuesto?! ¡¿El inspector se te hace guapo?!
-Etto…
-¡Mi alumna está creciendo!-se escucharon unos lloriqueos por parte del hombre de cabellos despeinados-¡Yu, nuestra niña está
enamorada!
-¡No me digas Yu!-notó la intensa mirada de Kanda sobre ella y se sonrojó.
-General, no me enamoré de Link, solo pienso que es apuesto, nada más, solo eso, no exagere-explicó Amy sonrojada y moviendo
los brazos cómicamente en su forma chibi-además no es mi tipo a mi me vienen más las personas como… ¡Nadie!
-Vamos hija, dile a tu padre quien es de tu tipo-se escuchó una voz imponente detrás de la chica, Kanda se tensó, Allen miró
intimidado al hombre y Tiedoll tenía un brillo curioso en sus ojos-¿No piensas decirme, cielo?
-¡Papá! ¿Qué haces aquí?
-Es obvio, me uniré a la Orden.
-Pero ¡¿Y la milicia?! ¡¿Y tus amigos?!
-Mis amigos vienen también, la milicia no importa, prefiero tenerte de cerca y cuidarte a estar en casa todo angustiado y aburrido.
-¿Arrastraste al Teniente Charles, al Mayor Maximillian y a Kamui a este asunto de la Orden? ¡No puedes hacer eso papá!
-Puedo, lo hice y no me detendrás.
-Pero… pero…
-Nada de peros Cabo-se escuchó una voz más potente que la del hombre pelirrojo, un hombre alto, de músculos muy desarrollados, cabellos rubios y cortos ligeramente despeinados, piel blanca y ojos verdes se puso enfrente de Amy la cual se puso rígida-¿Acaso está desobedeciendo órdenes de un superior?
-¡No señor!
-Hombre, no seas tan rígido con la pequeña-apareció otro más bajo y delgado que el rubio, de cabellos castaños ni largos ni cortos, piel pálida y ojos color miel, de sonrisa amable y cálida-Cadete Amy-el hombre hizo un saludo militar que fue correspondido por la
chica.
-Ustedes y sus saludos militares-una voz suave inundó el pasillo, un apuesto hombre hizo aparición, de largos cabellos negros atados en una coleta alta, pero aún así los cabellos le llegaban a las rodillas, su rostro delicado y amable era enmarcado por unos cuantos mechones y su fleco cubría los azules ojos, un hombre increíblemente apuesto-Amy, que alegría verte.
-A mí también me da gusto, Kamui-la chica notó las miradas confundidas-y enojadas por parte del samurai-de sus compañeros-etto… chicos, ellos son mi familia: mi padre Roger, el teniente Charles-señaló al de cabellos castaños-el Mayor Maximillian-el hombre hizo un saludo militar-y Kamui, mi padrino-el hombre sonrió amablemente. La joven se giró a su familia y comenzó a presentar a sus amigos-ellos son el General Froi Tiedoll-el hombre sonrió y saludó con la mano-Allen Walker-el albino hizo una reverencia-y mi compañero Yuu Kanda.
-Tsk.
-Tú-Roger parecía enojado, miraba con ira al compañero de su hija que solo le devolvió la mirada, desafiante.
-¿Ya se conocían?
-Cuando fueron a Bucarest, tuve la desgracia de conocer al chico-masculló el pelirrojo con un fondo de llamas extendiéndose detrás de él.
-Bien, Amy, iremos a la cafetería, nos vemos después-dijo Kamui mientras los otros dos arrastraban a Roger que gritaba cosas como: “No dejaré a mi princesita con ese bastardo hijo del mal”-un placer conocerlos-el hombre siguió a sus amigos mientras trataba de calmar al coronel.
-Tu familia es muy… peculiar-mencionó Allen con una gotita recorriendo su sien.
-Algo pero… así los quiero.
-Tu padrino es muy joven.
-No creas, es más viejo que mi papá.
-¡¿Más viejo?!
-Sí, ya va para los 50-los tres exorcistas miraron impresionados a Amy-tiene 47 años y parece de 20, ¿Cómo le hace? No tengo ni la más mínima idea-mientras hablaban había comenzado a caminar seguida de sus compañeros-sí, Kanda también caminaba con ellos por más increíble que parezca-al doblar la esquina se topó con una hermosa joven de cabellos rubios, piel blanca y ojos azules que la miraba con cierta curiosidad plasmada en sus ojos.
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Yo: lamento mucho la tardanza pero al fin actualizo, espero les guste n.n ¡Gracias por leer!
Todos miraron sorprendidos al nuevo integrante de la Orden y era normal, aquél hombre era muy… peculiar. En sus ojos se distinguía un brillo salvaje y despedía un aire salvaje, como si en cualquier momento fuera a soltar un gruñido o a aullar, si tan solo supieran.
Entonces, el nuevo pasó con Komui para analizar su inocencia y asignarle a un equipo. Kanda solo lo miraba con odio, ni si quiera miraba así a Allen, por lo que todos dedujeron que entre ambos exorcistas existía una gran rivalidad. La única que parecía normal era la pelirroja que simplemente ignoraba las miradas que le dedicaba el lupino.
En todo el día no volvieron a ver a Wulfgar para alivio de Kanda y Amy que estaban un poco… nerviosos por el joven, aunque las razones eran muy diferentes y al ver las caras que ponían cuando mencionaban al de ojos amarillos, todos reían. El general deseaba que le asignaran al nuevo pero rápidamente lo callaban un furioso Kanda y una horrorizada Amy que aunque no tenía nada en contra del nuevo, si la ponía nerviosa las constantes miradas que este le dirigía.
-Oye, Amy-preguntó un confundido Mickey-¿Por qué te pones tan nerviosa cuando mencionan al nuevo?
-Algún día, te contaré pero por el momento le rezo a Dios, Buda, Anubis, Zeus y Chuck Norris que no lo asignen al equipo del General Tiedoll.
-¿Chuck Norris?
-No preguntes.
Todos quedaron con la duda sobre ese sujeto que mencionó la pelirroja la cual con una sonrisita nerviosa decidió retirarse a su cuarto. En el camino no dejó de pensar en Kanda y en su cara de enfado cuando peleaba contra Wulfgar, había sido totalmente gracioso pero… “Allen me mencionó que busca a una persona… ¿Me pregunto quién será? ¿Su novia?” Amy sintió algo resquebrajarse ante el pensamiento de que su compañero tuviera novia, era algo que… no soportaba, pero no le extrañaría, Kanda, si bien era un idiota enojón y bruto, era muy apuesto ¡¿Qué demonios?! ¡Kanda no era apuesto! Aunque tenía unos hermosos ojos tan profundos, rasgos tan afilados y hermosos contrastando con su ceño fruncido “Luna: párale ya, Amy, no te puedes enamorar de ese” Su contraparte tenía razón, no debía enamorarse de Kanda, solo saldría herida y no quería eso, no otra vez, sería demasiado para ella.
-Vas muy distraída-una voz resonó en el solitario pasillo, perteneciente al joven albino.
-Allen, sí, vengo un poco distraída.
-¿Es por Kanda?
-¿Qué te hace pensar eso?
-Se te notaba mucho, siempre pones esa mirada cuando peleas con él.
-¿Mirada?
-Sí, tus ojos se suavizan mucho.
-¿Y cómo notas eso, Allen?
-Etto…-el chico comenzó a ponerse nervioso y sudaba frío.
-Tranquilo hombre, no me tienes que decir si no quieres. Aunque supongo que eres muy observador… yo siempre te vi como alguien muy despistado, la verdad.
-Creo que de hecho, si soy despistado. Entonces… si pesabas en Kanda.
-Sí, sobre lo que me dijiste la vez pasada y sobre lo que me contó Tiedoll.
-¿Qué te contó el general?
-Eso creo que es un asunto privado y que prometí guardaría en secreto, lo siento.
-Entiendo, supongo que asuntos de equipo.
-Algo así-ambos se sonrieron amigablemente sintiendo un lazo formarse entre ellos, un sentimiento cálido y fraternal-oye, ¿Y Link? Se me hace raro que no esté contigo.
-Lo mandaron a un asunto extraño, confidencial, según él.
-Lástima, me agrada.
-¿Qué cosa?
-Link, me agrada-al notar la mirada de extrañeza de Allen se sonrojó-¿Qué?
-¿Te agrada Link? ¿Link?
-Sí, se ve que es buena persona aparte de que…
-¿De qué…?
-Es muy apuesto.
-¡¿Qué?! ¡¿Link apuesto?! ¡¿El inspector se te hace guapo?!
-Etto…
-¡Mi alumna está creciendo!-se escucharon unos lloriqueos por parte del hombre de cabellos despeinados-¡Yu, nuestra niña está
enamorada!
-¡No me digas Yu!-notó la intensa mirada de Kanda sobre ella y se sonrojó.
-General, no me enamoré de Link, solo pienso que es apuesto, nada más, solo eso, no exagere-explicó Amy sonrojada y moviendo
los brazos cómicamente en su forma chibi-además no es mi tipo a mi me vienen más las personas como… ¡Nadie!
-Vamos hija, dile a tu padre quien es de tu tipo-se escuchó una voz imponente detrás de la chica, Kanda se tensó, Allen miró
intimidado al hombre y Tiedoll tenía un brillo curioso en sus ojos-¿No piensas decirme, cielo?
-¡Papá! ¿Qué haces aquí?
-Es obvio, me uniré a la Orden.
-Pero ¡¿Y la milicia?! ¡¿Y tus amigos?!
-Mis amigos vienen también, la milicia no importa, prefiero tenerte de cerca y cuidarte a estar en casa todo angustiado y aburrido.
-¿Arrastraste al Teniente Charles, al Mayor Maximillian y a Kamui a este asunto de la Orden? ¡No puedes hacer eso papá!
-Puedo, lo hice y no me detendrás.
-Pero… pero…
-Nada de peros Cabo-se escuchó una voz más potente que la del hombre pelirrojo, un hombre alto, de músculos muy desarrollados, cabellos rubios y cortos ligeramente despeinados, piel blanca y ojos verdes se puso enfrente de Amy la cual se puso rígida-¿Acaso está desobedeciendo órdenes de un superior?
-¡No señor!
-Hombre, no seas tan rígido con la pequeña-apareció otro más bajo y delgado que el rubio, de cabellos castaños ni largos ni cortos, piel pálida y ojos color miel, de sonrisa amable y cálida-Cadete Amy-el hombre hizo un saludo militar que fue correspondido por la
chica.
-Ustedes y sus saludos militares-una voz suave inundó el pasillo, un apuesto hombre hizo aparición, de largos cabellos negros atados en una coleta alta, pero aún así los cabellos le llegaban a las rodillas, su rostro delicado y amable era enmarcado por unos cuantos mechones y su fleco cubría los azules ojos, un hombre increíblemente apuesto-Amy, que alegría verte.
-A mí también me da gusto, Kamui-la chica notó las miradas confundidas-y enojadas por parte del samurai-de sus compañeros-etto… chicos, ellos son mi familia: mi padre Roger, el teniente Charles-señaló al de cabellos castaños-el Mayor Maximillian-el hombre hizo un saludo militar-y Kamui, mi padrino-el hombre sonrió amablemente. La joven se giró a su familia y comenzó a presentar a sus amigos-ellos son el General Froi Tiedoll-el hombre sonrió y saludó con la mano-Allen Walker-el albino hizo una reverencia-y mi compañero Yuu Kanda.
-Tsk.
-Tú-Roger parecía enojado, miraba con ira al compañero de su hija que solo le devolvió la mirada, desafiante.
-¿Ya se conocían?
-Cuando fueron a Bucarest, tuve la desgracia de conocer al chico-masculló el pelirrojo con un fondo de llamas extendiéndose detrás de él.
-Bien, Amy, iremos a la cafetería, nos vemos después-dijo Kamui mientras los otros dos arrastraban a Roger que gritaba cosas como: “No dejaré a mi princesita con ese bastardo hijo del mal”-un placer conocerlos-el hombre siguió a sus amigos mientras trataba de calmar al coronel.
-Tu familia es muy… peculiar-mencionó Allen con una gotita recorriendo su sien.
-Algo pero… así los quiero.
-Tu padrino es muy joven.
-No creas, es más viejo que mi papá.
-¡¿Más viejo?!
-Sí, ya va para los 50-los tres exorcistas miraron impresionados a Amy-tiene 47 años y parece de 20, ¿Cómo le hace? No tengo ni la más mínima idea-mientras hablaban había comenzado a caminar seguida de sus compañeros-sí, Kanda también caminaba con ellos por más increíble que parezca-al doblar la esquina se topó con una hermosa joven de cabellos rubios, piel blanca y ojos azules que la miraba con cierta curiosidad plasmada en sus ojos.
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Yo: lamento mucho la tardanza pero al fin actualizo, espero les guste n.n ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
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Fecha de inscripción : 16/07/2010
Re: Problemas de una novata
wos!! esta super genial!!!
ya tenia ganas de que actualizases!!! (aun que no pasa nada ^^)
esta super bien!! y quando aparecio el padre de amy, me hizo mucha gracia.
pero esta todo super bien. adoro tu forma de escribir
tambien m eizo mucha gracia quando mencionaste a chuck norris XD ahi me parti
PD: esperare el 7 con ansias
ya tenia ganas de que actualizases!!! (aun que no pasa nada ^^)
esta super bien!! y quando aparecio el padre de amy, me hizo mucha gracia.
pero esta todo super bien. adoro tu forma de escribir
tambien m eizo mucha gracia quando mencionaste a chuck norris XD ahi me parti
PD: esperare el 7 con ansias
estrella roja- Miranda
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Humor : ¡¡¡¡¡quiero una guadaña!!!! XD
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Re: Problemas de una novata
Chuck Norris genial XD me dio risa eso aunque para muchos el es un Dios XD
Bueno sobre el capitulo me gusto mucho me hizo reir XD
esperare el 7
Bueno sobre el capitulo me gusto mucho me hizo reir XD
esperare el 7
Re: Problemas de una novata
Cap. 8 “Marian Cross”
Se pudo ver una oscura silueta entrar por la puerta de la cafetería, el porte de la sombra era orgulloso, prepotente. La sombra dio unos pasos adelante dando a conocer una cabellera roja, igual a la de Amy pero más larga, vestía con un uniforme de general algo extravagante, sobre todo por el sombrero. Nadja miró con curiosidad al hombre, no lo conocía, en cambio a Amy le pareció familiar de algún lado. La pelirroja sintió un aura oscura incrementarse a su lado, al girar se encontró con la imagen de un oscuro Allen que miraba con ojos de demonio al hombre que recién entraba.
El hombre se acercó a ellos con pasos seguros y arrogantes impresionando a la rubia y a la pelirroja, era la primera vez que veían a alguien caminar de esa forma, combinando la elegancia y porte de un rey con la arrogancia y desplantes de un niño mimado.
-Aprendiz idiota-dijo el hombre mirando a Allen.
-Maestro…-la voz de Allen era sombría, tratando de ocultar un profundo odio.
-¡¿Maestro?! ¡¿Este hombre es tu maestro?!-gritó la pelirroja totalmente sorprendida, pero no era para menos, Allen era educado, lindo, y bello pero ese hombre era… era… ¡Todo lo contrario!
-Por desgracia-admitió Allen.
-Vamos aprendiz idiota, dilo con más entusiasmo.
-¿Cómo podría decirlo con entusiasmo siendo tú su maestro, Cross?-cuestionó Tiedoll dando a conocer su desagrado hacia Marian Cross.
-Cross…-ese nombre ya lo había oído, pero no recordaba de donde.
-¿Quiénes son ellas, aprendiz idiota? ¿Tus novias?-preguntó el general al ver que las chicas estaban sentadas a ambos lados del joven albino.
-No maestro, son mis amigas, Nadja y Amy.
-“Mucho gusto, soy Nadja Soung”-escribió la rubia, Marian comprendió y supo que ella era la famosa exorcista que solo hablaba cuando activaba su inocencia, Komui le había hablado de ella pero jamás pensó que la chica fuera tan hermosa, tenía que conquistarla, no sería correcto desperdiciar una joya tan hermosa.
-¡Y yo soy Amy Black! Un placer-se presentó la joven extendiendo su mano, el general no la tomó, la miró a través de sus gafas reconociendo los rojizos cabellos y los ojos turquesas.
-Eres la hija de Roger-afirmó.
-¿Conoce a mi padre?
-A tu madre también, me rechazó para irse con tu padre aunque, heredaste la belleza de Elisa-el hombre levantó la barbilla de Amy haciendo que la adolescente le mirara directamente a los ojos y lo vio, ahí estaba el brillo que tanto había admirado de los ojos de Elisa.
-Cross, deja a mi hija-se escuchó la voz del coronel.
-Roger, es idéntica a Elisa pero con tu color de cabello.
-Sí, espero que no intentes seducirla como lo intentaste con mi esposa.
-Sí, por cierto ¿Cómo está ella?
-Murió hace 16 años.
-Lo lamento, las buenas mujeres siempre mueren primero.
-Sí, pero en su lugar quedó mi hija-el hombre se acercó y pasó su enorme brazo por los pequeños hombros de su hija-que por desgracia resultó ser compatible con la Inocencia y ahora es una exorcista.
-Sigues teniendo la misma impresión de nosotros, sin embargo-observó el modificado traje de buscador que portaba el hombre-perteneces a la Orden Negra.
-Para cuidar a mi mariposa.
-¿Y tus amigos?
-Max es un buscador, Charles y Kamui trabajan en el departamento de ciencias.
-Los arrastraste contigo.
-Sí.
-¡Papá!
-¿Quién es tu maestro, niña?-preguntó Marian sentándose al lado de la rubia la cual comenzó a
sentirse nerviosa ante la cercanía del general.
-Tiedoll-la chica señaló al hombre que sonreía con picardía mientras miraba al espadachín que estaba esperando su soba-¿Qué tanto ve, General?
-Nada pequeña, nada. Marie, trae a Yuu-el enorme estudiante del general fue por Kanda que a pesar de negarse, fue llevado a la mesa-hola Yuu.
-¡Que no me digas Yuu!-gritó el samurái-¿Qué quieres?
-Siéntate con tu familia Yuu, no es bueno que estés tan solo siempre.
-No siempre está solo, normalmente está con Amy-chan-dijo Allen con claras intensiones de molestar al samurái pero no contaba que con su comentario también molestaba a Amy la cual, con un leve empujón, lo tiró de su lugar-¡Amy!
-Eso te pasa por molestarme.
-Pero yo quería molestar a Bakanda, perdón.
-Está bien, pero no hagas ese tipo de comentarios, por favor-la chica le tendió la mano y ayudó al exorcista albino que miró apenado a la chica la cual le sonrió amablemente indicando que lo perdonaba. Kanda al ver la “romántica” escena no pudo evitar enojarse con Allen.
-¿Qué hay entre ustedes dos?-preguntó Roger un tanto celoso.
-¡Ah! No es lo que piensa señor-comenzó Allen muy nervioso-solo es mi amiga, nada más.
-Sí papá, solo es mi amigo, no le pongas tu mirada intimidante.
-Eso espero, Amy, eso espero-Roger estaba muy celoso, eso era obvio, pero el que realmente se veía enojado era el samurái, sus palillos estaban rotos y ocultaba sus ojos tras su flequillo-el mocoso está celoso-dijo mientras todos giraban a ver a Kanda.
-Kanda ¿Pasa algo?-se acercó la pelirroja cautelosamente, el joven la vio y se limitó a tomarla del brazo-¿Qué te pasa arándano con patas?
-Vamos a entrenar.
Para sorpresa de todos, Kanda arrastró a Amy la cual se negaba y pataleaba para librarse del agarre del samurái pero no podía, era demasiado fuerte para ella, este acto confirmó las sospechas de Nadja, esos dos estaban enamorados pero ninguno lo aceptaba, un plan macabro comenzó a formarse en su mente, escribió su plan en el cuaderno y se la mostró a Mickey el cual esbozó una sonrisa traviesa indicando que estaba de acuerdo con la rubia.
-Parece que se enamoró-mencionó Cross mientras fumaba.
-¿De qué habla, maestro?
-¿No lo notas aprendiz idiota? Kanda y Amy están enamorados.
-¡¿Qué?!-gritaron todos menos Nadja y Mickey, los cuales sonrieron.
-Sí-comenzó Mickey-Amy mira a Kanda con anhelo y ternura mientras que este la cuida y cela
mucho, más que Wulfgar.
-“Se ven lindos juntos”-escribió Nadja.
-Mi hija…-el coronel estaba horrorizado, su adorada hija estaba cayendo en las redes de un vil rufián que solo quería apoderarse de la inocencia-no el arma-de su pequeña, inocente, adorable e ingenua hija, la luz de sus ojos, su sol en los días nublados su…
-¡Ya para de susurrar cosas sin sentido Roger!-regañó Kamui-tu hija está enamorada y quizá le pase lo mismo que te pasó a ti con Elisa.
-Tal vez tengas razón Kamui, pero si ese idiota le hace daño a mi niña, sabes que las cosas se pondrán feas.
-Sabes que yo te apoyaría en ese caso-ambos hombres chocaron sus puños dándose una sonrisa amistosa.
-Por cierto compadre-dijo esto último en un perfecto español-¿De dónde saliste?
-Sabes que estoy en todos lados.
Soltaron unas risas extrañas que sonaban así: ¡Ja-Ja-Ja! A todos los presentes les apareció una gotita tipo anime mientras veían la inusual escena, con que de ahí Amy había sacado sus costumbres…muy interesante.
-No sé cómo demonios Elisa soportaba a Roger.
-“¿Ya conocía a los padres de Amy?”
-Sí, mi bella dama, los conocí unos años antes de que se casaran, yo era pretendiente de Elisa pero creo que es más que obvio que ella me rechazó por Roger que en esos tiempos era un
muchacho escuálido y sin gracia.
-¿El Sr. Black era escuálido?
-Sí, pero eso sí, era conocido por su “Puño eléctrico”
-Amy usa el “Puño de fuego”
-Parece que su hija heredó la misma fuerza.
-No te imaginas-mascullaron Doug, Wulfgar, Blake recordando cuando les pegó por primera vez,
había dolido, mucho.
-“¿Cómo era la mamá de Amy?”
-Era una mujer muy hermosa, Amy se parece mucho a ella exceptuando el cabello y la estatura, sus ojos brillaban muchos y eran turquesas, a diferencia de Amy, Elisa tenía una tonalidad más azulada que verdosa. Su piel era muy suave y tersa, sin ninguna peca-Roger estaba explicando, se había adelantado al general y ahora el coronel parecía perdido en sus recuerdos y sus ojos brillaban esplendorosamente-era tan delicada, como una muñeca de porcelana y tan dulce como la miel.
-“Estaba muy enamorado de ella”
-Sí, la amaba más que a mi propia vida y se lo demostré muchas veces.
-Entrando al ejército para ganarte el respeto de su padre, peleando con cualquier pretendiente, ejercitándote todos los días para hacer músculos, trabajaste como burro para tener dinero y así poderle comprar un costoso anillo de compromiso-enumeró el General.
-Que romántico-suspiró Lenalee-¿Y qué le pasó a su esposa, señor?
-Murió poco después de dar a luz, era demasiado… demasiado débil para soportar eso…
-¿Cómo reaccionó Amy cuando lo supo?-preguntó el General.
-No lo sé, yo… la dejé su tía Lizzie.
-No la criaste.
-No, la odiaba por haberme arrebatado a mi Elosa pero… más tarde comprendí que Amy no tenía la culpa, ella fue la única víctima en todo esto-suspiró el hombre-me arrepiento de haberme perdido gran parte de su vida. La dejé cuando era un bebé que había nacido prematuramente y cuando volví por ella, era una niña fría y triste.
-“¿Amy era fría? Pero si es muy alegre”-se sorprendió Nadja.
-No era así, no hablaba conmigo, se la pasaba encerrada en su cuarto jugando con sus muñecas o tocando su violín y yo la verdad solo la llevé conmigo porque no le quería seguir causando problemas a Elizabeth.
-¿Cuándo fue que realmente te preocupaste por ella?-preguntó Cross aunque sin mucho interés y viendo fijamente a Nadja que intentaba ignorarlo por todos los medios, aunque no es que se pudiera hacer mucho.
-Cuando casi muere-todos prestaron más atención-fue unas semanas luego de que llegara a mi casa, ella caminaba por la calle, yo regresaba del trabajo, iban a atropellar a un niño que en
realidad, era el hijo de Max, ella sin pensarlo se lanzó a empujarlo, como resultado, la atropellada fue ella. En ese momento me asusté mucho, la llevé al hospital y supe que Amy era lo más valioso en mi vida y que sin ella yo… yo ya no sería nada, es mi luz, la única razón por la que sigo vivo…
-¿Entonces el niño que Amy salvó es la hija del señor Max?-preguntó Allen.
-Sí, Kyle, desde entonces Amy, Kyle y Max Jr. Son inseparables, los gemelos no se separaban de Amy en el hospital y siempre la buscaban para llevarla a la escuela-el hombre suspiró-esos niños son todo lo contrario al mayor, enserio.
-Se ve por lo que nos cuenta-rió Allen-Kamui-san, ¿Usted tiene hijos?
-Sí, tengo uno de la edad de Amy, Naoji-
-¿Y por qué el no está aquí en la Orden?-preguntó Doug.
-Está en pleno entrenamiento para ser un samurái-explicó-pero el, al igual que los gemelos, no se separaba de Amy, de hecho está enamorado de ella desde prácticamente siempre.
-Pero Amy le dijo que solo lo veía como un hermano-continuó Roger-pero su relación sigue siendo la misma, es como si… compartieran cerebros, es realmente perturbador cuando terminan la frase del otro.
-Me imagino-rieron todos.
El ambiente ameno había vuelto, excepto cuando Allen tenía un arranque de furia recordando los malos momentos que había pasado al lado del General. Nadja, en cambio, se sentía atraída por el extravagante hombre, había algo en su aura que le llamaba insistentemente y aunque ella no lo supiera, lo mismo sucedía con el General, quien sabe, tal vez por fin el hombre sentaría cabeza… aunque eso sería muy extraño.
Se pudo ver una oscura silueta entrar por la puerta de la cafetería, el porte de la sombra era orgulloso, prepotente. La sombra dio unos pasos adelante dando a conocer una cabellera roja, igual a la de Amy pero más larga, vestía con un uniforme de general algo extravagante, sobre todo por el sombrero. Nadja miró con curiosidad al hombre, no lo conocía, en cambio a Amy le pareció familiar de algún lado. La pelirroja sintió un aura oscura incrementarse a su lado, al girar se encontró con la imagen de un oscuro Allen que miraba con ojos de demonio al hombre que recién entraba.
El hombre se acercó a ellos con pasos seguros y arrogantes impresionando a la rubia y a la pelirroja, era la primera vez que veían a alguien caminar de esa forma, combinando la elegancia y porte de un rey con la arrogancia y desplantes de un niño mimado.
-Aprendiz idiota-dijo el hombre mirando a Allen.
-Maestro…-la voz de Allen era sombría, tratando de ocultar un profundo odio.
-¡¿Maestro?! ¡¿Este hombre es tu maestro?!-gritó la pelirroja totalmente sorprendida, pero no era para menos, Allen era educado, lindo, y bello pero ese hombre era… era… ¡Todo lo contrario!
-Por desgracia-admitió Allen.
-Vamos aprendiz idiota, dilo con más entusiasmo.
-¿Cómo podría decirlo con entusiasmo siendo tú su maestro, Cross?-cuestionó Tiedoll dando a conocer su desagrado hacia Marian Cross.
-Cross…-ese nombre ya lo había oído, pero no recordaba de donde.
-¿Quiénes son ellas, aprendiz idiota? ¿Tus novias?-preguntó el general al ver que las chicas estaban sentadas a ambos lados del joven albino.
-No maestro, son mis amigas, Nadja y Amy.
-“Mucho gusto, soy Nadja Soung”-escribió la rubia, Marian comprendió y supo que ella era la famosa exorcista que solo hablaba cuando activaba su inocencia, Komui le había hablado de ella pero jamás pensó que la chica fuera tan hermosa, tenía que conquistarla, no sería correcto desperdiciar una joya tan hermosa.
-¡Y yo soy Amy Black! Un placer-se presentó la joven extendiendo su mano, el general no la tomó, la miró a través de sus gafas reconociendo los rojizos cabellos y los ojos turquesas.
-Eres la hija de Roger-afirmó.
-¿Conoce a mi padre?
-A tu madre también, me rechazó para irse con tu padre aunque, heredaste la belleza de Elisa-el hombre levantó la barbilla de Amy haciendo que la adolescente le mirara directamente a los ojos y lo vio, ahí estaba el brillo que tanto había admirado de los ojos de Elisa.
-Cross, deja a mi hija-se escuchó la voz del coronel.
-Roger, es idéntica a Elisa pero con tu color de cabello.
-Sí, espero que no intentes seducirla como lo intentaste con mi esposa.
-Sí, por cierto ¿Cómo está ella?
-Murió hace 16 años.
-Lo lamento, las buenas mujeres siempre mueren primero.
-Sí, pero en su lugar quedó mi hija-el hombre se acercó y pasó su enorme brazo por los pequeños hombros de su hija-que por desgracia resultó ser compatible con la Inocencia y ahora es una exorcista.
-Sigues teniendo la misma impresión de nosotros, sin embargo-observó el modificado traje de buscador que portaba el hombre-perteneces a la Orden Negra.
-Para cuidar a mi mariposa.
-¿Y tus amigos?
-Max es un buscador, Charles y Kamui trabajan en el departamento de ciencias.
-Los arrastraste contigo.
-Sí.
-¡Papá!
-¿Quién es tu maestro, niña?-preguntó Marian sentándose al lado de la rubia la cual comenzó a
sentirse nerviosa ante la cercanía del general.
-Tiedoll-la chica señaló al hombre que sonreía con picardía mientras miraba al espadachín que estaba esperando su soba-¿Qué tanto ve, General?
-Nada pequeña, nada. Marie, trae a Yuu-el enorme estudiante del general fue por Kanda que a pesar de negarse, fue llevado a la mesa-hola Yuu.
-¡Que no me digas Yuu!-gritó el samurái-¿Qué quieres?
-Siéntate con tu familia Yuu, no es bueno que estés tan solo siempre.
-No siempre está solo, normalmente está con Amy-chan-dijo Allen con claras intensiones de molestar al samurái pero no contaba que con su comentario también molestaba a Amy la cual, con un leve empujón, lo tiró de su lugar-¡Amy!
-Eso te pasa por molestarme.
-Pero yo quería molestar a Bakanda, perdón.
-Está bien, pero no hagas ese tipo de comentarios, por favor-la chica le tendió la mano y ayudó al exorcista albino que miró apenado a la chica la cual le sonrió amablemente indicando que lo perdonaba. Kanda al ver la “romántica” escena no pudo evitar enojarse con Allen.
-¿Qué hay entre ustedes dos?-preguntó Roger un tanto celoso.
-¡Ah! No es lo que piensa señor-comenzó Allen muy nervioso-solo es mi amiga, nada más.
-Sí papá, solo es mi amigo, no le pongas tu mirada intimidante.
-Eso espero, Amy, eso espero-Roger estaba muy celoso, eso era obvio, pero el que realmente se veía enojado era el samurái, sus palillos estaban rotos y ocultaba sus ojos tras su flequillo-el mocoso está celoso-dijo mientras todos giraban a ver a Kanda.
-Kanda ¿Pasa algo?-se acercó la pelirroja cautelosamente, el joven la vio y se limitó a tomarla del brazo-¿Qué te pasa arándano con patas?
-Vamos a entrenar.
Para sorpresa de todos, Kanda arrastró a Amy la cual se negaba y pataleaba para librarse del agarre del samurái pero no podía, era demasiado fuerte para ella, este acto confirmó las sospechas de Nadja, esos dos estaban enamorados pero ninguno lo aceptaba, un plan macabro comenzó a formarse en su mente, escribió su plan en el cuaderno y se la mostró a Mickey el cual esbozó una sonrisa traviesa indicando que estaba de acuerdo con la rubia.
-Parece que se enamoró-mencionó Cross mientras fumaba.
-¿De qué habla, maestro?
-¿No lo notas aprendiz idiota? Kanda y Amy están enamorados.
-¡¿Qué?!-gritaron todos menos Nadja y Mickey, los cuales sonrieron.
-Sí-comenzó Mickey-Amy mira a Kanda con anhelo y ternura mientras que este la cuida y cela
mucho, más que Wulfgar.
-“Se ven lindos juntos”-escribió Nadja.
-Mi hija…-el coronel estaba horrorizado, su adorada hija estaba cayendo en las redes de un vil rufián que solo quería apoderarse de la inocencia-no el arma-de su pequeña, inocente, adorable e ingenua hija, la luz de sus ojos, su sol en los días nublados su…
-¡Ya para de susurrar cosas sin sentido Roger!-regañó Kamui-tu hija está enamorada y quizá le pase lo mismo que te pasó a ti con Elisa.
-Tal vez tengas razón Kamui, pero si ese idiota le hace daño a mi niña, sabes que las cosas se pondrán feas.
-Sabes que yo te apoyaría en ese caso-ambos hombres chocaron sus puños dándose una sonrisa amistosa.
-Por cierto compadre-dijo esto último en un perfecto español-¿De dónde saliste?
-Sabes que estoy en todos lados.
Soltaron unas risas extrañas que sonaban así: ¡Ja-Ja-Ja! A todos los presentes les apareció una gotita tipo anime mientras veían la inusual escena, con que de ahí Amy había sacado sus costumbres…muy interesante.
-No sé cómo demonios Elisa soportaba a Roger.
-“¿Ya conocía a los padres de Amy?”
-Sí, mi bella dama, los conocí unos años antes de que se casaran, yo era pretendiente de Elisa pero creo que es más que obvio que ella me rechazó por Roger que en esos tiempos era un
muchacho escuálido y sin gracia.
-¿El Sr. Black era escuálido?
-Sí, pero eso sí, era conocido por su “Puño eléctrico”
-Amy usa el “Puño de fuego”
-Parece que su hija heredó la misma fuerza.
-No te imaginas-mascullaron Doug, Wulfgar, Blake recordando cuando les pegó por primera vez,
había dolido, mucho.
-“¿Cómo era la mamá de Amy?”
-Era una mujer muy hermosa, Amy se parece mucho a ella exceptuando el cabello y la estatura, sus ojos brillaban muchos y eran turquesas, a diferencia de Amy, Elisa tenía una tonalidad más azulada que verdosa. Su piel era muy suave y tersa, sin ninguna peca-Roger estaba explicando, se había adelantado al general y ahora el coronel parecía perdido en sus recuerdos y sus ojos brillaban esplendorosamente-era tan delicada, como una muñeca de porcelana y tan dulce como la miel.
-“Estaba muy enamorado de ella”
-Sí, la amaba más que a mi propia vida y se lo demostré muchas veces.
-Entrando al ejército para ganarte el respeto de su padre, peleando con cualquier pretendiente, ejercitándote todos los días para hacer músculos, trabajaste como burro para tener dinero y así poderle comprar un costoso anillo de compromiso-enumeró el General.
-Que romántico-suspiró Lenalee-¿Y qué le pasó a su esposa, señor?
-Murió poco después de dar a luz, era demasiado… demasiado débil para soportar eso…
-¿Cómo reaccionó Amy cuando lo supo?-preguntó el General.
-No lo sé, yo… la dejé su tía Lizzie.
-No la criaste.
-No, la odiaba por haberme arrebatado a mi Elosa pero… más tarde comprendí que Amy no tenía la culpa, ella fue la única víctima en todo esto-suspiró el hombre-me arrepiento de haberme perdido gran parte de su vida. La dejé cuando era un bebé que había nacido prematuramente y cuando volví por ella, era una niña fría y triste.
-“¿Amy era fría? Pero si es muy alegre”-se sorprendió Nadja.
-No era así, no hablaba conmigo, se la pasaba encerrada en su cuarto jugando con sus muñecas o tocando su violín y yo la verdad solo la llevé conmigo porque no le quería seguir causando problemas a Elizabeth.
-¿Cuándo fue que realmente te preocupaste por ella?-preguntó Cross aunque sin mucho interés y viendo fijamente a Nadja que intentaba ignorarlo por todos los medios, aunque no es que se pudiera hacer mucho.
-Cuando casi muere-todos prestaron más atención-fue unas semanas luego de que llegara a mi casa, ella caminaba por la calle, yo regresaba del trabajo, iban a atropellar a un niño que en
realidad, era el hijo de Max, ella sin pensarlo se lanzó a empujarlo, como resultado, la atropellada fue ella. En ese momento me asusté mucho, la llevé al hospital y supe que Amy era lo más valioso en mi vida y que sin ella yo… yo ya no sería nada, es mi luz, la única razón por la que sigo vivo…
-¿Entonces el niño que Amy salvó es la hija del señor Max?-preguntó Allen.
-Sí, Kyle, desde entonces Amy, Kyle y Max Jr. Son inseparables, los gemelos no se separaban de Amy en el hospital y siempre la buscaban para llevarla a la escuela-el hombre suspiró-esos niños son todo lo contrario al mayor, enserio.
-Se ve por lo que nos cuenta-rió Allen-Kamui-san, ¿Usted tiene hijos?
-Sí, tengo uno de la edad de Amy, Naoji-
-¿Y por qué el no está aquí en la Orden?-preguntó Doug.
-Está en pleno entrenamiento para ser un samurái-explicó-pero el, al igual que los gemelos, no se separaba de Amy, de hecho está enamorado de ella desde prácticamente siempre.
-Pero Amy le dijo que solo lo veía como un hermano-continuó Roger-pero su relación sigue siendo la misma, es como si… compartieran cerebros, es realmente perturbador cuando terminan la frase del otro.
-Me imagino-rieron todos.
El ambiente ameno había vuelto, excepto cuando Allen tenía un arranque de furia recordando los malos momentos que había pasado al lado del General. Nadja, en cambio, se sentía atraída por el extravagante hombre, había algo en su aura que le llamaba insistentemente y aunque ella no lo supiera, lo mismo sucedía con el General, quien sabe, tal vez por fin el hombre sentaría cabeza… aunque eso sería muy extraño.
Amy Black- Buscador
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Re: Problemas de una novata
waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1
que pasada de cap!!!
este no fue tanto de reir. pero esta bien de vez en quando poner
un cap de estos!!!
esta super genial de verdad!!! gracias por el cap
esperare el 9! con muchas granas >u<
que pasada de cap!!!
este no fue tanto de reir. pero esta bien de vez en quando poner
un cap de estos!!!
esta super genial de verdad!!! gracias por el cap
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estrella roja- Miranda
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Jue Feb 21, 2013 11:12 pm por kurasu-noah
» Test:¿A que personaje de la familia de noe te pareces?
Dom Ene 27, 2013 8:09 am por Delkavi
» Hola :)
Vie Oct 12, 2012 5:47 am por kloud
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Lun Ago 06, 2012 5:46 pm por AroaKamelot
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