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Problemas de una novata
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Re: Problemas de una novata
Cap. 9 “Sentimientos aceptados”
Kanda le daba estocadas certeras y mortíferas a su compañera la cual a duras penas podía defenderse, los movimientos del espadachín eran demasiado rápidos y acertados, nunca lo había visto entrenando de esa manera tan brutal. El cabello de ambos exorcistas estaba suelto y enmarañado, la pelirroja tenía múltiples cortadas en su cuerpo y el espadachín solo tenía un poco desgarrada la ropa, nada más. Amy decidió cambiar su arma a un escudo que la cubrió toda, eso le daría tiempo para recuperar un poco el aliento y así tal vez su compañero lograría calmarse... o eso esperaba.
-¡Abre el maldito escudo!- escuchaba como gritaba su compañero y sentía como intentaba traspasar su coraza, pero era imposible, ni si quiera un Akuma Nivel 4 podía.
-Hasta que te calmes, no entiendo porque estás tan enojado.
-¡No estoy enojado!-el espadachín, presa de su ira, golpeaba ahora con sus puños el escudo.
-Si lo estás, por favor cálmate.
Amy dejó de escuchar a su compañero y vacilante, ordenó a su arma anti-akuma deshacer el escudo, cuando este desapareció se encontró con la fiera mirada del samurái, fruncía el ceño. Amy se acercó a él lentamente, midiendo el aura agresiva que despedía su amigo, para su fortuna, se había calmado.
-Bien, ¿Ahora qué te sucede? No sueles atacarme de esa forma.
-Tsk.
-No me vengas con tu “Tsk” quiero una explicación concreta y en la que hagas uso de palabras.
-¿Para qué?
-¡¿Como que para qué?! Me tomas fuertemente del brazo y me obligas a entrenar para luego atacarme bruscamente, creo que merezco una explicación.
-Puedes seguir esperándola-el joven se giró para caminar a la salida pero un fuerte agarre en su brazo lo detuvo-¿Ahora qué quieres enana?
-Ya te dije, quiero una explicación y no te dejaré en paz hasta que me la des-la chica tenía las mejillas sonrojadas y su mirada brillaba, casi se podían distinguir reflejos rojizos en ellos, como llamas que crecían lentamente.
-Eres molesta.
-Y tu un... un... ¡Eres un maldito odioso! ¡Ni si quiera se para que me molesto en hablar contigo!
-Amy…
-¡Nada de Amy! ¡Yo respondo tus preguntas, intento estar a tu nivel para que te superes día a día, me preocupo por ti incluso... incluso...-por las mejillas de Amy corrían lágrimas, en todo el tiempo que la conocía era la segunda vez que la veía llorar-incluso he admitido que tú me... tú me gustas¡
-Lo lamento pero yo no te correspondo, eres demasiado infantil y me lo acabas de demostrar más, solo eres una mocosa débil que…-no pudo continuar porque Amy le había dado un fuerte golpe en la mejilla.
-¡Eres un imbécil!-la chica salió corriendo dejando a Kanda con la mejilla enrojecida.
En cuanto Amy, no paró de correr hasta que salió de la Orden y llegó al pueblo, la gente la veía pasar y se preguntaban que le había pasado a esa pelirroja. A pesar de las preguntas que le hacía la gente cuando ella pasaba, siguió corriendo hasta llegar al bosque en donde se permitió llorar con más libertad, gritaba y daba puñetazos a los árboles para tratar de calmarse, pero no podía, dolía demasiado. Susurraba levemente: "Idiota, Idiota, Idiota" Pero pronto algo la alertó, alguien estaba detrás de ella, se giró rápidamente y su rostro se contrajo en una mueca de horror, ese cabello blanco, ese sombrío porte, la sonrisa maniaca y esos ojos rojizos destilando crueldad. Era el mismo hombre que la había secuestrado hacía unos meses.
-Tú…-susurró Amy mirando al hombre vestido de negro que se acercaba a ella con pasos seguros.
-Hola mi hermosa mariposa-su voz era gruesa y grave-eres una niña muy traviesa, escapaste de mí dejándome solo y triste.
-Tú eres incapaz de sentir-Amy retrocedió pero se encontró con el árbol y pronto el hombre la tenía acorralada-aléjate de mí.
-No mi linda mariposa, no te dejaré ir otra vez-el extraño hombre acercó su rostro al cuello de Amy la cual estaba paralizada del miedo recordando las horribles torturas a las que fue sometida.
-¡Déjame!-al fin reaccionó y le asestó un fuerte puñetazo en el estómago pero contra todo pronóstico el hombre no se movió-¡Aléjate de mí!-continuó golpeando pero el hombre no se alejaba de ella, la sostuvo fuertemente de sus muñecas inmovilizándola.
-Tienes mucha fuerza, esos bastardos de la Orden Negra te han vuelto muy fuerte mariposa.
-Maldito, suéltame maldita sea-la chica se retorcía buscando zafarse del agarre del hombre pero este solo reía maniáticamente hasta que la pelirroja activó su inocencia-Dark, hilos-muchos hilos negros atravesaron al hombre, para sorpresa de Amy, estos hirieron y solo pudo decir algo-Noah…
-No mariposa, soy algo peor, un Demonio. Abel -la piel del hombre se tornó más blanca, sus ojos rojos brillaban diabólicamente y su cabello se tiñó de negro, hizo una reverencia con esa sonrisa tan maniática que lo caracterizaba.
-Maldita sea-la joven se puso en posición de defensa en espera a que Abel la atacara, pero ese momento nunca llegó, el demonio la miraba con esa estúpida sonrisa que la sacaba de quicio-¿Porqué no atacas?
-No podría hacerte daño.
-Noticia de último minuto, ya lo has hecho, demonio loco.
-Lamento eso, algunas veces no me controlo.
-¿Algunas veces?
-Bueno, la mayoría del tiempo me descontrolo pero es porque estoy loquito.
-…-la chica deshizo su posición, ese hombre era extraño, no atacaba, se excusaba de su comportamiento ¿Qué demonios planeaba?-entonces no piensas atacarme-el hombre negó con una maniaca sonrisa en el rostro-¿Entonces qué haces aquí?
-Te vi salir llorando de la Orden y vine a ver que te pasaba.
-¿Porqué?
-Se lo prometí a tu madre, cuidarte mucho.
-Pero entonces ¿Porqué me secuestraste y torturaste?
-Ya te lo dije, no me controlo, tu alma es demasiado pura para poder controlarme si quiera.
-No te creo nada, Abel-la chica pasó por un lado del demonio pero este le tomó delicadamente del
brazo-¿Qué pasa?
-¿Quieres ser más fuerte y que te dejen de tomar por una niña débil, cierto?
-Se que no soy débil.
-No, no lo eres pero tampoco has alcanzado todo tu potencial, por tu ataque puedo decirte que tu nivel de sincronización es apenas de un 85%
-¿Lo supiste con solo un ataque?
-Sí, no eres la primera exorcista a la que veo, mariposa mía-el demonio sonrió diabólicamente indicando que esos exorcistas que había visto terminaron siendo víctimas de su sed de sangre. Al ver los ojos del demonio brillar la chica se soltó y retrocedió manteniéndose en guardia-no te haré más daño, mariposa, lo prometo.
-¿Cómo puedo confiar en un demonio?
-No puedes, pero lo que si puedes es intentarlo.
-Supongo que tienes razón…
-Te dolió.
-¿Ah?
-Que ese chico te rechazara, te dolió.
-Sí, me dolió mucho pero ya me esperaba algo así, digo, es Kanda, el es así, frío, hundido eternamente en esa oscuridad que lo rodea…
-Ni si quiera es humano.
-Cállate.
-Te propongo algo, mariposa.
-¿Qué cosa?
-Ven conmigo, te entrenaré para que seas fuerte, para que puedas acabar con un Noah hasta con los ojos cerrados-el demonio se fue acercando cada vez más a ella que solo retrocedía con el acercamiento hasta que Abel la tomó del mentón obligándola a verlo a los ojos-te entrenaré para que ya no sientas dolor.
-¿Eso es posible?
-Para un demonio todo es posible, mariposa ¿Aceptas?
-¿Cuál es el precio?
-¿Precio?
-Nada en este mundo es gratis, todo tiene un precio.
-Tienes razón, el precio es…-el hombre se acercó al oído de la chica y le susurró algo que hizo que Amy esbozara una mueca de sorpresa y luego esta se transformó en una de terror-¿Qué me dices?
-¿Lo vale?
-Sí, lo vale.
-Acepto, Abel.
-Ve por tus cosas mariposita mía, mañana iremos al infierno.
Ambos fueron a la Orden, a ese recinto sagrado en el que ella había vivido por algunos meses, no fueron muchos, pero en ese tiempo se había encariñado con sus compañeros y hermanos de armas. Con Allen, Lavi, Lenalee, Komui, Miranda, Krory, Wulfgar, Blake, Doug, Mickey, El general Tiedoll, Marie, Nadja y… Kanda… No, ella solo era la compañera de Kanda, solo eso, se lo había dejado claro hacía unos minutos cuando ella le confesó sus sentimientos y el los había rechazado cruelmente.
Unas cuantas lágrimas brotaron de sus ojos, las limpió con fuerza dañando su piel pero eso no le importó, detestaba sentirse así, se sentía como una mariposa a la cual le habían desgarrado sus alas al quedar atrapada en la telaraña de una viuda negra.
Antes de entrar a la Orden, Abel detuvo a Amy que lo miró interrogante, este se acercó a ella y la besó en los labios. Era un beso apasionado, brusco, lleno de lujuria, digna de un demonio como lo era Abel. Amy a pesar de intentar no corresponder, terminó cediendo ante el beso.
Sintió un cosquilleo en la nuca, al separarse Abel se puso detrás de ella para besar su nuca. El demonio admiró como en la nuca de Amy aparecía una estrella invertida de cinco picos, verde con espirales plateados, en la estrella aparecieron unas cadenas negras que se enredaron en la estrella para luego rodear el cuello de Amy y de las cadenas caían gotitas de sangre. Amy Black era suya.
Siguieron caminando y pronto entraron al edificio y caminaron por los pasillos entrando a la cafetería, todos estaban ahí, incluido el arándano idiota y Leverrier. Todos se giraron a verlos, Amy tenía la cabeza baja y a su lado estaba Abel, que esbozaba su extraña sonrisa saludando a los demás. Amy cubría su cuello con su mano la cual estaba sangrante por una “herida” en el cuello.
Allen sintió una punzada en el pecho. A Kanda le embargó una pesada sensación en su pecho, como si le apretaran y le costara respirar. En cuanto a Roger, tenía un mal presentimiento y sintió un gran pánico, algo pasaba con su hijita.
***********************************************************************************************************************
Yo: de rápido porque se supone que tengo clases de matemáticas y estoy en la escuela, soy muy ruda MUAJAJAJA leo fics en la escuela frente al profe xDD bueno, este cap está corto pero espero lo disfruten ¡Gracias por leer!
Kanda le daba estocadas certeras y mortíferas a su compañera la cual a duras penas podía defenderse, los movimientos del espadachín eran demasiado rápidos y acertados, nunca lo había visto entrenando de esa manera tan brutal. El cabello de ambos exorcistas estaba suelto y enmarañado, la pelirroja tenía múltiples cortadas en su cuerpo y el espadachín solo tenía un poco desgarrada la ropa, nada más. Amy decidió cambiar su arma a un escudo que la cubrió toda, eso le daría tiempo para recuperar un poco el aliento y así tal vez su compañero lograría calmarse... o eso esperaba.
-¡Abre el maldito escudo!- escuchaba como gritaba su compañero y sentía como intentaba traspasar su coraza, pero era imposible, ni si quiera un Akuma Nivel 4 podía.
-Hasta que te calmes, no entiendo porque estás tan enojado.
-¡No estoy enojado!-el espadachín, presa de su ira, golpeaba ahora con sus puños el escudo.
-Si lo estás, por favor cálmate.
Amy dejó de escuchar a su compañero y vacilante, ordenó a su arma anti-akuma deshacer el escudo, cuando este desapareció se encontró con la fiera mirada del samurái, fruncía el ceño. Amy se acercó a él lentamente, midiendo el aura agresiva que despedía su amigo, para su fortuna, se había calmado.
-Bien, ¿Ahora qué te sucede? No sueles atacarme de esa forma.
-Tsk.
-No me vengas con tu “Tsk” quiero una explicación concreta y en la que hagas uso de palabras.
-¿Para qué?
-¡¿Como que para qué?! Me tomas fuertemente del brazo y me obligas a entrenar para luego atacarme bruscamente, creo que merezco una explicación.
-Puedes seguir esperándola-el joven se giró para caminar a la salida pero un fuerte agarre en su brazo lo detuvo-¿Ahora qué quieres enana?
-Ya te dije, quiero una explicación y no te dejaré en paz hasta que me la des-la chica tenía las mejillas sonrojadas y su mirada brillaba, casi se podían distinguir reflejos rojizos en ellos, como llamas que crecían lentamente.
-Eres molesta.
-Y tu un... un... ¡Eres un maldito odioso! ¡Ni si quiera se para que me molesto en hablar contigo!
-Amy…
-¡Nada de Amy! ¡Yo respondo tus preguntas, intento estar a tu nivel para que te superes día a día, me preocupo por ti incluso... incluso...-por las mejillas de Amy corrían lágrimas, en todo el tiempo que la conocía era la segunda vez que la veía llorar-incluso he admitido que tú me... tú me gustas¡
-Lo lamento pero yo no te correspondo, eres demasiado infantil y me lo acabas de demostrar más, solo eres una mocosa débil que…-no pudo continuar porque Amy le había dado un fuerte golpe en la mejilla.
-¡Eres un imbécil!-la chica salió corriendo dejando a Kanda con la mejilla enrojecida.
En cuanto Amy, no paró de correr hasta que salió de la Orden y llegó al pueblo, la gente la veía pasar y se preguntaban que le había pasado a esa pelirroja. A pesar de las preguntas que le hacía la gente cuando ella pasaba, siguió corriendo hasta llegar al bosque en donde se permitió llorar con más libertad, gritaba y daba puñetazos a los árboles para tratar de calmarse, pero no podía, dolía demasiado. Susurraba levemente: "Idiota, Idiota, Idiota" Pero pronto algo la alertó, alguien estaba detrás de ella, se giró rápidamente y su rostro se contrajo en una mueca de horror, ese cabello blanco, ese sombrío porte, la sonrisa maniaca y esos ojos rojizos destilando crueldad. Era el mismo hombre que la había secuestrado hacía unos meses.
-Tú…-susurró Amy mirando al hombre vestido de negro que se acercaba a ella con pasos seguros.
-Hola mi hermosa mariposa-su voz era gruesa y grave-eres una niña muy traviesa, escapaste de mí dejándome solo y triste.
-Tú eres incapaz de sentir-Amy retrocedió pero se encontró con el árbol y pronto el hombre la tenía acorralada-aléjate de mí.
-No mi linda mariposa, no te dejaré ir otra vez-el extraño hombre acercó su rostro al cuello de Amy la cual estaba paralizada del miedo recordando las horribles torturas a las que fue sometida.
-¡Déjame!-al fin reaccionó y le asestó un fuerte puñetazo en el estómago pero contra todo pronóstico el hombre no se movió-¡Aléjate de mí!-continuó golpeando pero el hombre no se alejaba de ella, la sostuvo fuertemente de sus muñecas inmovilizándola.
-Tienes mucha fuerza, esos bastardos de la Orden Negra te han vuelto muy fuerte mariposa.
-Maldito, suéltame maldita sea-la chica se retorcía buscando zafarse del agarre del hombre pero este solo reía maniáticamente hasta que la pelirroja activó su inocencia-Dark, hilos-muchos hilos negros atravesaron al hombre, para sorpresa de Amy, estos hirieron y solo pudo decir algo-Noah…
-No mariposa, soy algo peor, un Demonio. Abel -la piel del hombre se tornó más blanca, sus ojos rojos brillaban diabólicamente y su cabello se tiñó de negro, hizo una reverencia con esa sonrisa tan maniática que lo caracterizaba.
-Maldita sea-la joven se puso en posición de defensa en espera a que Abel la atacara, pero ese momento nunca llegó, el demonio la miraba con esa estúpida sonrisa que la sacaba de quicio-¿Porqué no atacas?
-No podría hacerte daño.
-Noticia de último minuto, ya lo has hecho, demonio loco.
-Lamento eso, algunas veces no me controlo.
-¿Algunas veces?
-Bueno, la mayoría del tiempo me descontrolo pero es porque estoy loquito.
-…-la chica deshizo su posición, ese hombre era extraño, no atacaba, se excusaba de su comportamiento ¿Qué demonios planeaba?-entonces no piensas atacarme-el hombre negó con una maniaca sonrisa en el rostro-¿Entonces qué haces aquí?
-Te vi salir llorando de la Orden y vine a ver que te pasaba.
-¿Porqué?
-Se lo prometí a tu madre, cuidarte mucho.
-Pero entonces ¿Porqué me secuestraste y torturaste?
-Ya te lo dije, no me controlo, tu alma es demasiado pura para poder controlarme si quiera.
-No te creo nada, Abel-la chica pasó por un lado del demonio pero este le tomó delicadamente del
brazo-¿Qué pasa?
-¿Quieres ser más fuerte y que te dejen de tomar por una niña débil, cierto?
-Se que no soy débil.
-No, no lo eres pero tampoco has alcanzado todo tu potencial, por tu ataque puedo decirte que tu nivel de sincronización es apenas de un 85%
-¿Lo supiste con solo un ataque?
-Sí, no eres la primera exorcista a la que veo, mariposa mía-el demonio sonrió diabólicamente indicando que esos exorcistas que había visto terminaron siendo víctimas de su sed de sangre. Al ver los ojos del demonio brillar la chica se soltó y retrocedió manteniéndose en guardia-no te haré más daño, mariposa, lo prometo.
-¿Cómo puedo confiar en un demonio?
-No puedes, pero lo que si puedes es intentarlo.
-Supongo que tienes razón…
-Te dolió.
-¿Ah?
-Que ese chico te rechazara, te dolió.
-Sí, me dolió mucho pero ya me esperaba algo así, digo, es Kanda, el es así, frío, hundido eternamente en esa oscuridad que lo rodea…
-Ni si quiera es humano.
-Cállate.
-Te propongo algo, mariposa.
-¿Qué cosa?
-Ven conmigo, te entrenaré para que seas fuerte, para que puedas acabar con un Noah hasta con los ojos cerrados-el demonio se fue acercando cada vez más a ella que solo retrocedía con el acercamiento hasta que Abel la tomó del mentón obligándola a verlo a los ojos-te entrenaré para que ya no sientas dolor.
-¿Eso es posible?
-Para un demonio todo es posible, mariposa ¿Aceptas?
-¿Cuál es el precio?
-¿Precio?
-Nada en este mundo es gratis, todo tiene un precio.
-Tienes razón, el precio es…-el hombre se acercó al oído de la chica y le susurró algo que hizo que Amy esbozara una mueca de sorpresa y luego esta se transformó en una de terror-¿Qué me dices?
-¿Lo vale?
-Sí, lo vale.
-Acepto, Abel.
-Ve por tus cosas mariposita mía, mañana iremos al infierno.
Ambos fueron a la Orden, a ese recinto sagrado en el que ella había vivido por algunos meses, no fueron muchos, pero en ese tiempo se había encariñado con sus compañeros y hermanos de armas. Con Allen, Lavi, Lenalee, Komui, Miranda, Krory, Wulfgar, Blake, Doug, Mickey, El general Tiedoll, Marie, Nadja y… Kanda… No, ella solo era la compañera de Kanda, solo eso, se lo había dejado claro hacía unos minutos cuando ella le confesó sus sentimientos y el los había rechazado cruelmente.
Unas cuantas lágrimas brotaron de sus ojos, las limpió con fuerza dañando su piel pero eso no le importó, detestaba sentirse así, se sentía como una mariposa a la cual le habían desgarrado sus alas al quedar atrapada en la telaraña de una viuda negra.
Antes de entrar a la Orden, Abel detuvo a Amy que lo miró interrogante, este se acercó a ella y la besó en los labios. Era un beso apasionado, brusco, lleno de lujuria, digna de un demonio como lo era Abel. Amy a pesar de intentar no corresponder, terminó cediendo ante el beso.
Sintió un cosquilleo en la nuca, al separarse Abel se puso detrás de ella para besar su nuca. El demonio admiró como en la nuca de Amy aparecía una estrella invertida de cinco picos, verde con espirales plateados, en la estrella aparecieron unas cadenas negras que se enredaron en la estrella para luego rodear el cuello de Amy y de las cadenas caían gotitas de sangre. Amy Black era suya.
Siguieron caminando y pronto entraron al edificio y caminaron por los pasillos entrando a la cafetería, todos estaban ahí, incluido el arándano idiota y Leverrier. Todos se giraron a verlos, Amy tenía la cabeza baja y a su lado estaba Abel, que esbozaba su extraña sonrisa saludando a los demás. Amy cubría su cuello con su mano la cual estaba sangrante por una “herida” en el cuello.
Allen sintió una punzada en el pecho. A Kanda le embargó una pesada sensación en su pecho, como si le apretaran y le costara respirar. En cuanto a Roger, tenía un mal presentimiento y sintió un gran pánico, algo pasaba con su hijita.
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Yo: de rápido porque se supone que tengo clases de matemáticas y estoy en la escuela, soy muy ruda MUAJAJAJA leo fics en la escuela frente al profe xDD bueno, este cap está corto pero espero lo disfruten ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
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Edad : 30
Empleo /Ocio : Escribir, escuchar música y leer
Fecha de inscripción : 16/07/2010
Re: Problemas de una novata
waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!
que lindo capitulo!!!
me gusto mucho este cap la verdad
me has dejado con el gustillo ese de saber lo que pasa
plis sube el 10 rapido!!
(sin presiones xD) en verdad em gusto mucho este cap!!
y eso de la estrella en la nuca y la cadena OoO wow!
muy original la verdad! me gusto mucho!!!!
bueno esperare el proximo!!!! WoW
PD: lol!! en clase de mates y tu en el foro escribiendo un fan-fic!!!
xD lol muy buena!!! y si que eres ruda xD
que lindo capitulo!!!
me gusto mucho este cap la verdad
me has dejado con el gustillo ese de saber lo que pasa
plis sube el 10 rapido!!
(sin presiones xD) en verdad em gusto mucho este cap!!
y eso de la estrella en la nuca y la cadena OoO wow!
muy original la verdad! me gusto mucho!!!!
bueno esperare el proximo!!!! WoW
PD: lol!! en clase de mates y tu en el foro escribiendo un fan-fic!!!
xD lol muy buena!!! y si que eres ruda xD
estrella roja- Miranda
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Edad : 29
Localización : en una isla maldita
Empleo /Ocio : aprendiz de bruja
Humor : ¡¡¡¡¡quiero una guadaña!!!! XD
Fecha de inscripción : 05/07/2010
Re: Problemas de una novata
Cap. 10 “Hasta pronto, mi amado Kanda”
El hombre sonreía macabramente, daba un aura demoniaca, para nada humana y todos estaban paralizados, ni si quiera El Conde emanaba esa energía y se preguntaban ¿Cómo es que Amy estaba al lado del hombre sin ningún problema? hasta parecía estar cómoda a pesar de las lágrimas que corrían por su rostro.
Roger se acercó hasta ella pero cuando faltaban unos cuantos metros no pudo moverse más, su vista comenzó a nublarse y detectó la fuerza asesina que provenía del albino que pasaba su brazo por los hombros de Amy.
Allen intentó lo mismo pero el, por alguna extraña razón pudo acercarse a Amy, aunque tuvo ciertos problemas, pero al llegar a la pelirroja la separó rápidamente del hombre que soltó una estrepitosa carcajada. Ignorando eso, Allen llevó a Amy hasta el lado donde estaban todos.
-Amy ¿Quién es él?-cuestionó Roger una vez pudo moverse.
-Su nombre es Abel, conoció a mamá…
-¿Y de donde lo conoces tú?
-Él fue el que me secuestró…-muchos ante esa revelación se sorprendieron, solo tres no miraron sorprendidos a la pelirroja.
-Tú… ¡Maldito, tú le hiciste eso a Amy!-gritó Blake lanzándose hacia el hombre cegado en ira pero a mitad del camino una fuerza lo lanzó hasta estrellarse contra la pared de la cafetería-tú la dejaste en ese estado, casi la matas de hambre y de sed, la tuviste en esas pésimas condiciones y aún así… ¡Aún así tienes la maldita vergüenza de tocarla!
Lenalee soltó un grito de terror, ella había visto a Amy cuando la habían llevado a la Orden, se veía horrible, herida, nunca había visto a una persona con ese aspecto, ni si quiera cuando habían salido del arca.
-Sí, lo hice-rió el hombre cubriendo su boca con sus largos dedos mostrando unas afiladas uñas negras-pero que puedo decir, no me pude resistir a mi hermosa Amy, es tan linda que simplemente me descontrolo.
-¡Eres un demonio!
-¿Tan obvio soy? Amy, dijiste que me veía como un ser humano cualquiera.
-Sólo dije que no te veías como un demonio-susurró Amy con voz ausente
-Un demonio-dijo Leverrier-aliado del Conde supongo.
-Está equivocado, odio al Conde tanto como odio a su Dios. Deseo la destrucción de ambos fervientemente pero, por desgracia no ha llegado el día en el que vea caer a los dos mientras se destruyen entre ambos.
-Eres un cínico.
-Lo sé.
-“Amy ¿Qué sucede?”-escribió Nadja con un mal presentimiento.
-Me iré un tiempo con Abel.
-¡¿Qué?!-exclamó Kanda con una mueca de enojo en su rostro-no puedes hacer eso enana.
-Será por un tiempo, si me voy con él dejaré de ser una mocosa débil.
-Amy no lo ha…-continuó el Samurái pero fue interrumpido de nuevo por Amy.
-¡Cállate! Me dejaste muy claro que para ti no soy nada… solo tu compañera de equipo… creí que eras mi amigo pero veo que me equivoqué…
-No le hagas caso a Yuu-kun, Amy-chan, ya sabes cómo es-intentó detenerla el general Tiedoll.
-Mi enojo hacia él va más allá de eso, General-fue ahí cuando tanto Roger como Tiedoll se dieron cuenta de lo que había pasado entre esos dos y se resignaron a que la pequeña que tanto quería se iría con un demonio-
-Solo respóndeme una pregunta, mi cielo-se acercó Kamui con su mirada amable-¿Realmente quieres llevar un entrenamiento del infierno?
-¿Cómo sabes…?
-Hay cosas de mí que no conoces, amor.
-Sí quiero, padrino, si consigo terminar este entrenamiento podré ser capaz de derrotar a un Noah sin necesidad de usar mi arma anti-akuma y seré más fuerte, seré digna de ser hija de mis padres, tu ahijada, alumna del general y compañera de entrenamiento de uno de los mejores exorcistas de la Orden.
-Con esta decisión ya eres más que digna, mariposa-dijo Kamui.
-Mariposa…
-Sí, me recuerdas mucho a una, creo que no soy el primero que piensa eso, ¿No Abel?
-Cierto Caín, muy cierto.
-¿Lo conoces?
-Sí Roger, como no conocer a mi hermano menor.
-Cada día me sorprendes más-negó el hombre siendo secundado por Charles y Max.
-Amy, eres como la hija que nunca tuve, ten cuidado y regresa pronto-dijo Tiedoll con lágrimas en los ojos.
-Lo haré general, cuando vuelva le prometo no volver a abandonar la Orden.
-Eso espero hija.
-Nadja-chan, me alegró conocerte, espero que seamos muy buenas amigas.
-“Tenlo por seguro Amy”
La chica se despidió de todos, muchos lloraban cosa que enojaba a Abel que había decidido esperar afuera, demasiados sentimentalismos humanos para él y contaba los segundos para largarse de ese condenado lugar en el que reinaba Dios. Amy finalmente llegó a los últimos: Allen y Kanda.
-Te extrañaré Amy, era divertido ver tus “Puños de fuego”
-Sí, lo sé, pero ya verás que cuando vuelva, mis puños serán más... ardientes.
-Cuando eso pase, espero que entrenes conmigo, sería un entrenamiento interesante.
-Sin duda alguna-la chica se giró a Kanda y su sonrisa se desvaneció-Kanda…
-Amy. No retiraré lo que he dicho, eres una mocosa…
-Y tu un odioso desgracia-el joven había cubierto la boca de Amy con la suya propio sorprendiendo a todos.
-Deberías aprender a callarte, enana.
-¡Eres un idiota!
-Sí, como sea, ahora déjame continuar y no me interrumpas. Eres una mocosa infantil pero… no eres débil, solo lo dije sin pensar.
-No me digas que te disculparás.
-No lo haré.
-Arándano idiota.
-Cuando regreses espero que tus ataques sean mucho mejor, estoy cansado de tener que pelear
a tu nivel.
-Cuando regrese, Kanda, patearé tu trasero te voy a golpear hasta que me pidas piedad.
-Sabes que eso no pasará.
-Ya lo veremos.
Ambos se miraron intensamente, Amy pasaba lo que sentía a Kanda por medio de sus ojos y este, aunque se debatía entre “Esa persona” y Amy, le devolvía la mirada a la pelirroja, imposible no hacerlo con esos profundos ojos turquesas que solían mirarle con amabilidad y enojo.
-Hasta pronto, mi amado Kanda-se puso de puntitas y besó ligeramente los labios de Kanda, solo fue un suave roce, nada impresionante pero hizo que los corazones de ambos exorcistas latieran con más fuerza.
Kanda miró como Amy salía de la cafetería tras un fuerte abrazo con su padre y tras los acosos de Wulfgar que fue detenido por los tres exorcistas con los que estaba Amy. Quizá Amy era… esa persona.
Amy corría, había besado a Kanda, al estúpido arándano, si que estaba loca pero sabía que si no lo hacía se arrepentiría por siempre. Llegó hasta su nuevo maestro y con una mirada llena de determinación, comenzaron a caminar rumbo a su lugar de entrenamiento… El Infierno.
***********************************************************************************************************************
Yo: lamento la tardanza, se que no merezco perdón pero he tenido muchas cosas en la cabeza y en mi vida se han presentado ciertas situaciones que me han dejado con el cerebro seco y sin poder funcionar correctamente, quizá el cap. 12 tarde DEMASIADO en subirlo, desde ahora aviso, pero como dije, se me han presentado varias cosas como el hecho de que ma cambiarán de escuela y siempre es un rollo con eso, en cuanto tenga por lo menos la mitad del 12 que espero sea pronto, subiré el 11 que ya lo tengo listo, mis más sinceras disculpas, Feliz Navidad y Feliz año nuevo... atrasados pero la intensión es lo que cuenta, hasta pronto y ¡Gracias por leer!
El hombre sonreía macabramente, daba un aura demoniaca, para nada humana y todos estaban paralizados, ni si quiera El Conde emanaba esa energía y se preguntaban ¿Cómo es que Amy estaba al lado del hombre sin ningún problema? hasta parecía estar cómoda a pesar de las lágrimas que corrían por su rostro.
Roger se acercó hasta ella pero cuando faltaban unos cuantos metros no pudo moverse más, su vista comenzó a nublarse y detectó la fuerza asesina que provenía del albino que pasaba su brazo por los hombros de Amy.
Allen intentó lo mismo pero el, por alguna extraña razón pudo acercarse a Amy, aunque tuvo ciertos problemas, pero al llegar a la pelirroja la separó rápidamente del hombre que soltó una estrepitosa carcajada. Ignorando eso, Allen llevó a Amy hasta el lado donde estaban todos.
-Amy ¿Quién es él?-cuestionó Roger una vez pudo moverse.
-Su nombre es Abel, conoció a mamá…
-¿Y de donde lo conoces tú?
-Él fue el que me secuestró…-muchos ante esa revelación se sorprendieron, solo tres no miraron sorprendidos a la pelirroja.
-Tú… ¡Maldito, tú le hiciste eso a Amy!-gritó Blake lanzándose hacia el hombre cegado en ira pero a mitad del camino una fuerza lo lanzó hasta estrellarse contra la pared de la cafetería-tú la dejaste en ese estado, casi la matas de hambre y de sed, la tuviste en esas pésimas condiciones y aún así… ¡Aún así tienes la maldita vergüenza de tocarla!
Lenalee soltó un grito de terror, ella había visto a Amy cuando la habían llevado a la Orden, se veía horrible, herida, nunca había visto a una persona con ese aspecto, ni si quiera cuando habían salido del arca.
-Sí, lo hice-rió el hombre cubriendo su boca con sus largos dedos mostrando unas afiladas uñas negras-pero que puedo decir, no me pude resistir a mi hermosa Amy, es tan linda que simplemente me descontrolo.
-¡Eres un demonio!
-¿Tan obvio soy? Amy, dijiste que me veía como un ser humano cualquiera.
-Sólo dije que no te veías como un demonio-susurró Amy con voz ausente
-Un demonio-dijo Leverrier-aliado del Conde supongo.
-Está equivocado, odio al Conde tanto como odio a su Dios. Deseo la destrucción de ambos fervientemente pero, por desgracia no ha llegado el día en el que vea caer a los dos mientras se destruyen entre ambos.
-Eres un cínico.
-Lo sé.
-“Amy ¿Qué sucede?”-escribió Nadja con un mal presentimiento.
-Me iré un tiempo con Abel.
-¡¿Qué?!-exclamó Kanda con una mueca de enojo en su rostro-no puedes hacer eso enana.
-Será por un tiempo, si me voy con él dejaré de ser una mocosa débil.
-Amy no lo ha…-continuó el Samurái pero fue interrumpido de nuevo por Amy.
-¡Cállate! Me dejaste muy claro que para ti no soy nada… solo tu compañera de equipo… creí que eras mi amigo pero veo que me equivoqué…
-No le hagas caso a Yuu-kun, Amy-chan, ya sabes cómo es-intentó detenerla el general Tiedoll.
-Mi enojo hacia él va más allá de eso, General-fue ahí cuando tanto Roger como Tiedoll se dieron cuenta de lo que había pasado entre esos dos y se resignaron a que la pequeña que tanto quería se iría con un demonio-
-Solo respóndeme una pregunta, mi cielo-se acercó Kamui con su mirada amable-¿Realmente quieres llevar un entrenamiento del infierno?
-¿Cómo sabes…?
-Hay cosas de mí que no conoces, amor.
-Sí quiero, padrino, si consigo terminar este entrenamiento podré ser capaz de derrotar a un Noah sin necesidad de usar mi arma anti-akuma y seré más fuerte, seré digna de ser hija de mis padres, tu ahijada, alumna del general y compañera de entrenamiento de uno de los mejores exorcistas de la Orden.
-Con esta decisión ya eres más que digna, mariposa-dijo Kamui.
-Mariposa…
-Sí, me recuerdas mucho a una, creo que no soy el primero que piensa eso, ¿No Abel?
-Cierto Caín, muy cierto.
-¿Lo conoces?
-Sí Roger, como no conocer a mi hermano menor.
-Cada día me sorprendes más-negó el hombre siendo secundado por Charles y Max.
-Amy, eres como la hija que nunca tuve, ten cuidado y regresa pronto-dijo Tiedoll con lágrimas en los ojos.
-Lo haré general, cuando vuelva le prometo no volver a abandonar la Orden.
-Eso espero hija.
-Nadja-chan, me alegró conocerte, espero que seamos muy buenas amigas.
-“Tenlo por seguro Amy”
La chica se despidió de todos, muchos lloraban cosa que enojaba a Abel que había decidido esperar afuera, demasiados sentimentalismos humanos para él y contaba los segundos para largarse de ese condenado lugar en el que reinaba Dios. Amy finalmente llegó a los últimos: Allen y Kanda.
-Te extrañaré Amy, era divertido ver tus “Puños de fuego”
-Sí, lo sé, pero ya verás que cuando vuelva, mis puños serán más... ardientes.
-Cuando eso pase, espero que entrenes conmigo, sería un entrenamiento interesante.
-Sin duda alguna-la chica se giró a Kanda y su sonrisa se desvaneció-Kanda…
-Amy. No retiraré lo que he dicho, eres una mocosa…
-Y tu un odioso desgracia-el joven había cubierto la boca de Amy con la suya propio sorprendiendo a todos.
-Deberías aprender a callarte, enana.
-¡Eres un idiota!
-Sí, como sea, ahora déjame continuar y no me interrumpas. Eres una mocosa infantil pero… no eres débil, solo lo dije sin pensar.
-No me digas que te disculparás.
-No lo haré.
-Arándano idiota.
-Cuando regreses espero que tus ataques sean mucho mejor, estoy cansado de tener que pelear
a tu nivel.
-Cuando regrese, Kanda, patearé tu trasero te voy a golpear hasta que me pidas piedad.
-Sabes que eso no pasará.
-Ya lo veremos.
Ambos se miraron intensamente, Amy pasaba lo que sentía a Kanda por medio de sus ojos y este, aunque se debatía entre “Esa persona” y Amy, le devolvía la mirada a la pelirroja, imposible no hacerlo con esos profundos ojos turquesas que solían mirarle con amabilidad y enojo.
-Hasta pronto, mi amado Kanda-se puso de puntitas y besó ligeramente los labios de Kanda, solo fue un suave roce, nada impresionante pero hizo que los corazones de ambos exorcistas latieran con más fuerza.
Kanda miró como Amy salía de la cafetería tras un fuerte abrazo con su padre y tras los acosos de Wulfgar que fue detenido por los tres exorcistas con los que estaba Amy. Quizá Amy era… esa persona.
Amy corría, había besado a Kanda, al estúpido arándano, si que estaba loca pero sabía que si no lo hacía se arrepentiría por siempre. Llegó hasta su nuevo maestro y con una mirada llena de determinación, comenzaron a caminar rumbo a su lugar de entrenamiento… El Infierno.
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Yo: lamento la tardanza, se que no merezco perdón pero he tenido muchas cosas en la cabeza y en mi vida se han presentado ciertas situaciones que me han dejado con el cerebro seco y sin poder funcionar correctamente, quizá el cap. 12 tarde DEMASIADO en subirlo, desde ahora aviso, pero como dije, se me han presentado varias cosas como el hecho de que ma cambiarán de escuela y siempre es un rollo con eso, en cuanto tenga por lo menos la mitad del 12 que espero sea pronto, subiré el 11 que ya lo tengo listo, mis más sinceras disculpas, Feliz Navidad y Feliz año nuevo... atrasados pero la intensión es lo que cuenta, hasta pronto y ¡Gracias por leer!
Amy Black- Buscador
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Re: Problemas de una novata
uooo gran capitulo. una despedida.. uuu.. bueno esta muy bien.
sabes que me gusta como escribes, lo haces muy bien. y bueno por los siguientes capitulos no
tienes por que preocuparte. lo primero es lo primero y primero estan los estudios (aun que no queramos ¬¬)y bueno tranquila esperaremos tus nuevos capitulos ^^
nos vemos cuidate! ^^
sabes que me gusta como escribes, lo haces muy bien. y bueno por los siguientes capitulos no
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estrella roja- Miranda
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Humor : ¡¡¡¡¡quiero una guadaña!!!! XD
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Re: Problemas de una novata
Cap. 11 “Entrenando en el infierno”
Ya habían pasado unos días desde que había llegado al infierno, aunque por lo que le había explicado Abel, el tiempo transcurrido en el infierno y en la tierra era diferente. Mientras que en la tierra ya habían pasado cinco días, en el infierno habían pasado cinco meses y su maestro no le había dado tiempo para descansar, apenas llegaron, le quitó sus guantes y comenzó a atacarla sin piedad, a decir verdad, estaba muy herida y cansada, apenas podía mantenerse en pie, cinco meses sin detenerse, cinco largos meses sin probar bocado, ya no podía más, su cuerpo había llegado a su límite así que simplemente se colapsó, todo se volvió negro.
Abel vio como la chica caía desmayada, la verdad se había sorprendido, no muchos humanos duraban lo mismo que ella siendo atacados constantemente, esa niña era incluso más terca que su madre. Sonrió mientras se acercaba a su alumna y la tomaba en brazos delicadamente. Negó con la cabeza, estar tanto tiempo con los humanos lo había ablandado mucho. Llegó hasta su casa y la dejó en una cama vieja y luego salió para buscarle algo que comer, la veía muy delgada.
La chica despertó al oler un delicioso aroma a carne, se levantó con cuidado y siguió el aroma, supuso que ese lugar era la casa de Abel, muy descuidada, por cierto. Al llegar a la cocina, vio al hombre con el largo cabello mojado y usando solo unos pantalones de cuero muy pegados. Pero algo le llamó la atención, la espalda-ancha y muy marcada, por cierto-de su maestro estaba llena de cicatrices y un tatuaje de una serpiente de dos cabezas.
-¿Disfrutas la vista, mariposa?
-Quisieras, oye ¿Qué es ese tatuaje?
-Es la marca que me distingue como demonio, al terminar tu entrenamiento tu tendrás una que te represente.
-¿Por qué una serpiente?
-Cuando era humano, decían que yo era como una serpiente, supongo que por eso.
-¿Eras humano?
-Sí, también Caín era humano pero decidimos tomar este entrenamiento cuando éramos muy jóvenes.
-Por eso no envejece.
-Exacto, aunque seamos viejos para ustedes los humanos, como demonios somos unos chiquillos todavía.
-¿Yo también me convertiré en un demonio?
-No, tu entrenamiento será incompleto, no puedes manejar Inocencia si eres un demonio, mariposa, tú serás lo que llamamos Ángeles negros.
-Por no ser humana ni demonio.
-Exacto, toma-el hombre le pasó un plato con mucha carne y más carne.
-Es mucha carne.
-Sí, no se tu pero no hay muchas verduras en el infierno-el hombre observó calladamente como la chica se llevaba un pedazo de carne a la boca y luego lo escupía muy asqueada-debí suponer que reaccionarías así.
-¿Qué carne es? Está asquerosa.
-Solo cómela y no preguntes, mariposa-la chica simplemente obedeció, era mejor que nada.
Pasaron los meses, o bueno, días en el mundo humano, 20, para ser exactos, Amy ya soportaba los entrenamientos y duraba días sin comer, pero eso lo agradecía, la comida que le daban era asquerosa y solo comía carne, más carne y ¡ah! Si, carne.
Su cabello estaba más largo y más oscuro, rayaba en el negro, lo usaba hasta las caderas y lo recogía en una trenza para que no le molestara tanto, su piel era más blanca y sus ojos seguían igual, brillantes y puros. Su vestimenta había cambiado, usaba una blusa que le llegaba arriba del ombligo, sin mangas y de cuello alto color negra con algunos cierres adornándola que dejaba ver su espalda donde se alcazaba a ver una enorme mancha roja, señal de que su marca no tardaría en aparecer, unos pantalones de cuero negro con cadenas y botas negras de piso. Se veía mucho más madura que antes aunque seguía igual de bajita.
Ahora no peleaba solo con Abel, también destruía demonios de muy bajo
nivel y mantenía extensas batallas con algunos demonios de nivel superior. Se había vuelto muy fuerte, sin duda.
Ese día de entrenamiento al fin había terminado y estaba algo cansada, había peleado con 10 demonios de muy bajo nivel, con dos de nivel medio y uno de nivel superior. Había salido victoriosa pero muy herida. Abel se le acercó y comenzó a curar sus heridas las cuales estaban casi sanadas, solo las trataba por mera costumbre.
-Has mejorado mucho.
-¿Cuál sería mi nivel si mi entrenamiento fuera completo?
-Podrías pelear al menos con 100 de nivel inferior, 50 de nivel medio y 25 de nivel superior al día, pero contando días humanos.
-Me falta mucho todavía.
-Solo otros 20 días… humanos.
-¿Tan poquito?
-Avanzas rápido para ser un ángel negro.
-Casi, todavía soy humana.
-No, no lo eres, pero estás en un nivel medio entre humana y ángel negro.
-Sigo siendo humana.
-No creas, ya hasta se alcanza a ver un poco la forma de tu marca.
-¿Enserio?
-Sí, no es muy clara, pero se distingue bastante bien el color y unas alas.
-¿De qué color será?
-Rosa fucsia.
-¡¿Qué?!-el hombre estalló en carcajadas al ver la reacción de la chica-no es gracioso Abel.
-Si lo fue. Descuida, no es rosa, es negra con morado.
-Mejor.
Continuaron pasando los días y la marca se distinguía casi completamente, casi se completaba la transformación y podía enfrentarse a más demonios de nivel superior, se cansaba un poco pero ya los destruía casi sin esfuerzo.
Un día, mientras peleana con un nivel medio, sintió un dolor ardiente en la espalda, destruyó rápido al demonio y fue a la casa, Abel no estaba así que estaría sola durante el tiempo en el que se plasmara la marca.
Se recostó en la cama mientras el dolor aumentaba, era como si le pasaran
lentamente un fierro caliente sobre la espalda. Luego le empezaron a doler las encías y sus manos. Contuvo los gritos que querían salir de su garganta pero las lágrimas caían libres por sus mejillas, dolía demasiado.
Abel entró a la casa para reprender a Amy por no estar peleando, pero en cuanto la vio supo que ya había terminado el entrenamiento, la chica estaba a punto de convertirse en un ángel negro. La marca estaba muy definida, una mariposa con las alas algo rotas estaba tatuada en la espalda de la pelirroja, era de color negra con toques en rojo y morado.
Se acercó a ella y la acunó en sus brazos, lo admitía, se había encariñado mucho con esa niña, era como la hermanita que nunca tuvo. Acarició su mejilla con ternura y limpió las lágrimas que rodaban por ellas. Ahora solo quedaba esperar a que se completara el cambio, pero a juzgar por la apariencia que estaba tomando la chica, no faltaba mucho.
La piel de Amy ahora era tan blanca como la nieve, el cabello se veía más lustroso y era rojo oscuro con destellos morados, sus labios estaban también más rojizos que antes, sus uñas eran más largas y color negras.
-A-Abel…
-Aquí estoy.
-¿Cuánto… Cuanto falta?
-No mucho.
-Está bien…
De pronto una fuerza alejó al hombre de la chica provocando que se estampara contra una pared, en cuanto Amy, de su espalda brotaron unas alas de mariposa como las de su marca, su cabello quedó cubierto de rosas de un extraño color tornasol quedando así como rojas pero a la luz del sol moradas, muchas espinas cubrieron sus brazos y sus piernas dando la forma de hermosos espirales, su ropa cambió a un vestido de tirantes con corte tipo imperio negro con holanes rojos y listones morados y debajo de su ojo izquierdo, en la mejilla, apareció un pentagrama rojo con una mariposa morada volando hacia él.
Se acercó a ella, que estaba levantándose con cuidado y tratando de acostumbrarse al peso de sus alas. Se veía hermosa. Abrió sus ojos que ya no eran turquesas, eran de un extraño rosa, la pupila estaba rasgada recordando a los ojos de un gato, de sus labios sobresalían unos colmillos filosos. Un ángel negro había nacido.
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Yo: ¡Hola! Al fin actualizo, creí que tardaría más pero, aquí lo tienen, espero les guste y bueno ¡Gracias por leer!
Ya habían pasado unos días desde que había llegado al infierno, aunque por lo que le había explicado Abel, el tiempo transcurrido en el infierno y en la tierra era diferente. Mientras que en la tierra ya habían pasado cinco días, en el infierno habían pasado cinco meses y su maestro no le había dado tiempo para descansar, apenas llegaron, le quitó sus guantes y comenzó a atacarla sin piedad, a decir verdad, estaba muy herida y cansada, apenas podía mantenerse en pie, cinco meses sin detenerse, cinco largos meses sin probar bocado, ya no podía más, su cuerpo había llegado a su límite así que simplemente se colapsó, todo se volvió negro.
Abel vio como la chica caía desmayada, la verdad se había sorprendido, no muchos humanos duraban lo mismo que ella siendo atacados constantemente, esa niña era incluso más terca que su madre. Sonrió mientras se acercaba a su alumna y la tomaba en brazos delicadamente. Negó con la cabeza, estar tanto tiempo con los humanos lo había ablandado mucho. Llegó hasta su casa y la dejó en una cama vieja y luego salió para buscarle algo que comer, la veía muy delgada.
La chica despertó al oler un delicioso aroma a carne, se levantó con cuidado y siguió el aroma, supuso que ese lugar era la casa de Abel, muy descuidada, por cierto. Al llegar a la cocina, vio al hombre con el largo cabello mojado y usando solo unos pantalones de cuero muy pegados. Pero algo le llamó la atención, la espalda-ancha y muy marcada, por cierto-de su maestro estaba llena de cicatrices y un tatuaje de una serpiente de dos cabezas.
-¿Disfrutas la vista, mariposa?
-Quisieras, oye ¿Qué es ese tatuaje?
-Es la marca que me distingue como demonio, al terminar tu entrenamiento tu tendrás una que te represente.
-¿Por qué una serpiente?
-Cuando era humano, decían que yo era como una serpiente, supongo que por eso.
-¿Eras humano?
-Sí, también Caín era humano pero decidimos tomar este entrenamiento cuando éramos muy jóvenes.
-Por eso no envejece.
-Exacto, aunque seamos viejos para ustedes los humanos, como demonios somos unos chiquillos todavía.
-¿Yo también me convertiré en un demonio?
-No, tu entrenamiento será incompleto, no puedes manejar Inocencia si eres un demonio, mariposa, tú serás lo que llamamos Ángeles negros.
-Por no ser humana ni demonio.
-Exacto, toma-el hombre le pasó un plato con mucha carne y más carne.
-Es mucha carne.
-Sí, no se tu pero no hay muchas verduras en el infierno-el hombre observó calladamente como la chica se llevaba un pedazo de carne a la boca y luego lo escupía muy asqueada-debí suponer que reaccionarías así.
-¿Qué carne es? Está asquerosa.
-Solo cómela y no preguntes, mariposa-la chica simplemente obedeció, era mejor que nada.
Pasaron los meses, o bueno, días en el mundo humano, 20, para ser exactos, Amy ya soportaba los entrenamientos y duraba días sin comer, pero eso lo agradecía, la comida que le daban era asquerosa y solo comía carne, más carne y ¡ah! Si, carne.
Su cabello estaba más largo y más oscuro, rayaba en el negro, lo usaba hasta las caderas y lo recogía en una trenza para que no le molestara tanto, su piel era más blanca y sus ojos seguían igual, brillantes y puros. Su vestimenta había cambiado, usaba una blusa que le llegaba arriba del ombligo, sin mangas y de cuello alto color negra con algunos cierres adornándola que dejaba ver su espalda donde se alcazaba a ver una enorme mancha roja, señal de que su marca no tardaría en aparecer, unos pantalones de cuero negro con cadenas y botas negras de piso. Se veía mucho más madura que antes aunque seguía igual de bajita.
Ahora no peleaba solo con Abel, también destruía demonios de muy bajo
nivel y mantenía extensas batallas con algunos demonios de nivel superior. Se había vuelto muy fuerte, sin duda.
Ese día de entrenamiento al fin había terminado y estaba algo cansada, había peleado con 10 demonios de muy bajo nivel, con dos de nivel medio y uno de nivel superior. Había salido victoriosa pero muy herida. Abel se le acercó y comenzó a curar sus heridas las cuales estaban casi sanadas, solo las trataba por mera costumbre.
-Has mejorado mucho.
-¿Cuál sería mi nivel si mi entrenamiento fuera completo?
-Podrías pelear al menos con 100 de nivel inferior, 50 de nivel medio y 25 de nivel superior al día, pero contando días humanos.
-Me falta mucho todavía.
-Solo otros 20 días… humanos.
-¿Tan poquito?
-Avanzas rápido para ser un ángel negro.
-Casi, todavía soy humana.
-No, no lo eres, pero estás en un nivel medio entre humana y ángel negro.
-Sigo siendo humana.
-No creas, ya hasta se alcanza a ver un poco la forma de tu marca.
-¿Enserio?
-Sí, no es muy clara, pero se distingue bastante bien el color y unas alas.
-¿De qué color será?
-Rosa fucsia.
-¡¿Qué?!-el hombre estalló en carcajadas al ver la reacción de la chica-no es gracioso Abel.
-Si lo fue. Descuida, no es rosa, es negra con morado.
-Mejor.
Continuaron pasando los días y la marca se distinguía casi completamente, casi se completaba la transformación y podía enfrentarse a más demonios de nivel superior, se cansaba un poco pero ya los destruía casi sin esfuerzo.
Un día, mientras peleana con un nivel medio, sintió un dolor ardiente en la espalda, destruyó rápido al demonio y fue a la casa, Abel no estaba así que estaría sola durante el tiempo en el que se plasmara la marca.
Se recostó en la cama mientras el dolor aumentaba, era como si le pasaran
lentamente un fierro caliente sobre la espalda. Luego le empezaron a doler las encías y sus manos. Contuvo los gritos que querían salir de su garganta pero las lágrimas caían libres por sus mejillas, dolía demasiado.
Abel entró a la casa para reprender a Amy por no estar peleando, pero en cuanto la vio supo que ya había terminado el entrenamiento, la chica estaba a punto de convertirse en un ángel negro. La marca estaba muy definida, una mariposa con las alas algo rotas estaba tatuada en la espalda de la pelirroja, era de color negra con toques en rojo y morado.
Se acercó a ella y la acunó en sus brazos, lo admitía, se había encariñado mucho con esa niña, era como la hermanita que nunca tuvo. Acarició su mejilla con ternura y limpió las lágrimas que rodaban por ellas. Ahora solo quedaba esperar a que se completara el cambio, pero a juzgar por la apariencia que estaba tomando la chica, no faltaba mucho.
La piel de Amy ahora era tan blanca como la nieve, el cabello se veía más lustroso y era rojo oscuro con destellos morados, sus labios estaban también más rojizos que antes, sus uñas eran más largas y color negras.
-A-Abel…
-Aquí estoy.
-¿Cuánto… Cuanto falta?
-No mucho.
-Está bien…
De pronto una fuerza alejó al hombre de la chica provocando que se estampara contra una pared, en cuanto Amy, de su espalda brotaron unas alas de mariposa como las de su marca, su cabello quedó cubierto de rosas de un extraño color tornasol quedando así como rojas pero a la luz del sol moradas, muchas espinas cubrieron sus brazos y sus piernas dando la forma de hermosos espirales, su ropa cambió a un vestido de tirantes con corte tipo imperio negro con holanes rojos y listones morados y debajo de su ojo izquierdo, en la mejilla, apareció un pentagrama rojo con una mariposa morada volando hacia él.
Se acercó a ella, que estaba levantándose con cuidado y tratando de acostumbrarse al peso de sus alas. Se veía hermosa. Abrió sus ojos que ya no eran turquesas, eran de un extraño rosa, la pupila estaba rasgada recordando a los ojos de un gato, de sus labios sobresalían unos colmillos filosos. Un ángel negro había nacido.
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Amy Black- Buscador
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Jue Feb 21, 2013 11:12 pm por kurasu-noah
» Test:¿A que personaje de la familia de noe te pareces?
Dom Ene 27, 2013 8:09 am por Delkavi
» Hola :)
Vie Oct 12, 2012 5:47 am por kloud
» (FC) ¡Road Kamelot! <3
Lun Ago 06, 2012 5:46 pm por AroaKamelot
» Para conosernos mejor...
Lun Ago 06, 2012 5:43 pm por AroaKamelot
» Como matar segun tu signo
Lun Ago 06, 2012 5:33 pm por AroaKamelot
» ¿Quien fuiste en tu vida pasada?
Lun Ago 06, 2012 5:30 pm por AroaKamelot
» Wisely
Lun Ago 06, 2012 5:18 pm por AroaKamelot
» D-Gray man cap 214 español
Vie Jul 06, 2012 7:10 am por CUTEKATY